Tenerife, un viaje a la isla de las mil experiencias

Caminar por bosques prehistóricos, descubrir interminables playas o contemplar un cielo infinito de estrellas son tan solo algunas de las innumerables experiencias para aquellos que quieran este verano lanzarse a disfrutar Tenerife desde una óptica diferente.

Tenerife es un lugar exótico y extraño. Muchas personas asocian esta región como un destino de playa con cadenas de hoteles anodinos y cócteles de happy hour, pero la zona norte de la isla ofrece un claro contraste con esta imagen de infierno turístico. En el norte, el viajero puede adentrarse a descubrir bosques prehistóricos, interminables playas de arena dorada o negra y pueblos pintorescos con pequeñas casas color pastel y campanarios de iglesias esparcidos en medio de verdes laderas en donde los locales todavía te reciben con una sonrisa de bienvenida.

Paraíso natural

Para los amantes de la naturaleza, es un destino perfecto para perderse. La isla alberga algunos de los paisajes naturales más sorprendentes de nuestro país. Este es el hogar de calas escondidas, caminatas escénicas y uno de los mejores cielos del mundo para la observación de estrellas. Tampoco debemos olvidar que Tenerife es un lugar privilegiado para el avistamiento de cetáceos durante todo el año como cachalotes, delfines, rorcuales y calderones.

Gastronomía

Además de su belleza paisajística, esta isla se destaca por tener una rica gastronomía que refleja la rica historia de un lugar que ha sido puente de civilizaciones. El recetario de Tenerife se destaca por su platos tradicionales ricos en verduras, pescados y carnes. Recetas como las papas arrugadas, el gofio o el mojo picón se han popularizado en la península e internacionalizado en los últimos años. Mención aparte merecen los vinos tinerfeños. La isla cuenta con cinco denominaciones de origen de vinos elaborados con diferentes variedades autóctonas de vid prefiloxérica entre las que destaca la malvasía, con la que se elaboran vinos blancos de una calidad excepcional.

Haciendas donde alojarse

Si lo que estás buscando es una experiencia hedonista y diferente, te proponemos que te alojes en una hacienda. Ya sea al borde de un acantilado sobre el mar, en mitad de un inmenso jardín tropical o en el centro de alguna pintoresca villa tinerfeña, estas construcciones son una experiencia en sí mismas. Muchas comparten ubicaciones recónditas que proporcionan una experiencia de la isla completamente diferente a lo habitual. Son propiedades que podríamos considerar una isla dentro de la isla. Reductos de tranquilidad y espacios consagrados al bienestar, con entornos protegidos y de gran riqueza cultural como el valle de La Orotava.

Hacienda Cuatro Ventanas

Esta es una típica casa tradicional canaria que data de finales del siglo XVII, ubicada en la zona más emblemática del norte de la isla y muy próxima a la bella playa de arena negra de El Socorro. La hacienda perteneció a Cristóbal del Hoyo-Solorzano, marqués de San Andrés y vizconde de Buen Paso; uno de los personajes más excéntricos de nuestra literatura. Célebre autor durante el Siglo de las Luces, su biografía descubre a un hombre pasional que anticipó el Romanticismo. La Hacienda Cuatro Ventanas está arropada por un paisaje a medio camino entre la montaña y el océano. Cuenta con un precioso jardín tropical y dispone de seis villas independientes: dos dobles y cuatro individuales. A día de hoy, luce reconvertida en un alojamiento de categoría superior con todas las comodidades imaginables sin haber perdido un ápice de esplendor ni haber modificado su arquitectura original.

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El Jardín de la Palapa

Obra del reconocido arquitecto de interiores Antonio del Real, esta casa de nueva construcción se halla sumergida en un jardín tropical de diez hectáreas. Tanto la arquitectura de factura colonial como su mobiliario reflejan el buen gusto y el saber hacer del propietario. Gracias a su apartada ubicación, resulta el lugar perfecto para quienes quieren hacer una escapada íntima y privada.

Hacienda del Socorro

Su gran habitación principal, de altos techos y suelos de madera, cuenta con dos ventanas-miradores con vistas infinitas al océano. El salón, la cocina y el baño dan a un hermoso jardín de nueva creación de 250 metros cuadrados. Junto a las palmeras y la vegetación tropical, el solárium y la piscina de cemento son los grandes protagonistas. Su agua color turquesa contrasta con el horizonte índigo sobre el que parece volar. La privilegiada ubicación de esta propiedad, al borde del acantilado que resguarda la playa del Socorro, es por sí sola todo un reclamo. Cómoda, recoleta y alejada de todo, es una propiedad perfecta para una escapada en pareja. Resultará especialmente atractiva para los amantes del surf, ya que desde la casa se puede acceder a la playa, una de las favoritas de los cazadores de olas.

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Hacienda el Cardón

Una construcción típicamente canaria datada en el siglo XVII. Esta hacienda se encuentra al final de un recóndito barranco, al borde del océano, rodeada por un exuberante plantación de plataneras. La entrada está presidida por una gran fuente ornamental que da una fresca bienvenida a los huéspedes. Las generosas dimensiones de la propiedad han permitido dividirla en dos, creándose así dos alojamientos independientes. Su estilo fresco y desenfadado junto con sus espacios diáfanos la convierten en el lugar perfecto para los amantes del diseño contemporáneo.

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