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El año de los reyes Felipe y Letizia: una estrella, luto y una normalidad que no volvió
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RESUMEN DEL 2021

El año de los reyes Felipe y Letizia: una estrella, luto y una normalidad que no volvió

Luces y sombres en estos últimos doce meses para la Familia Real, que ha basculado entre el reciente protagonismo de la princesa Leonor y la investigación al rey Juan Carlos

Foto: Los reyes Felipe y Letizia, durante su visita de Estado a Suecia. (EFE/Juanjo Martín)
Los reyes Felipe y Letizia, durante su visita de Estado a Suecia. (EFE/Juanjo Martín)

Comparado con el 2020, no podemos negar que ha sido un año algo más tranquilo para la familia real, al menos en cuanto a escándalos. Teniendo en cuenta que fue el año pasado cuando el monarca decidió retirar a don Juan Carlos su asignación pública por sus tejemanejes económicos, la marcha del emérito a Emiratos o su primera regularización fiscal, entre otras cosas, era fácil que este 2021 fuese casi miel sobre hojuelas. Pero ya empezó mal, cuando en febrero los abogados del rey Juan Carlos emitieron un comunicado explicando que el emérito había llevado a cabo una segunda liquidación complementaria por importe de 4.395.901,96 euros incluyendo intereses de demora y recargos. El dinero salió de los bolsillos de un círculo de empresarios y amigos.

El año de los reyes Felipe y Letizia que hoy acaba ha estado basculando entre los sobresaltos originados por las noticias referentes al padre y el creciente protagonismo de la princesa Leonor. Su hija mayor ha sido la 'estrella' en este tiempo de una nueva normalidad, que realmente no ha vuelto a palacio. Por muchos motivos.

Foto: La princesa Leonor, el pasado octubre. (José P. Gegúndez/Limited Pictures)

El primero es la ausencia del rey emérito, que permanece viviendo en Abu Dabi aunque ha expresado de todas las maneras posibles su deseo de regresar a España. Cada cierto tiempo, su círculo comienza una campaña encaminada a conseguir el permiso de Zarzuela para volver, sin que ninguna haya tenido de momento el éxito esperado. La Fiscalía General del Estado ha dado algo de aliento a Zarzuela prorrogando durante seis meses más las dos líneas de investigación abiertas a Juan Carlos I que vencían estos días: el supuesto cobro de comisiones ilegales por la intermediación en el contrato de las obras del AVE a La Meca y el uso por parte del emérito de fondos de un empresario mexicano.

La buena noticia fue el archivo de la investigación por parte del fiscal suizo Yves Bertossa, pero aún queda por atravesar la travesía del presunto acoso a Corinna Larsen, un asunto que se está estudiando en los tribunales británicos.

La reina Letizia marca su agenda

Ya hablábamos hace unos días en Vanitatis de cómo este había sido el gran año de Leonor, en el que se habían sentado las bases de lo que será su camino hacia el trono, con sus primeros actos sin la compañía de sus padres, sus estudios fuera de nuestro país o afianzando su papel en los Premios Princesa de Asturias y de la Fundación Princesa de Girona. Pero también hay que reconocer que, especialmente la reina Letizia, también ha dado pasos en firme durante este año para encaminar lo que quiere que sea su trabajo desde la institución.

Hablamos de implicarse en la lucha contra la violencia de género, de ponerse al lado de las mujeres prostituidas o de mostrar su interés por otras causas, como la emergencia climática, hasta ahora no muy atendidas desde su agenda. Lo ha hecho participando en actos exclusivamente dedicados a la mujer, como homenajes a Clara Campoamor, Emilia Pardo Bazán y Concepción Arenal, o en el evento internacional con motivo del décimo aniversario del Convenio de Estambul, entre otras citas. Sin dejar de lado otros intereses en los que ya trabajaba de forma activa, como los pacientes de cáncer o de enfermedades raras.

placeholder Letizia, en el acto del décimo aniversario del Convenio de Estambul. (EFE/Casa de S. M. el Rey/José Jiménez)
Letizia, en el acto del décimo aniversario del Convenio de Estambul. (EFE/Casa de S. M. el Rey/José Jiménez)

Pero si por algo se ha caracterizado este 2021 ha sido por esa relativa vuelta a la normalidad en su agenda. Aunque cierto es que la normalidad como tal, la que conocíamos antes de marzo de 2020, no ha vuelto. Y eso se ha notado en la imagen casi permanente de Letizia con mascarilla, salvo alguna notable excepción, como ahora veremos, o la ausencia de contacto físico en los compromisos públicos de los Reyes, haciendo que el tan recurrente gesto de la mano en el corazón sea algo ya habitual, e incluso se haya convertido en protagonista de algún que otro meme en redes.

Vuelven los viajes

Como decíamos, desde Zarzuela se ha retomado la agenda internacional de los Reyes, no solo con sus viajes fuera, sino también por la visita oficial a España de varios mandatarios extranjeros, como el presidente de Corea y su esposa, el presidente de Colombia o el presidente de la República Italiana, más recientemente. Fueron Felipe y Letizia los que abrieron la veda para los viajes extranjeros de los royals, ya que fueron los primeros en cruzar fronteras nacionales para ir a Andorra en visita oficial, aunque aún con muchas restricciones y mucho menos fastuoso que el que sería su segundo viaje juntos, en noviembre a Suecia y en visita de Estado.

placeholder Los Reyes, durante su visita de Estado a Suecia. (EFE/Juanjo Martín)
Los Reyes, durante su visita de Estado a Suecia. (EFE/Juanjo Martín)

Ese fue, precisamente, uno de los pocos escenarios en los que la Reina ha tenido que quitarse la mascarilla, ya que durante este tiempo la hemos visto sin ella en contadas ocasiones. Ni siquiera para pronunciar sus discursos -a no ser que fueran de forma virtual y desde su despacho en Zarzuela- se deshacía de ella. Mientras, don Felipe y la princesa Leonor sí han preferido quitársela para hablar en público, mostrando así su rostro descubierto después de mucho tiempo, especialmente en el caso de la heredera, a la que no tenemos ocasión de ver tan a menudo.

Los viajes a Andorra y Suecia han sido los que han podido realizar don Felipe y doña Letizia juntos, pero ambos han tenido más en solitario. La reina Letizia se iba en octubre hasta Suiza para inaugurar una exposición sobre Francisco de Goya. Unas semanas más tarde volvía a hacer las maletas para irse a Paraguay en viaje de cooperación. Dos días en los que su chaleco rojo se convirtió en un protagonista más de la expedición y hasta motivo de debate en el Congreso del país. Tras la visita de Estado a Suecia, la Reina cerraba su agenda internacional con un viaje exprés a Senegal, para inaugurar la sede del Instituto Cervantes de la capital.

placeholder Letizia, durante su viaje a Paraguay. (EFE/Ballesteros)
Letizia, durante su viaje a Paraguay. (EFE/Ballesteros)

También don Felipe ha tenido, lógicamente, compromisos fuera de nuestras fronteras. No hace mucho se desplazaba hasta Colombia para asistir al World Law Congress y meses antes también viajaba a América del Sur, pero en esa ocasión a Perú, para la toma de posesión del nuevo presidente, Pedro Castillo. Precisamente este viaje, de apenas un día, coincidió con el fallecimiento de la abuela de la reina Letizia, Menchu Álvarez, un triste acontecimiento familiar que también ha marcado este 2021 para los Reyes.

El 2021 en clave familiar

Y es que en este 2021 también ha habido que hablar de asuntos más personales de los Reyes y que tenían más que ver con los sentimientos y su vida más privada que con la institucional. Uno de ellos es, precisamente, la muerte de la abuela de Letizia, Menchu Álvarez del Valle, el pasado 27 de julio. Siempre se la consideró como la abuela favorita de la Reina, dado el interés por la comunicación que Menchu le había transmitido a su nieta. El propio rey Felipe mostró el cariño de su esposa por su abuela paterna durante el mencionado viaje a Perú, cuando apareció vestido de luto. El fallecimiento no alteró la agenda y, de hecho, Letizia prefirió no viajar a Asturias para despedirla y que solo estuvieran Jesús y Henar Ortiz, su padre y su tía, además de Marisol, la hermana de Menchu, quizá para evitar el revuelo mediático, ya de por sí inevitable.

placeholder Jesús Ortiz y su tía Marisol, tras el entierro de Mechu en Ribadesella. (EFE/Eloy Alonso)
Jesús Ortiz y su tía Marisol, tras el entierro de Mechu en Ribadesella. (EFE/Eloy Alonso)

Letizia tuvo que afrontar otra despedida, aunque esta sí, con una vuelta cercana en el tiempo. A finales de agosto, la Casa Real distribuía las fotografías del adiós de Leonor en el aeropuerto Adolfo Suárez, antes de que cogiera el vuelo para emprender su aventura galesa en el UWC Atlantic College. Unas imágenes distintas a los que vemos y nada institucionales, con abrazos y mucho cariño, aunque también algo de tristeza, especialmente por parte de la infanta Sofía, que perdía temporalmente a su otra mitad.

Pero frente a estos acontecimientos menos alegres, dos mucho más agradables. Uno de ellos, el tener de nuevo imágenes de los Reyes, sus hijas y doña Sofía juntos en Mallorca. Habían pasado muchos meses desde que se reunieran en público por última vez, con el hotel Reconquista de Oviedo como escenario de este último encuentro con motivo de la entrega de los Princesa de Asturias. Pero había que remontarse otro año más para tuviéramos una imagen parecida a la que por fin se daba este verano, es decir, juntos y sin obligaciones, simplemente disfrutando de una cena mallorquina durante su estancia en la isla.

placeholder Leonor y Sofía, junto al Rey y doña Sofía. (EFE/Ballesteros)
Leonor y Sofía, junto al Rey y doña Sofía. (EFE/Ballesteros)

Y en este recordatorio de asuntos más felices que han marcado este año de la familia real, especialmente de Felipe y Letizia, está ese redescubrimiento de su amor. O al menos ciñéndonos a lo que pasa ante las cámaras, ya que lo que pasa dentro de los muros de Zarzuela se queda para ellos. Pero en este 2021 hemos asistido a una nueva versión de los Reyes como pareja. Miradas especiales, mucho cariño y gestos de gran complicidad durante todo este año les han mostrado como un matrimonio enamorado y, sobre todo, muy unido.

Comparado con el 2020, no podemos negar que ha sido un año algo más tranquilo para la familia real, al menos en cuanto a escándalos. Teniendo en cuenta que fue el año pasado cuando el monarca decidió retirar a don Juan Carlos su asignación pública por sus tejemanejes económicos, la marcha del emérito a Emiratos o su primera regularización fiscal, entre otras cosas, era fácil que este 2021 fuese casi miel sobre hojuelas. Pero ya empezó mal, cuando en febrero los abogados del rey Juan Carlos emitieron un comunicado explicando que el emérito había llevado a cabo una segunda liquidación complementaria por importe de 4.395.901,96 euros incluyendo intereses de demora y recargos. El dinero salió de los bolsillos de un círculo de empresarios y amigos.

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