Alicia Koplowitz y su respaldo a España: así es su vida más allá de las finanzas

Es la segunda mujer más rica de España, solo por detrás de Sandra Ortega –la hija mayor de Amancio Ortega y segunda accionista de Inditex–, con una fortuna que en la última lista Forbes se estima en 2.300 millones de euros. Por eso, la noticia de que Alicia Koplowitz, presidenta y propietaria del grupo Omega Capital, ha decidido reordenar su patrimonio ha sido destacada por la prensa financiera de nuestro país.

La empresaria, que tenía parte de su fortuna en Luxemburgo, "da un enorme respaldo a España" fusionando en Morinvest sus sicavs y situando su sede en la península ibérica, según publica el medio económico 'Expansión'. La fortuna de la aristócrata de 71 años, hija de una aristócrata cubana y un empresario polaco de origen judío que huyó a España escapando de los nazis, proviene de 1998, cuando vendió el 28,2% del capital de FCC a su hermana Esther Koplowitz por 798 millones de euros.

Lejos quedan ya los ecos de los mediáticos divorcios de ambas en los noventa. Al ser dos de las mujeres más ricas de España, sus exmaridos, Alberto Cortina y Alberto Alcocer, consiguieron entonces una impresionante compensación económica de doce millones de euros cada uno más la participación en las respectivas empresas propiedad de las hermanas

Madre de tres hijos, fruto de su matrimonio con Alberto Cortina –Alberto, Pedro y Pelayo–, pocos datos han trascendido de su vida privada, salvo que todos ellos han heredado el olfato para los negocios de su progenitora.

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Recientemente, sí supimos que Pelayo, que vive desde hace años en Londres, donde ha formado una familia junto a Jane Coppée, una joven de ascendencia belga que trabaja en el área de clientes privados de Sotheby’s, había decidido invertir en un resort de lujo sostenible en Portugal. No es esta la única inversión curiosa de la familia ya que hace unos meses Alicia Koplowitz, a través de Omega Capital, entraba en el pujante sector de los deportes electrónicos emulando a celebrities como David Beckham o Jennifer Lopez.

Otro familiar que ha saltado a los titulares en los últimos tiempos es Carlos Koplowitz, que en 2013, tras una lucha judicial de 25 años, lograba ser reconocido como hijo natural de Ernesto Koplowitz Sternberg y se convertía así en el cuarto hermano de Alicia. Sobre su batalla judicial por la herencia familiar, reconocía en una entrevista con Vanitatis que su deseo "profundo y sincero" era encontrar una "solución amigable, en familia. Tratando de comprendernos unos a otros. Quiero respetar, pero también ser respetado. Amar y ser querido por mi familia. Encontrar una solución que convenga a todos sencillamente hablando".

Volviendo a Alicia, en lo profesional lleva más de tres décadas siendo una de las personas más ricas y poderosas de España, pero en lo tocante a su vida sentimental ha sido sumamente discreta desde su separación. Esta fue la empresaria Alicia Koplowitz. Se la relacionó con el empresario portugués Miguel Paes do Amaral y también se ha escrito largo y tendido sobre su estrecha amistad con el duque de Alba. Ambos son amigos desde muy jóvenes y fueron novios durante un corto periodo de tiempo en su juventud.

Estrecha y antigua también es su amistad con el Rey emérito. Famosa fue la cena que protagonizaron con un grupo de amigos en 2018, justo en el momento en el que Felipe VI justificaba la ausencia de su padre en las regatas de la Copa del Rey, en Mallorca. También se la vio compartiendo mesa con él en su primera aparición pública tras salir a la luz las grabaciones del excomisario Villarejo a Corinna Larsen.

Muy destacada es también su labor como coleccionista de arte, una pasión que nació en ella tras ver el cuadro 'Las meninas' de Velázquez en su primera visita al Museo del Prado cuando tenía siete años. "He coleccionado siempre lo que me ha producido una emoción", defendió la empresaria durante su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

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Asegurando que de pequeña "quería pintar como Picasso" pero no tenía la habilidad, incluso preparó el ingreso para la Escuela de Bellas Artes. Poseedora de una de las colecciones de arte más importantes de España, aseguraba entonces que escogía sus obras dejándose llevar por la emoción que le generan: "Todas ellas forman parte de mi mundo y de quien soy hoy".

Destacada filántropa, en 1994 creó la Fundación Vida y Esperanza y en 2003 constituyó la fundación que lleva su nombre, que en sus propias palabras "nació con el compromiso de intentar desarrollar proyectos que mejoraran la calidad de vida de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad".

Poseedora de las grandes cruces del Mérito Civil y de Alfonso X el Sabio, así como honrada con el título de Caballero de la Legión de Honor de Francia, la empresaria perdía a finales de 2020 definitivamente el marquesado de Bellavista tras confirmar el Tribunal Supremo que el título le correspondía a la aristócrata cubano-española María Elena de Cárdenas.