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Lo de Felipe VI es calderilla... Este es el patrimonio de otras casas reales
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FORTUNAS REALES

Lo de Felipe VI es calderilla... Este es el patrimonio de otras casas reales

El hecho de que se haga público hasta el último céntimo del que disponen los monarcas no es algo muy común, aunque sí han salido a la luz algunos datos de fortunas reales

Foto: Patrimonios reales. (VA)
Patrimonios reales. (VA)

Entiéndannos la ironía, por favor. No decimos que los dos millones y medio de euros que ha declarado tener el monarca sean poco, todo lo contrario. Pero las cosas siempre hay que ponerlas en perspectiva. Y esa cantidad no parece mucho al hablar de todo un monarca, y mucho menos si la comparamos con el patrimonio que tienen otras casas reales, donde sus 'jefes' manejan cifras muchísimo más altas. Y algunas son solo una estimación, ya que la fortuna de soberanos como Alberto de Mónaco, Hans Adam de Liechtenstein o incluso Isabel II es alto secreto.

En el caso de Felipe VI, el dato ha venido motivado por ese "camino de la modernización de la Corona para hacerla merecedora del respeto y la confianza de los ciudadanos bajo los principios de ejemplaridad, transparencia, rectitud e integridad en sus comportamientos", que inició cuando fue proclamado como Rey, aquel 19 de junio de 2014. Así rezaba el comunicado enviado por la Casa Real, en el que después se detallaban las cantidades que maneja, una parte en joyas y obras de arte, y otra parte, la principal, como producto de su asignación institucional.

Foto: El rey Felipe hace público su patrimonio personal. (EFE/Javier Lizón)

El hecho de que se haga público hasta el último céntimo del que disponen los monarcas no es algo muy común que digamos. Habitualmente la cifra es algo hermético y lo que se publica en los medios suelen ser estimaciones, difícilmente exactas, ya que seguramente hay bienes o propiedades de reyes y reinas que se desconocen. Pero sí hay algunos datos claros que, quizá muy a pesar de sus propios protagonistas, sí han salido a la luz.

Además de la de don Felipe, de la fortuna real que más recientemente se ha hablado ha sido de la de Abdalá y Rania de Jordania. Las altas cifras que se manejaban y la sombra de los paraísos fiscales sobre ella hicieron que tuvieran que dar explicaciones vía comunicado. Desmintieron que, como había publicado el británico 'The Guardian', una de las cuentas que tienen en el banco Credit Suisse tuviera un saldo de 180 millones de libras. "El conteo es inexacto y exagerado", decía el comunicado. También se afirmaba que la pareja poseía 14 viviendas de lujo valoradas en 90 millones de euros.

placeholder Abdalá y Rania, en una imagen de archivo. (EFE/Pool/Olivier Douliery)
Abdalá y Rania, en una imagen de archivo. (EFE/Pool/Olivier Douliery)

También explicaba que parte del dinero con el que contaban era producto de la herencia del rey Hussein. Y lógicamente, no detallaban cuáles eran los números exactos, pero solo hay que hacer un cálculo rápido para saber que entre el dinero depositado y repartido en estas siete cuentas de Credit Suisse y las propiedades inmobiliarias, la diferencia entre el patrimonio del rey Abdalá y el del rey Felipe es abismal. Y estamos hablando solo de aquellos elementos de su fortuna que han salido a la luz gracias a investigaciones periodísticas.

Casi tan opaca es la información que existe sobre la riqueza de Alberto de Mónaco. En plena pandemia, tomó la decisión de rebajarse el suelo anual en cinco millones de euros. Un gesto muy aplaudido, pero que para él no requería demasiado esfuerzo, puesto que hablamos de que su fortuna está valorada en cientos de millones de euros. Fue tras la muerte de su padre, Rainiero de Mónaco, cuando se hizo una estimación de la fortuna del anterior soberano, con un resultado de entre 1.800 y 2.000 millones.

La mayor parte de la riqueza de los Grimaldi se explica porque ellos mismos son accionistas de la SBM, la sociedad fundada en 1863 por Carlos III para gestionar las ganancias del casino de Montercarlo, su mayor fuente de ingresos por aquel entonces, y que luego se amplió a hoteles y restaurantes, uno de los puntales de su economía. Rainiero compró un 3% de las acciones en los años 60 y, aunque se desconoce si adquirió más en años posteriores, con ellas ya se llevaba anualmente un buen pellizco de las ganancias que genera la SBM, que son muchos miles de millones anuales.

placeholder El príncipe Alberto, en una imagen reciente. (EFE/Luca Zennaro)
El príncipe Alberto, en una imagen reciente. (EFE/Luca Zennaro)

También hay que tener en cuenta para esta riqueza amasada por Rainiero de Mónaco la asignación que recibía, de 18 millones de euros anuales -diez más de los que actualmente percibe Alberto-, además de las propiedades inmobiliarias. Aunque se sospecha que hay bastantes más en posesión de los Grimaldi, algunas de las que se conocen son el castillo de Marchais, que el actual soberano heredó de su abuelo, la finca Roc Agel o un apartamento de 1.000 metros cuadrados en el edificio Belle Epoque, situado en la zona más exclusiva del principado y que estuvo alquilado por 50.000 euros mensuales hasta que se quemó en un incendio.

Cierto es que estos números habría que dividirlos entre tres, ya que estamos hablando de la fortuna que en su momento generó el padre de Alberto, Carolina y Estefanía de Mónaco. Pero, aunque repartamos entre sus herederos, el patrimonio sigue siendo muy superior al declarado por Felipe VI. De hecho, la revista 'Business Insider' la valora en unos 900 millones de euros. Una diferencia notable.

placeholder Guillermo y Máxima, en una imagen de archivo. (EFE/Koen van Weel)
Guillermo y Máxima, en una imagen de archivo. (EFE/Koen van Weel)

Y para entender por qué el rey Guillermo de los Países Bajos tiene algunos cientos de millones en su cuenta corriente, hay que saber que, a diferencia de nuestro país, allí es perfectamente lícito que los miembros de la Casa Real tengan otros beneficios al margen de la Corona. En el caso del monarca, su fortuna procede en buena parte de su herencia familiar. La reina Juliana, su abuela, tenía acciones en la empresa de hidrocarburos Shell, con las que generó una fortuna tal que, a su muerte, correspondieron a cada una de sus tres hijas 1.500 millones de euros.

A su vez, la princesa Beatriz también hizo un reparto de esas ganancias entre sus tres hijos, con 375 millones para cada uno. Si a eso le sumamos su asignación anual de alrededor de un millón de euros y propiedades privadas que se incluyen en su cartera inmobiliaria, las cuentas cuadran y volvemos a ver la diferencia que hay con el patrimonio del rey Felipe. De hecho, solo en el exclusivo yate que se compró en 2020, valorado en dos millones de euros, ya tenemos más o menos el patrimonio que el monarca español ha hecho público.

placeholder La reina Isabel, en una imagen de archivo. (EFE/Andy Rain)
La reina Isabel, en una imagen de archivo. (EFE/Andy Rain)

La fortuna de la monarca británica es quizá una de las que más se ha hablado a lo largo y ancho del mundo. No obstante, Isabel II sigue siendo la jefa de Estado de varios países, además del Reino Unido, claro está. Tan difícil es de calcular la fortuna que ha amasado la monarca en sus 70 años de reinado que incluso prestigiosas publicaciones especializadas en economía no se ponen de acuerdo. Hace un par de años, la revista 'Forbes' la calculó en 70 millones de libras, mientras que el 'Sunday Times' en 370, una diferencia más que notable.

Sea como sea, lo que tenemos claro es en qué consiste parte de esa fortuna. De momento, Sandringham y Balmoral son propiedades privadas, heredadas de sus antepasados, por lo que hay que tenerlas en cuenta a la hora de calcular su patrimonio. También hay que incluir la colección de coches clásicos, con algunas piezas antiguas y muy valiosas, las obras de arte que guarda en sus palacios y, su gran pasión, los caballos, algunos de ellos llegando a valer tranquilamente un millón de euros. Y no nos podemos olvidar de las joyas. Como sucede en las que están disponibles para la familia real española, muchas son propiedad de la Corona, pero otras son de propiedad privada, habitualmente recibidas como regalo. Y estas últimas también hay que tenerlas en cuenta para estimar el patrimonio de la reina Isabel, de nuevo muy por encima del declarado por el rey Felipe.

Otras monarquías (inmensamente ricas)

Y si comparamos el patrimonio del rey Felipe con el de otras casas reales de fuera de Europa, ya la diferencia es más que abismal. Hace un par de años, la revista estadounidense 'Business Insider' publicaba una lista de los reyes más ricos con una estimación de su fortuna. En cabeza, el rey de Tailandia, con un patrimonio neto de 30.000 millones de dólares, seguido por el sultán de Brunéi, con 20.000, procedentes sobre todo de las industrias del gas natural y el petróleo. Dos bienes que también tienen mucho que ver para que nombres como Salmán bin Abdulaziz, rey de Arabia Saudita; el jeque Jalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahayan, presidente de Emiratos Árabes, o Mohamed bin Rashid Al Maktoum, emir de Dubái, manejen 15.000, 10.000 y 4.000 millones de dólares respectivamente, al menos según lo estimado.

placeholder El rey de Arabia Saudí y el emir de Dubái, en una imagen de archivo. (EFE/Bandar Algaloud)
El rey de Arabia Saudí y el emir de Dubái, en una imagen de archivo. (EFE/Bandar Algaloud)

Pero hay otros soberanos europeos que no tienen nada que envidiarles. Es verdad que no manejan estas cantidades estratosféricas, pero tampoco les haríamos ascos, la verdad. Hablamos de Hans Adam de Liechtenstein y Enrique de Luxemburgo. En su caso, los países de los que son jefes de Estado funcionan de forma muy parecida y en ambos casos son los bancos los que generan la mayor riqueza del país. Aunque también en ambos casos su fortuna es alto secreto, 'Business Insider' las estimó en 3.500 millones y 4.000 respectivamente.

Las fortunas más pequeñas

Y ahora nos vamos al lado contrario, los monarcas menos ricos. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, Harald de Noruega. Su fortuna es un dato que Palacio considera privado, por lo que nunca han aportado más allá de la oficial, que es el sueldo público que recibe, actualmente casi ocho millones de coronas, es decir, unos 800.000 euros anuales. Aunque se ha apuntado por varias publicaciones del país que han intentado averiguarlo que su patrimonio ronda los 130 millones de coronas, unos 13 millones de euros. Este patrimonio estaría formado por las propiedades inmobiliarias de carácter privado y, sobre todo, fondos de inversión en diferentes empresas, además de acciones heredadas del rey Olav, padre del actual monarca.

placeholder El rey Harald. (Reuters/Pool/Lise Aserud)
El rey Harald. (Reuters/Pool/Lise Aserud)

Es, más o menos, la misma fuente de ingresos que tiene su homólogo sueco, y por la que ha conseguido juntar unos 30 millones de euros como patrimonio. El sueldo anual del rey Carlos Gustavo es de unos 300.000 euros -uno de los más bajos de Europa-, pero su fortuna se la debe a buenas inversiones en bolsa y a las participaciones que tiene en diferentes empresas, además de propiedades privadas, joyas y su enorme colección de vehículos, a los que es un gran aficionado.

Tampoco Margarita de Dinamarca es de las más ricas y, aunque su fortuna total es todo un misterio, se calcula en unos 40 millones de euros. Esta estimación incluiría las dos propiedades que son suyas y no del Estado, como Amalienborg y Fredensborg. El sector público valora el castillo de Marselisborg en casi 4 millones de euros, mientras que la propiedad de caza de Himmerland vale casi dos. A esto hay que sumarle obras de arte y sobre todo joyas, que componen una colección muy valiosa, con algunas piezas históricas e incalculables.

Y terminamos con Felipe de los belgas, quizá el patrimonio real más 'escaso' -insistimos, siempre comparado con otras casas reales-. Su fortuna, como la de su padre, también es un misterio, pero se descarta que maneje miles de millones como sus homólogos más cercanos. Su sueldo anual es de casi un millón de euros y se estima que su riqueza está en unos 15 millones, contando con propiedades privadas -no hace mucho adquirió una casa en Francia-, joyas, obras de arte y vehículos.

Entiéndannos la ironía, por favor. No decimos que los dos millones y medio de euros que ha declarado tener el monarca sean poco, todo lo contrario. Pero las cosas siempre hay que ponerlas en perspectiva. Y esa cantidad no parece mucho al hablar de todo un monarca, y mucho menos si la comparamos con el patrimonio que tienen otras casas reales, donde sus 'jefes' manejan cifras muchísimo más altas. Y algunas son solo una estimación, ya que la fortuna de soberanos como Alberto de Mónaco, Hans Adam de Liechtenstein o incluso Isabel II es alto secreto.

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