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Una foto del siglo XIX muestra cómo ha cambiado Adelaide Cottage, la casa de Kate Middleton y el príncipe Guillermo
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Una foto del siglo XIX muestra cómo ha cambiado Adelaide Cottage, la casa de Kate Middleton y el príncipe Guillermo

Por los muros del que ahora es el hogar de los príncipes de Gales ha pasado la historia de la Corona británica y numerosas reformas que han hecho de ella un retiro bucólico

Foto: Kate Middleton y el príncipe Guillermo, en la boda de Hussein. (Corte hachemita de Jordania)
Kate Middleton y el príncipe Guillermo, en la boda de Hussein. (Corte hachemita de Jordania)

En la pintoresca finca de los Windsor, alejada de las miradas indiscretas, se encuentra una joya arquitectónica con siglos de historia: Adelaide Cottage. Esta coqueta vivienda, que es la casa de los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, junto a sus tres hijos, desde el verano de 2022, ha visto pasar a lo largo de los años a figuras históricas y ha sufrido varias transformaciones que la han adaptado a las necesidades y gustos de sus habitantes, sin perder su esencia original.

Es difícil encontrar una imagen de la casa actualmente. Las publicadas se han hecho desde muy lejos y lo único que se puede ver es su exterior: una estructura modesta en estuco de color rosa claro y algunos de los adornos del tejado. Una chimenea de mármol, con un diseño greco-egipcio, es uno de los ejemplos.

placeholder Adelaide Cottage vista desde el río Támesis. (Gtres)
Adelaide Cottage vista desde el río Támesis. (Gtres)

Por eso, ahora que la Royal Collection ha desenterrado una que data de alrededor de 1892, se abre la posibilidad de conocer mejor el actual hogar de los príncipes.

Por fuera pocos han sido los cambios. En la foto, se puede ver como la casa está rodeada por un frondoso césped con grandes árboles. Un ambiente bucólico en el que se alza en medio un banco ideal para perderse en los pensamientos de uno mismo mientras se disfruta del canto de los pájaros y el entorno natural.

placeholder Adelaide Cottage en una foto de 1982. (Royal Collection)
Adelaide Cottage en una foto de 1982. (Royal Collection)

La fachada destaca por un gran número de ventanas en la parte delantera, lo que asegura una gran iluminación en el interior. A lo que se suman varias puertas dobles con vidrieras.

Elementos que no han variado y que, en la polémica imagen que compartió Kate en el Día de la Madre, se pueden ver. Pues el escenario que se escogió para la fotografía es el mismo rincón que se descubre a la derecha de la compartida por el archivo real.

Un refugio histórico con raíces reales

Adelaide Cottage, ubicada en el corazón de la extensa propiedad de 265 hectáreas del castillo de Windsor, debe su nombre a la reina Adelaida de Sajonia-Meiningen, esposa del rey Guillermo IV. Esta mujer fue la primera inquilina de la casa de campo.

La residencia fue construida en 1831 bajo la dirección del arquitecto Jeffry Wyatville, utilizando partes del Windsor Great Park. Desde sus inicios, la casa fue concebida como un refugio pintoresco, diseñado con un estilo que combinaba “elegancia y simplicidad”, como la describía la prensa de la época.

placeholder La casa de campo desde otra perspectiva. (Gtres)
La casa de campo desde otra perspectiva. (Gtres)

Pensada como casa de campo, esta vivienda tenía dos salones públicos, una sala de descanso para la reina y una sala de pajes. La más impresionante era el dormitorio principal que contaba con un techo abovedado adornado con delfines dorados y cuerdas reutilizadas del antiguo yate real HMS Royal George. Ornamentos que hoy siguen decorando la estancia.

A lo largo del siglo XIX y principios del XX, Adelaide Cottage fue un lugar de retiro para varios miembros de la realeza británica. La reina Victoria, por ejemplo, solía disfrutar de sus tardes tomando el té en sus jardines.

placeholder  Kate Middleton y la princesa Charlotte en Wimbledon. (Gtres)
Kate Middleton y la princesa Charlotte en Wimbledon. (Gtres)

No obstante, la casa se convirtió en un hogar recurrente en la década de 1940, cuando el capitán Peter Townsend, oficial de la Real Fuerza Aérea británica y caballerizo del rey Jorge VI, se mudó junto a su familia. El mismo Townsend que vivió un escándalo amoroso con la princesa Margarita, hermana de la reina Isabel II.

Aunque la residencia ofrecía una proximidad inigualable al castillo de Windsor, sus condiciones no siempre fueron las mejores. La casa era húmeda y fría, pues estaba pensada como lugar de paso. “Solo tenía dos radiadores y la escasa ración de carbón era insuficiente para calentarla”, según relataba el militar en su autobiografía.

placeholder La princesa Margarita, en 1958. (Getty)
La princesa Margarita, en 1958. (Getty)

El capitán describía cómo en invierno los grandes ventanales del salón hacían necesario ponerse un abrigo y bufanda dentro, mientras que en verano, Adelaide Cottage se transformaba en un paraíso terrenal. Y es que la electricidad que tenían llegaba a través de cables conectados directamente al castillo de Windsor.

Su decoración, tampoco parecía ayudar a que los inquilinos estuvieran cómodos. Con papel pintado victoriano y muebles de la misma época, los periodistas de 1950 la tildaban de “lúgubre, cutre y poco atractiva”. Algo que no se sabe si ha cambiado porque no existen fotos públicas de su interior.

placeholder Peter Townsend y la princesa Margarita junto a otros miembros de la realeza y corte británica en Royal Ascot en 1952. (Getty)
Peter Townsend y la princesa Margarita junto a otros miembros de la realeza y corte británica en Royal Ascot en 1952. (Getty)

Tras la partida de Townsend y su familia en 1952, por su divorcio con Rosemary Pawle, la casa fue ocupada por diversos dignatarios y miembros de la corte británica.

En 2015, la propiedad fue renovada por completo. Se preservó su número original de habitaciones, pero se mejoró las condiciones de vida con la instalación de modernos sistemas de climatización y aislamiento. Todo listo para recibir a una nueva generación de la realeza.

Un nuevo hogar para los príncipes de Gales

En 2022, la familia de los príncipes de Gales se mudó a Adelaide Cottage, optando por esta tranquila residencia en Windsor sobre el bullicioso Palacio de Kensington en Londres. La decisión no solo estuvo motivada por el deseo de escapar de la atención pública, sino también por ofrecer a sus hijos, George, Charlotte y Louis, una infancia en contacto con la naturaleza, lejos de las distracciones de la vida urbana.

La casa, con sus cuatro dormitorios, es suficientemente espaciosa para sus nuevos inquilinos. No tiene lugar para que se hospeden miembros del servicio, lo que refuerza la privacidad y el estilo de vida relativamente normal, pero hasta allí se desplazan cuando hace falta.

placeholder Guillermo y Kate, junto a sus hijos, en el 'Trooping the Colour'. (Reuters)
Guillermo y Kate, junto a sus hijos, en el 'Trooping the Colour'. (Reuters)

Para ello cuentan con siete puertas de entrada y salida que conectan con el castillo de Windsor. Algo que también facilita la privacidad que Kate ansia tras su diagnóstico de cáncer.

Adelaide Cottage sigue siendo un lugar de retiro ideal, donde la familia real puede escapar del ajetreo de la vida pública. Función para la que se erigió hace dos siglos. Aunque ha cambiado a lo largo de los años para adaptarse a las necesidades de sus distintos habitantes, la esencia de la casa permanece intacta: un hogar sencillo, pero lleno de historia, donde el pasado y el presente se entrelazan.

En la pintoresca finca de los Windsor, alejada de las miradas indiscretas, se encuentra una joya arquitectónica con siglos de historia: Adelaide Cottage. Esta coqueta vivienda, que es la casa de los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, junto a sus tres hijos, desde el verano de 2022, ha visto pasar a lo largo de los años a figuras históricas y ha sufrido varias transformaciones que la han adaptado a las necesidades y gustos de sus habitantes, sin perder su esencia original.

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