La razón por la que Kim Kardashian ha cambiado de look 11 veces en un día

Cuando Kanye West canceló su esperado desfile neoyorquino durante el mes de septiembre, nadie predecía que el rapero tenía en mente una estrategia mucho más grande y enrevesada. Kanye ya había decidido entonces, sin que lo supiéramos, que iba a mostrarnos algunos looks de su colección sin que lo advirtiéramos de la mano de una de las mujeres con más seguidores del mundo. Por supuesto, nos referimos a Kim Kardashian.

Su plan perfecto se vale de números, redes sociales y fechas. Dos son las que hicieron del mes de octubre el mes en el que Yeezy se colaría en nuestro 'feed' de Instagram sin aviso previo. El 11 de octubre, Kim subía un look acompañado de una palabra: Yeezy. El 18 de octubre, su cuenta de Instagram contaba con dos nuevos looks en los que el texto detallaba el modelo de zapatilla con el que accesorizaba sus conjuntos: Yeezy Mud Rat 500 y Yeezy Wave Runner 700. Fue así como dos de las deportivas más esperadas del año aparecían ante nuestra atónita mirada.

Cuando Kim presentó su nuevo perfume el pasado mes de noviembre, lo hizo enfundada en un dos piezas similar al que llevara en las fotografías de 'The Hollywood Reporter', pero ¿cómo es posible que nadie etiquetara las firmas que llevaba la socialite? ¿Se nos estaba escapando algo? Kanye hace entonces tres movimientos en su tablero de ajedrez empresarial: Kim Kardashian acude al programa de Jimmy Kimmel con un dos piezas kaki de líneas minimal, con otro dos piezas 'body-hugging' en el cumpleaños de Kendall Jenner y tercero de efecto 'bodycon dress' en el programa de Ellen DeGeneres. Una vez más, ninguna firma aparece etiquetada. Ni rastro de su querido Balmain ni de logos, estampados o colores llamativos.

Todos los looks tienen algo en común: falda entubada de largo midi, crop top y sandalias de tira nude. Kanye West ya ha presumido de su reina y continúa la jugada dejándonos ver con claridad que hay una estrategia en sus jaques mate: Kim comparte una fotografía en su cuenta de Instagram donde luce un dos piezas consistente en falda lápiz midi, crop top y sus sandalias empolvadas acompañadas del texto “De Yeezy de los pies a la cabeza”. Como ilusos peones, llevábamos semanas asistiendo a un 'desfile' previo de la sexta colección de su marido sin que nos diéramos cuenta. Sin embargo, esta inteligente estrategia tiene un giro final, el aplaudido y definitivo jaque mate: Kim se cambia 11 veces de look durante un mismo día.

Gasto cero en publicidad

Cada conjunto cumple las mismas claves que los anteriores: diseños entallados en tonalidades kaki, tierra o pastel combinados con maxisudaderas, gorras, leggings y crop tops. A sus pies, sandalias de tacón de serpiente, sandalias beis efecto calcetín o deportivas Yeezy. ¿La jugada? Kanye West ha convertido a su esposa en la protagonista de su nueva colección y ha logrado que incluso los que carecen de interés alguno por sus diseños terminen con ellos en la retina. Sus nuevos modelos están ya a la vista de los 105 millones de seguidores de Kim Kardashian –la cuenta de Yeezy 'solo' tiene 623.000– y no ha tenido que poner un dólar en publicidad ni en desfiles para lograr semejante audiencia.

En toda jugada hay una planificación previa y esta no podía ser menos. Kim no ha sido siempre la musa del diseñador, sino que este se ha ocupado a lo largo de los años de hacer de ella su Barbie perfecta. Tras tirar de su armario todas las prendas que literalmente odiaba –un capítulo de 'Keeping Up With The Kardashians' así lo muestra–, Kanye fue encargándose de presentarle a los diseñadores adecuados, de hablar con las editoras más prestigiosas del mundo de la moda hasta convencerlas de que su esposa era un icono de estilo. Pulió sus estilismos y logró que lo vulgar caminara de la mano con lo elegante y que la exuberancia fuera capaz de evocar sofisticación.

Así fue como, sin que nos diéramos cuenta, Kim hizo de las curvas su mejor accesorio, pero de forma diferente. Ya no las realzaba, como hiciera antaño, con escotes imposibles bañados por pedrería ni por vestidos XS, sino con leggings, crop tops y prendas deportivas en tonalidades nude que nos hacían pensar en una única firma. Lo has acertado: todos sus looks recordaban a las colecciones de Yeezy. Pero para que este match fuera perfecto, faltaba todavía algo. Un maquillaje limpio, impoluto y poco ostentoso y una oxigenada melena de largo imposible con una raíz medida de forma milimétrica y pretendidamente existente. ¡Tachán! Kanye había creado a su reina imbatible para capitanear su batalla.

Si hace dos años nos hubieran dicho que Kim haría del athleisure y del minimalismo sus señas de identidad, nos habríamos reído. Pero más se habría reído Kanye West al oírnos reír, consciente de que su plan iba sobre ruedas. Y mucho más se va a reír si crees que sus looks chandaleros son asequibles, porque los pantalones de chándal de Yeezy rondan los 200 euros, sus sudaderas superan los 300 euros y sus tank tops cuestan 125 euros. Estamos hablando de la quinta colección, porque ahora que la sexta ha sido lucida casi en su totalidad por Kim Kardashian, no sería de extrañar que sus precios se disparen.

Pulir a la 'fashionista'

Así es como Kim ha conseguido, con movimientos sutiles y felinos, encumbrarse como una fashionista que no necesita grandes marcas, diseños estrambóticos ni siluetas arquitectónicas para derrochar estilo. Si lo que define a un icono es tener estilo propio, Kim ha logrado por fin serlo. Y ahora es cuando Kanye ríe a carcajadas al comprobar que su plan maestro ha ido sobre ruedas, un plan que, como ocurre con las grandes películas de final inesperado, conviene revisar para apreciar cada detalle y giro. Kanye West le ha ganado la partida a la moda, pero no olvidemos que lo ha hecho, como en toda jugada de ajedrez, gracias a su reina.

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