Es noticia
Menú
Si buscas un hotel de lujo en Madrid para ti y tus perretes (educados), acabas de encontrarlo
  1. Estilo
  2. Ocio
PET-FRIENDLY

Si buscas un hotel de lujo en Madrid para ti y tus perretes (educados), acabas de encontrarlo

Viajar con mascotas tiene algo de incordio, no por ellas, sino por la infinidad de obstáculos que la realidad española se empeña en mantener. Trenes, aviones, barcos, taxis, restaurantes, hoteles... solo nos interesan si son pet-friendly

Foto: Los perretes Peio y Lope, disfrutando de su suite en el VIP Level del NH Collection Madrid Eurobuilding. (F. Z.)
Los perretes Peio y Lope, disfrutando de su suite en el VIP Level del NH Collection Madrid Eurobuilding. (F. Z.)

Hola, me llamo Peio, soy un caniche y el próximo febrero cumpliré 15 años, que en términos humanos equivale a más de 75. La verdad es que aunque todo me cuesta mucho más que antes —ya casi no me dan las fuerzas para saltar a las camas y a los sofás prohibidos—, estoy aceptablemente estupendo. Antes os he dicho que soy un caniche —poodle, en inglés—, pero lo cierto es que mis humanos creen que tengo algo de bichón maltés. La culpa de esta turbadora conclusión llegó con él, con Lope, mi hermano, un caniche de 5 años recién cumplidos (30 de humano). A ver, Lope y yo no compartimos ADN, pero nos ha tocado ser hermanos para lo bueno y para lo malo.

placeholder Hola, me llamo Lope y tengo 5 años, que en humano vienen a ser unos 30. (F. Z.)
Hola, me llamo Lope y tengo 5 años, que en humano vienen a ser unos 30. (F. Z.)

Resulta que Lope es alto y muy proporcionado, como se le presupone a los caniches de postín, descendientes directos de aquellos que se dedicaban a cobrar los patos salvajes que cazaban los aristócratas franceses en, por ejemplo, Versalles, por no irnos demasiado lejos. La cuestión es que yo soy más bien de pata corta, lo que me permite avanzar por la calle como un 4x4 sin temor al desaliento (para desesperación de mis humanos).

placeholder Suite presidencial del VIP Level del NH Collection Madrid Eurobuilding. (Cortesía)
Suite presidencial del VIP Level del NH Collection Madrid Eurobuilding. (Cortesía)

Bueno, da igual, soy como soy y soy feliz. Lo que más me gusta en este mundo es mordisquear huesos de caña hasta perder la noción del tiempo, controlar todos los pipís y popós de mi calle —información es poder— y montar alguna que otra gresca con Mú —el engreído golden retriever del tercero—. Dormitar pegado a alguno de mis humanos mientras ellos ven series en el sofá —mejor durante el invierno—, tomar aperitivos en las terrazas de Madrid, ir de vacaciones al norte y disfrutar de los mejores hoteles son mis otros vicios confesables.

placeholder ¿Cuántos metros cuadrados necesitas? ¿Con 150 te va bien? (Cortesía)
¿Cuántos metros cuadrados necesitas? ¿Con 150 te va bien? (Cortesía)

Hoy quiero hablaros del último en el que nos hemos alojado: el NH Collection Madrid Eurobuilding, en pleno corazón financiero de la capital, a dos pasos del Santiago Bernabéu —el fútbol me interesa cero, pero los balones, sobre todo si son blanditos y permiten hincar el diente, me chiflan—. Parece mentira, pero el número de hoteles pet-friendly en España es escaso; en este punto, como en otros, Francia o el Reino Unido, por ejemplo, nos dan cien vueltas.

placeholder Me llamo Peio y de esta cama de mi VIP Level no me muevo. (F. Z.)
Me llamo Peio y de esta cama de mi VIP Level no me muevo. (F. Z.)

Debo añadir que para disfrutar de un hotel de lujo como este hay que tener una educación perruna intachable y hay que portarse bien durante toda la estancia: nada de ladrar si los humanos bajan al spa o a cenar. Por eso a nuestra familia nos gustan especialmente los hoteles del grupo Minor (gestores de cadenas como Anantara, Avani, Oaks, Tivoli, NH Collection, NH Hotels, Marriott, Four Seasons, St. Regis o Radisson Blu, entre otras) porque sus más de 530 hoteles a lo largo y ancho del mundo son pet-friendly por puro convencimiento.

Olisqueando el VIP Level

Nuestra aventura comenzó un miércoles de agosto en plena ola de calor —por si no os lo había dicho: detesto el calor—. Nada más llegar a nuestro hotel, en el 23 de la calle Padre Damián, nos invitaron a subir a la recepción del VIP Level, en la planta 15. Nuestros humanos son así, siempre nos reservan sorpresas agradables.

placeholder Lobby del NH Collection Madrid Eurobuilding. (Cortesía)
Lobby del NH Collection Madrid Eurobuilding. (Cortesía)

En el VIP Level de este hotel practican como nadie el trato exquisito. Todo empieza con una sonrisa que abre las puertas a la exclusividad. Pensaréis en este punto que soy un perrete engreído, pero no: soy un perrete con mundo (bastante, por cierto). En nuestra recepción privada, con el skyline de Madrid rodeándonos y una luz maravillosa, nos explicaron algunas de nuestras ventajas.

Por ejemplo: late check-out hasta las dos de la tarde, conserje exclusivo, acceso al Club Lounge —repleto de delicias culinarias y bebidas de todo tipo y color—, desayuno a la carta en la habitación, planchado de cortesía, servicio de secretaría y acceso al Fitness & Wellness Center Metropolitan ubicado en el hotel. Otra ventaja divina: reserva prioritaria en DiverXO —el único tres estrellas de Madrid— para los huéspedes del VIP Level. En otras palabras: la diferencia entre esperar tres meses o una semana para disfrutar de las propuestas del megachef Dabiz Muñoz.

placeholder DiverXO o las delicias de Dabiz Muñoz. (Cortesía)
DiverXO o las delicias de Dabiz Muñoz. (Cortesía)

Cuando Lope y yo tomamos posesión de nuestra suite, todo fue de bien en mejor. Alfombras maravillosamente mullidas, lámparas, mesas, sofás y sillones de diseño —nacional y escandinavo—. Un interiorismo muy contemporáneo en el que, definidamente, nos sentimos como rajás. A ver, nuestros humanos nos prohibieron tajantemente subir a camas y sofás, pero debo de reconocer que en un despiste conseguí, no sin esfuerzo, subirme a un sillón estupendísimo y ¡maravillosamente acogedor! Luego me riñeron, claro, y no lo volví a hacer (creo).

Pero lo mejor de todo es que el personal del hotel había dispuesto para nosotros dos camas estupendísimas —enormes y amorosas—, dos comederos, dos bebederos —o el lujo de no compartir agua con Lope—, dos pelotitas y unos snacks con forma de huesito que nos ventilamos en un plis plas. Canine luxury!

placeholder Todo listo para una estancia perruna perfecta. (Cortesía)
Todo listo para una estancia perruna perfecta. (Cortesía)

Querido humano que estás leyendo esto, si estás valorando este VIP Level para ti y tus mascotas debes saber que hay que cumplir unos requisitos mínimos. Por ejemplo, tu mascota no debe pesar más de 25 kilos, se admiten dos animales por habitación y en las zonas comunes del hotel siempre deben ir con correa. Y ya, de paso, te recordamos que lo mismo debe ocurrir en calles y parques, salvo en las zonas habilitadas. El VIP Level se reparte entre habitaciones premium con terraza, junior suites dúplex, junior suites con terraza privada y la joya de la corona: la suite presidencial y sus 150 metros cuadrados.

placeholder NH Collection Madrid Eurobuilding, hotel pet-friendly. (Cortesía)
NH Collection Madrid Eurobuilding, hotel pet-friendly. (Cortesía)

De todos los buenos recuerdos que me llevo del Eurobuilding me quedó con tres: el skyline madrileño iluminándose tras una puesta de sol espectacular —las plantas 15 es lo que tienen—, la profesionalidad y amabilidad del personal y aquel trozo de bacon recién frito que milagrosamente se teletransportó de la mesa con ruedas en la que nos trajeron el último desayuno hasta mis agradecidos incisivos. ¡Guau!

Hola, me llamo Peio, soy un caniche y el próximo febrero cumpliré 15 años, que en términos humanos equivale a más de 75. La verdad es que aunque todo me cuesta mucho más que antes —ya casi no me dan las fuerzas para saltar a las camas y a los sofás prohibidos—, estoy aceptablemente estupendo. Antes os he dicho que soy un caniche —poodle, en inglés—, pero lo cierto es que mis humanos creen que tengo algo de bichón maltés. La culpa de esta turbadora conclusión llegó con él, con Lope, mi hermano, un caniche de 5 años recién cumplidos (30 de humano). A ver, Lope y yo no compartimos ADN, pero nos ha tocado ser hermanos para lo bueno y para lo malo.

Tendencias Viajes
El redactor recomienda