Los motivos por los que nos cuesta tanto quemar grasa
Nuestra intención cuando intentamos adelgazar es perder parte de la grasa corporal, pero esto no es sencillo, repasamos los motivos que pueden impedirlo
Esta es una de las cuestiones que más nos preocupan a la hora de adelgazar, porque cuando queremos perder peso, en realidad lo que pretendemos es reducir la cantidad de grasa corporal que tenemos. Algunas dietas restrictivas, como la dieta de la papaya o la dieta de la sandía, nos aseguran que perderemos peso de forma rápida alimentándonos durante varios días a base de un alimento diurético.
Es probable que finalizado este tiempo lo hayamos logrado, pero en realidad lo que estaremos consiguiendo es perder líquidos y músculo, no deshacernos de la grasa acumulada. Eso sin contar el riesgo de sufrir el “efecto rebote”, es decir, recuperar el peso perdido y aumentar algunos kilos extra, porque nuestro cuerpo se protege frente a una nueva reducción de alimento incrementando las reservas de grasa para poder sobrevivir.
También conviene dejar claro que peso y grasa no son lo mismo, por lo que hay muchas ocasiones en las que nos subimos a la báscula y vemos como el número no baja, pero eso no quiere decir que no estemos perdiendo grasa, puede que en realidad estemos formando músculo. No es fácil saberlo porque esta herramienta no nos informa sobre nuestra composición corporal, otro de los motivos por los que siempre conviene afrontar estos cambios poniéndonos en manos de expertos.
Es evidente que dejándonos aconsejar por quienes más saben en la materia no solo obtendremos mejores resultados, sino que también lo estaremos haciendo de una forma segura, sin descuidar ninguno de los factores, externos o internos que pueden estar impidiéndonos perder peso. Este cambio de vida no siempre es un proceso sencillo, por eso es de vital importancia contar con ayuda profesional.
Muchos son los motivos que pueden estar impidiéndonos quemar grasa tal y como nos gustaría y uno de ellos puede ser que no estemos calculando bien las calorías que necesitamos consumir para lograrlo. Hacer ejercicio nos ayuda a llevar una vida más saludable, pero no nos da carta blanca para comer todo lo que queramos, sobre todo cuando lo que queremos es adelgazar.
Aunque no llevemos una vida sedentaria, conviene alimentarnos de forma saludable, evitando los ultraprocesados y aumentando la ingesta de frutas y verduras. También tenemos que ser conscientes de que, para perder peso es necesario crear un déficit calórico, quemar más calorías de las que comemos, por lo que excedernos en el número de estas no nos hará ningún favor. Disminuir la cantidad de calorías que ingerimos hará que el cuerpo use la grasa acumulada para conseguir energía.
Puede que el entrenamiento que estás practicando para perder peso no sea el más adecuado para lograr este objetivo, el error más habitual es escoger ejercicios que no tienen la suficiente intensidad. Obtendrás mejores resultados con entrenamientos cortos, pero intensos, como los HIIT o entrenamiento por intervalos de alta intensidad.
Cambiar los entrenamientos de vez en cuando para evitar estancarnos en nuestra evolución es muy importante. También es una buena idea mantener una vida activa en general, no solo a la hora de entrenar, puedes poner en práctica pequeños trucos que te ayudarán a que tu cuerpo queme más calorías con las actividades cotidianas, como subir escaleras en lugar de coger el ascensor o aparcar más lejos para caminar un poco más.
Entrenar y llevar una vida más activa es efectivo, pero no podemos olvidarnos del descanso, el cuerpo lo necesita para recuperarse. No dormir las horas suficientes puede afectar a nuestras funciones hormonales, haciendo que nos decantemos por alimentos menos saludables porque pueden aumentar nuestra necesidad de antojos. También los altos niveles de estrés pueden afectar porque se generan mayores niveles de cortisol lo que aumenta la tendencia a acumular grasa.
Una de las causas puede ser que nuestra microbiota no esté equilibrada, lo que hará más difícil que consigamos nuestros objetivos, pero también puede ser que los hayamos alcanzado ya, puede que hayas encontrado el equilibrio saludable para ti. No hay duda de que los motivos pueden ser muchos, así como las soluciones, para evitar equivocarnos y tirar por tierra nuestros avances, nada mejor que ponernos en las manos de especialistas y expertos.
Esta es una de las cuestiones que más nos preocupan a la hora de adelgazar, porque cuando queremos perder peso, en realidad lo que pretendemos es reducir la cantidad de grasa corporal que tenemos. Algunas dietas restrictivas, como la dieta de la papaya o la dieta de la sandía, nos aseguran que perderemos peso de forma rápida alimentándonos durante varios días a base de un alimento diurético.