Charla animada, platos tradicionales y artesanía: la despedida de Letizia de Paraguay

Dos horas antes de su regreso a España, la reina Letizia se daba cita en la comida que ofrecieron en su honor en la residencia presidencial Mburuvicha Róga, que en español quiere decir Casa del Líder. Una cita organizada por el presidente de Paraguay, Mario Abdo, y la primera dama, Silvana López Moreira, y en la que no faltó una animada charla, platos tradicionales y regalos para la despedida de Letizia del que ha sido su sexto viaje internacional de cooperación desde 2015, un año después de que el rey Felipe asumiera el trono.

El almuerzo estuvo rodeado de mucha expectación, especialmente por las especulaciones sobre cómo luciría la esposa del Rey de España en esta ocasión, si dejaría a un lado su 'uniforme de cooperante' y sorprendería con un atuendo distinto, de esos con los que la Reina acostumbra a impactar en sus compromisos oficiales. La ocasión era perfecta para que doña Letizia sentara una vez más cátedra de moda, eso que tal vez esperaba la diputada Celeste Amarilla y que no vio a la llegada de la ilustre visitante, lo que llevó a la representante del Partido Liberal a criticar a la Reina en plena sesión de diputados.

"Vino con ropa ni siquiera de calle, con el uniforme... Me pregunto hasta dónde esto en la jerga protocolar no es un desprecio [...]. Por un lado celebro la sencillez de la señora, pero por otro lado me molesta que cuando se va a otros países se va con atuendos que fácilmente superan los 10.000 dólares, haciendo honor de alguna manera al lugar que visita", dijo, entre otras cosas, Amarilla, quien se ganó el rechazo de los paraguayos, que expresaron a través de las redes sociales su disconformidad ante tan irreverente reacción de la diputada.

Fiel a su estilo

Pero no. Letizia de España, una mujer de mucho carácter y de fuertes convicciones, se mantuvo fiel a su estilo y se presentó a la cita con el mismo vestuario que lució en toda su estancia en Paraguay y que lleva en cada viaje de cooperación: camisa blanca básica, pantalones ajustados de mezclilla, botas militares camel y el controvertido chaleco rojo de la Agencia de Cooperación Española. Silvana López Moreira de Abdo la recibía también con el mismo atuendo con el que desarrollaron sus actividades conjuntas de la mañana. La primera dama vestía un conjunto de blusa y palazo en tonos marrón y verde, ya esta vez sin el chaleco marrón de voluntaria que lucía horas antes.

De carácter privado, el almuerzo, al que solo pudieron ingresar los reporteros gráficos acreditados, tuvo contados invitados especiales. Entre ellos, estuvieron el canciller nacional Euclides Acevedo; la ministra del Trabajo, Carla Bacigalupo; la ministra de Turismo, Sofía Montiel; la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez, y el embajador Federico González, asesor de Asuntos Estratégicos de la Presidencia. De los detalles del encuentro trascendió que fue de temática típica paraguaya, con elementos decorativos artesanales y comidas tradicionales del país.

Obsequios artesanales

Desde el despacho de la primera dama paraguaya se informó que Silvana Abdo regaló a doña Letizia un atuendo de 'ao po´i' (tela fina), hecho por maestras artesanas de la ciudad de Yataity, en el departamento del Guairá. Se trata de una pieza de autor de la diseñadora Gaba Esquivel para su marca de moda sostenible Rue Mariscal, que combina lujo contemporáneo y tradiciones artesanales del país. Era un elegante tapado elaborado con una técnica ancestral de bordado a mano de puntos que evocan con su iconografía el imaginario colectivo de la cultura e identidad de la nación paraguaya. Doña Letizia, una gran conocedora y exponente de la moda, quedó encantada con la sofisticada pieza de 'ao po´i' que recibió de manos de la anfitriona de la reunión.

Pero no fue el único obsequio que se lleva la Reina a España. También le fue entregada una pieza de artesanía llamada Che Sy (Mi Madre), modelada a mano en 'ñai´upo' (barro del estero) y engobe de tierra colorada. Es una obra emblemática hecha por artesanos de la ciudad de Itá en homenaje a las madres. Finalmente, conociendo el buen gusto de la Reina, la primera dama eligió otro regalo exquisito: un par de aros de línea moderna, fabricados con técnica de la orfebrería tradicional. Una pieza de autor, diseñada y elaborada por maestros artesanos de la ciudad de Luque con una de las técnicas de artesanía popular paraguaya más emblemática, realizada con finos hilos de plata fundidos minuciosamente y bañados en oro.

Doña Letizia quiso disfrutar de sus últimos momentos de estancia en Paraguay de una forma amena y relajada, sin mucho protocolo. Así se la vio durante todo el almuerzo, compartiendo charlas con los invitados y comentando los detalles de la experiencia vivida en tierras guaraníes. Se mostró conforme con los proyectos apoyados por la Cooperación Española y reafirmó su compromiso de seguir aportando al desarrollo en las áreas de educación, salud, mujer y cultura.

Fueron poco más de dos horas que compartió con los anfitriones de su visita al Paraguay, tras los cuales se dirigió directamente al aeropuerto Silvio Pettirossi para retornar a Europa, en un vuelo marcado para las 16:00 hora local a bordo del avión de la Fuerza Aérea Española.

Intensas 48 horas

La Reina de España desarrolló una apretada agenda en el que ha sido su sexto viaje de cooperación. Fueron diez actividades las que llevó a cabo doña Letizia durante dos jornadas intensas, pero de esas que le encantan a la esposa del monarca español. Se siente a gusto con las misiones humanitarias y prueba de ello es que se la vio muy dinámica y compenetrada en cada uno de los lugares a los que le tocó ir.

El miércoles, casi toda su actividad se concentró en el departamento de Itapúa, en el sur del país, en cuya capital, Encarnación, se adentró en las obras que reciben asistencia del Gobierno español y que tienen que ver con la salud de la mujer y la formación de jóvenes emprendedores. Su viaje a esa zona no podía concluir sin conocer las famosas ruinas jesuíticas, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1993, que en el año 2003 ya había sido visitado por el entonces príncipe Felipe. Las misiones jesuíticas de Trinidad y Jesús de Tavarangué forman parte de las 30 misiones que estableció la Compañía de Jesús en Sudamérica durante los siglos XVII y XVIII.

Ya de vuelta en Asunción, por la noche, participó de una reunión social de carácter privado en la residencia de la embajadora de España en Paraguay, Carmen Castiella Ruiz de Velasco, un especial momento para compartir con algunos referentes de la comunidad española en el país. Tras pasar la noche en su lugar de hospedaje, La Misión Hotel Boutique, doña Letizia se volvió a fundar muy temprano el clásico chaleco rojo para iniciar la segunda jornada de su vista a Paraguay. Su primer destino fue el Bañado Sur de Asunción, donde conoció de primera mano las obras que apoya la cooperación española en uno de los barrios más desfavorecidos del cinturón de pobreza de la capital.

En el Centro de Atención Familiar (CAFA), la organización Mil Solidarios desarrolla un proyecto social enfocado en la atención integral -psicológica, socioeconómica y jurídica- de la mujer, aplicando iniciativas innovadoras para trabajar los temas de violencia de género y la reinserción escolar de niñas y adolescentes en situación de embarazo o maternidad. La Reina se interesó por los trabajos para la prevención, atención y dignificación de mujeres y niñas víctimas de violencia sexual, un tema muy sensible sobre el que doña Letizia concentra especial interés, de ahí que la cooperación española esté muy presente con fuerza en esta iniciativa humanitaria.

El taller Creativo de Cateura fue un proyecto muy valorado también por ella. En una feria, las artesanas bañadenses hicieron gala de sus habilidades para crear exclusivos accesorios a partir de materiales reciclados del emblemático vertedero asunceno, enseñando a la distinguida visitante la minuciosa elaboración que conlleva cada pieza.

Un instante cargado de emotividad fue su encuentro con el sacerdote español Francisco de Paula Oliva, más conocido como Pa’i Oliva, de 93 años, una de las figuras más queridas y respetadas del Bañado Sur, tanto por su labor misionera religiosa como por su lucha por los derechos humanos y las causas sociales. En el microcentro de Asunción, la Reina también se interesó por las actividades desarrolladas en el Centro Cultural de España Juan de Salazar.

Desde allí, hizo otro viaje de unos nueve kilómetros para llegar hasta el Centro de Entrenamiento del Emprendedor, ubicado en la ciudad de San Lorenzo, una institución que potencia la creatividad emprendedora de los jóvenes para generar empleos. En una feria, la Reina se empapó de las iniciativas exitosas de los emprendedores -confiteros, yuyeros, artesanos y diseñadores- que agasajaron a doña Letizia con muestras de sus productos, como agradecimiento por el interés demostrado y el constante apoyo de los organismos de cooperación española al sector del emprendimiento en Paraguay.

Terminaba así su particular periplo por el país, que remataba compartiendo charla y platos tradicionales con el presidente Mario Abdo y su esposa, como despedida y cierre de este sexto y exitoso viaje de cooperación.