Rania de Jordania deslumbra de rojo en su visita a la Casa Blanca

El presidente estadounidense y su mujer, Joe y Jill Biden, recibieron este lunes en la Casa Blanca al rey Abdalá II y su esposa, Rania de Jordania, en lo que supuso la primera recepción a un líder árabe desde que Biden está en el poder. El objetivo no era otro que reforzar las relaciones diplomáticas perdidas durante el mandato de Donald Trump y devolverle al rey jordano su tradicional papel como mediador preferido por Estados Unidos en Oriente Próximo.

Mientras tenía lugar la reunión entre Joe y Abdalá en el despacho oval, Rania se reunía con Jill para llevar a cabo una conversación mucho más distendida en la que tomaron el té y plantearon cuestiones sociales que afectaban a ambos países. El matrimonio jordano lleva de visita en Estados Unidos desde el pasado 1 de julio y, según la agencia EFE, "han participado en un foro económico privado en Sun Valley, Idaho, al que asisten habitualmente magnates del sector tecnológico".

En lo que respecta al encuentro de Jill y Rania, no podemos dejar de destacar sus atuendos y es que esta última, como consolidado referente de estilo a nivel internacional, volvió a demostrar su particular gusto por la moda con un look del todo acertado. Se trataba de un atuendo formado por un vestido de largo midi en color rojo, ceñido a la cintura y silueta ligeramente acampanada con detalle de lazo en el cuello adornado con broche que pertenece a la firma libanesa Bazaza.

Rania completó el vestido, diseñado para llevarlo con un cinturón, con este accesorio, pero en una versión más grande que la que proponía Bazaza: de efecto metalizado y firmado por Manolo Blahnik, al igual que los zapatos que iban a tono con el cinturón y tenían un acabado de piel de serpiente. En cuanto al bolso, la mujer del rey Abdalá optó por una marca italiana, Elena Ghiselline, a través de un discreto bolso de mano con detalle en la solapa que iba a juego con el vestido.

Si bien estamos acostumbrados a analizar los looks de Rania de Jordania y otras royals europeas, no tanto así los de la primera dama de Estados Unidos, y en esta última aparición pública hizo gala de un detalle que se llevó el aplauso de expertos y gente de a pie. Si Rania apostó todo al rojo, Jill Biden hizo lo propio en un color blanco roto que llevó mediante un vestido entallado de corte midi, adornado con un cinturón fino, joyas discretas y chaqueta blazer a tono.

El toque diferenciador y que subía el nivel del look, convirtiéndolo en una opción completamente estilosa, eran los zapatos. Firmados por Dior, pertenecen a la colección cápsula de 2020 'Rosa Mutabilis', creada por la diseñadora Maria Grazia Chiuri, quien se inspiró en una preciosa especie de rosa cuyo color cambia con el transcurso de la floración. Un estampado que se extendía a lo largo de los salones de la mujer de Joe Biden, de tacón sensato y destalonados.

La última vez que Rania de Jordania visitó la Casa Blanca fue en 2018, poco después de que, precisamente, fueran los reyes Felipe y Letizia. En aquella ocasión, en lugar del rojo, Rania eligió el rosa pastel con un dos piezas de blusa y pantalón palazzo con el que protagonizó un auténtico duelo de estilo con la primera dama de entonces, Melania Trump, que también se decantó por el rosa.

Aquel fue un encuentro mucho más frío que el que ha llevado a cabo con Biden, a quien ha dedicado unas palabras en su cuenta de Instagram oficial: "Encantada de conocer a la primera dama Jill Biden hoy en la Casa Blanca. Su amor por su trabajo y su humanidad son inspiradores".