La polémica camiseta con la cara del hermano de Ayuso y otros puñetazos estilísticos

Con las elecciones municipales y autonómicas a la vuelta de la esquina, el debate político está muy candente. Los miembros de los distintos partidos están sacando su artillería pesada para que su discurso sobresalga por encima del resto.

Esta semana, una de esas armas utilizadas, en concreto por Ione Belarra, ha ocupado muchos titulares. La ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos utilizó una polémica prenda en la sesión de control del Congreso, una camiseta con el rostro del hermano de Isabel Díaz Ayuso, Tomás Díaz Ayuso, con la que hacía referencia a la comisión que cobró por un contrato con la Comunidad de Madrid durante la pandemia.

TE PUEDE INTERESAR

Ayuso y el arte de destacar en escena: la estética Blancanieves y otras claves del éxito

R. R.

Durante su debate con el PP en la sesión de control, Belarra aseguró que la gestión de Díaz Ayuso durante la pandemia fue un "fracaso" y acusó a la presidenta madrileña de "regalar una mordida de 286.000 euros a su hermano Tomás", un discurso que reforzó con su vestimenta.

El uso de prendas con mensaje por parte de políticos no es nuevo. Son muchos los ejemplos que encontramos si echamos la vista atrás.

En julio de 2016, fue Cristina Cifuentes la que no pasó desapercibida en el pleno de la Asamblea de Madrid. La que entonces era presidenta de la Comunidad de Madrid revolucionó las redes sociales con una camiseta en la que podía leerse: "No soy una princesa, soy una Khaleesi", haciendo referencia a 'Juego de tronos' y lanzando así un mensaje de empoderamiento de la mujer que conquistó incluso a sus adversarios políticos.

Pero las prendas con mensaje no siempre son una buena elección. Un ejemplo inolvidable de ello lo tenemos en Melania Trump. La esposa de Donald Trump tuvo la ininteligible idea de aparecer, en junio de 2018, con una parka caqui de Zara en cuya espalda se podía leer la frase: “I really don’t care, do u?” (la verdad es que no me importa, ¿y a ti?).

El problema fue que decidió lucir ese mensaje el día en el que visitaba en Texas, cerca de la frontera con México, un albergue de niños inmigrantes separados de sus padres por culpa de las políticas de Trump. El revuelo fue mayúsculo y Melania fue duramente criticada, tanto que el presidente de los EEUU tuvo que dar un paso al frente y aclarar en Twitter que la frase hacía referencia a "los medios de comunicación mentirosos".

Un año después, en nuestro país, volvíamos a asistir a la aparición de una política, en este caso Carmen Calvo, luciendo una prenda con mensaje. Calvo celebraba en Ferraz el triunfo electoral de su partido y decidió hacerlo luciendo un look muy feminista. La exministra socialista escogió una camiseta de la marca española Mango en la que se podía leer "Yes, I'm a feminist" (sí, soy feminista), que acaparó la atención de los medios y de los usuarios en redes sociales. De esta forma, la vicepresidenta dejaba claro a sus votantes cuál iba a ser una de las prioridades en la política de su partido: la lucha feminista.

Muy comentada fue en 2021 la aparición de Alexandria Ocasio-Cortez, activista y política del Partido Demócrata de Estados Unidos, en la Met Gala de Nueva York. Para dicho evento escogió un vestido blanco con falda larga de tul cuyo cuerpo estaba atravesado por una frase escrita en color rojo que decía: "Tax the rich" (impuestos para los ricos).

El mensaje político eclipsó a la moda. Los demócratas habían presentado poco antes su propuesta de reforma fiscal que incluía la subida de impuestos para los estadounidenses más ricos y las grandes empresas, revocando los recortes de 2017 hechos por Donald Trump.

No importa la ideología. Los políticos que se han animado en alguna ocasión a lanzar mensajes a través de su vestimenta pueden ser personas con discursos políticos completamente contrarios. Es el caso de Macarena Olona e Irene Montero.

La primera, de Vox, intervino en el Congreso de los Diputados en mayo del año pasado luciendo una camiseta con un Piolín con cuernos y alas de diablo. No era casual. En aquel momento se habían señalado, por parte del Partido Socialista, las condiciones “indignas” en las que pernoctaron policías y guardias civiles en los barcos con dibujos de personajes infantiles, durante el referéndum independentista del 1-O. Pedro Sánchez hizo alusión a los “piolines” en un discurso. Los socialistas aseguraron que se refería al barco, mientras que el Partido Popular criticó que con ese término se refiriera, de forma despectiva, a polícías y guardia civil.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, achacó la polémica sobre la referencia a los piolines que hizo el presidente a la falta de “autocrítica” del PP. Olona contestó a Grande-Marlaska: "Mejor ser un piolín que un traidor, que un vendido, que un cobarde, que un indigno". Con su camiseta quiso mostrar su apoyo a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Pero no fue la única vez que la política de Vox utilizó su armario como brazo extensor de su ideología. En marzo de este mismo año, Macarena Olona se presentó en las jornadas 'España, frontera de Europa', en Sevilla, vistiendo una chaqueta muy controvertida que había sido creada por su estilista, Ángel Redouan. En la misma, se podían leer las siguientes frases: "La violencia no tiene género"; "El hombre no viola, viola un violador", o "El hombre no maltrata, maltrata un maltratador".

En el lado extremo tenemos a Irene Montero (Unidas Podemos). En junio de 2022, por ejemplo, un día antes del Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, cuando anunció la aprobación de la ley trans, la política de izquierdas vistió una camiseta en la que se podía leer "Mariliendre", un término que hace referencia a aquella mujer que frecuenta la amistad de hombres homosexuales.

Para finalizar, ponemos negro sobre blanco uno de los últimos ejemplos de prendas con mensaje político lucidas en nuestro país. Ocurrió a principios de este mes y la protagonista fue Begoña Villacís.

La vicealcaldesa de Madrid y candidata de Cs a la alcaldía, llegó a la Real Casa de Correos para asistir a los actos del 2 de mayo y lo hizo luciendo un abrigo blanco con un contundente mensaje en la espalda: "Esta Villa ni se rinde ni se entrega", su lema de precampaña con el que quiso dejar claro a sus oponentes que auguran la desaparición de su partido que ella no se rinde.