Mini Kate: todas las veces que la princesa Charlotte y su madre clonaron los looks
La duquesa de Cambridge cuida mucho sus estilismos y también los del resto de familia. Pero con la chica del grupo, lo de ir conjuntadas a veces se acerca a la obsesión...
El gusto de Kate Middleton por tener un armario completito que se ajuste a las modas y la agenda es algo que está fuera de toda duda. Te puede gustar más o menos ese look recatado y formal de la duquesa que, incluso cuando se pone más gamberra y transgresora, sigue cuidando las formas. Nada que ver con el gusto de su cuñada Meghan, más cercano a la pomposidad del glamour 'made in Hollywood' y que ha incomodado, en ocasiones, a la rigidez de la realeza británica.
La mujer del príncipe Guillermo no solo cuida que sus estilismos siempre estén en concordancia con lo que la ocasión requiere (más encorsetados para los grandes fastos reales y más relajados para eventos más casual), sino que su sombra se expande también en los looks del resto de su familia. Así que no es inusual ver a los miembros del clan Cambridge perfectamente conjuntados en tonalidades que respetan perfectamente el mismo pantone. Aquí un ejemplo.
Sin embargo, Kate tiene predilección por Charlotte, no tanto como madre, que la duquesa siempre se muestra tierna con los tres infantes, sino a nivel estilístico. Es con la chica con la que puede llevar ese gusto por la concordancia a niveles superiores, casi obsesivos, y ya hemos pillado varias veces a mamá Kate convertir a la princesa en su miniyo. Repasemos algunos ocasiones (aunque hay muchas más) en las que madre e hija se fundieron en un solo look.
Como dos gotas
Vayamos al origen de todo: en el bautizo de la pequeña, en julio de 2015, Kate llevaba un vestido blanco que combinaba perfectamente con las túnicas tradicionales que usaba su hija pequeña, ahora mediana.
La familia que esquía unida...
En marzo de 2016, los Cambridge se fueron a los Alpes franceses a poner en práctica sus habilidades en la nieve. Fueron sus primeras vacaciones en familia y también una de sus primeras fotografías familiares oficiales juntas. En ella vemos a Kate y la princesa luciendo monos de esqui conjuntados en tonos blancos.
Trooping The Pink
Un mes después de su primer cumpleaños, la princesa Charlotte debutaba en la celebración de Trooping The Colour, el evento que conmemora anualmente el aniversario de su bisabuela, Isabel II. En esta ocasión, el rosa fue el color por que el que apostaron la madre para su tocado y la hija para su vestido. La de 2016 fue además una celebración especial ya que se conmemoraba el 90 cumpleaños de la reina. Por cierto, que la apuesta por el tono debió de gustar porque repitieron el año siguiente. Sin embargo, en 2018 apostaron por el cambio: el azul era el nuevo rosa.
Feliz (y conjuntada) Navidad
Para asistir al servicio religioso del día de Navidad de 2016 (otro clásico en el calendario de la Casa Real británica), la duquesa de Cambrige apostó por el color burdeos, no solo en su conjunto monocromático, que acompañaba con un bolso a juego, sino también para Charlotte, que lucía unos leotardos y una horquilla de pelo en el mismo tono. En esta ocasión, su abrigo azul marino también conjuntaba con el de su padre.
La boda de Pippa
Por razones obvias, Kate no podía ir de blanco a una boda que no era la suya, algo que sí hizo su hermana, que a punto estuvo de robarle el protagonismo en el día más especial de su vida. En este caso, para asistir al enlace de Pippa Middleton y James Matthews, la duquesa se decantó por un vestido en rosa empolvado que conjuntaba con el conjunto de Charlotte y el resto de damas de honor, especialmente en el lazo que completaba el vestidito de las pequeñas.
Charlotte internacional
En su primera gira por el extranjero, la princesa y su hermano mayor, George, se convirtieron en los protagonistas del viaje que realizaron junto a sus padres en Canadá. Estuvieron ocho días en el país norteamericano, y madre e hija nos volvieron a regalar algunas fotos perfectamente coordinadas, como esta en la que vemos a Kate de azul a juego con el vestido en los mismos tonos de la princesa y un lazo que luce en el pelo. La idea de visitar países en esos tonos les debió de resultar satisfactoria porque después reperitían en su gira por Alemania y Polonia.
Un no parar
Por supuesto ha habido muchas más ocasiones en las que Kate y Mini Kate han lucido 'muyparecidascasiiguales' pero, por no aburrir, terminamos con tres ejemplos: las Navidades de 2019, en las que el abrigo de una combina con el vestido el tocado y el bolso de la otra; el tercer día de gira por Alemania, en el que ambas apuestan, una vez más, por el rosa, y una de las últimas imágenes familiares en las que hemos visto a los Cambridge aplaudiendo al equipo sanitario que combate el coronavirus en Reino Unido, conjuntados no, lo siguiente, en tonos (toda la gama de azules y lilas) y estampados.
El gusto de Kate Middleton por tener un armario completito que se ajuste a las modas y la agenda es algo que está fuera de toda duda. Te puede gustar más o menos ese look recatado y formal de la duquesa que, incluso cuando se pone más gamberra y transgresora, sigue cuidando las formas. Nada que ver con el gusto de su cuñada Meghan, más cercano a la pomposidad del glamour 'made in Hollywood' y que ha incomodado, en ocasiones, a la rigidez de la realeza británica.