Amalia de Holanda reaparece con su familia tras las amenazas en un lugar muy especial

Sonrientes, felices y unidos, como nos tienen acostumbrados, han posado los cinco miembros de la familia real holandesa: los reyes Guillermo y Máxima, junto a sus hijas Amalia, Alexia y Ariane. Algo que no sería especialmente inusual (nos tienen muy habituados a sus posados familiares) si no fuera por la situación que vive la princesa heredera de los Países Bajos.

Su nombre apareció este verano en unas conversaciones entre miembros del crimen organizado que fueron interceptadas por la policía neerlandesa. Según las mismas, la princesa podría ser objetivo de los narcotraficantes más peligrosos que ha conocido el país en años. Las autoridades entendieron que la mayor de las hijas de los reyes holandeses podría ser víctima de un ataque o un secuestro.

A raíz de esas informaciones, la princesa ha tenido que recluirse en la residencia oficial de sus progenitores en La Haya y cambiar radicalmente la vida que había mantenido hasta ahora: una existencia de lo más ordinaria posible dentro de las circunstancias en las que ha nacido.

Cambio de vida

De hecho, sus planes antes de verano eran mudarse a una habitación compartida en la capital neerlandesa. Pero eso ha tenido que cambiar. La reclusión de la mayor de la tres hermanas porque su equipo de seguridad es insuficiente para garantizarle una vida “normal”, explicaría, según el diario neerlandés 'De Volkskrant', que “las amenazas contra ella son ahora mayores que cualquier seguridad que puedan garantizar unos hombres con auriculares y armas”.

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Aunque la princesa Amalia no ha podido salir de casa por razones de seguridad, según confirmaron los propios reyes cuando atendieron a la prensa durante su visita de Estado a Suecia la semana pasada, las fotos de este viernes, 4 de noviembre, vienen a trasmitir un poco de normalidad y tranquilidad en la vida de los reyes holandeses y de su familia.

Pero además este posado tiene una connotación sentimental, ya que el lugar elegido para retratarse es la catedral Nieuwe Kerk de Ámsterdam, el lugar en el que Máxima y Guillermo se dieron el ‘sí, quiero’ hace 20 años. Los actuales reyes de los Países Bajos contrajeron matrimonio el 2 de febrero de 2002 y nos dejaron una serie de imágenes que quedarán para siempre grabadas en la historia de la realeza: desde el vestido elegido para la ocasión (un diseño de Valentino de manga larga, ligero escote redondeado y aplicaciones de encaje en ambos lados de falda, que contaba con cinco metros de cola y fue realizado con micado blanco anacarado) hasta las lágrimas de Máxima al sonar un tango argentino de Astor Piazzolla, 'Adiós Nonino', que habla sobre la relación de un padre y un hijo.

De Nieuwe Kerk Amsterdam presenta estos días la exposición 'El siglo de Juliana, una reina y sus ideales', una muestra que repasa la vida de la reina Juliana, abuela materna del actual rey Guillermo. Esta amplia exposición es la biografía polifónica de una reina amada. Un siglo lleno de acontecimientos se refleja en su personalidad y sus ideales. Se presentan más de cuatrocientos objetos: pertenencias personales, arte visual, documentos históricos y fotografías, vestidos de noche famosos, fragmentos especiales de películas, vajillas reales y más. La familia real ha podido disfrutar de un recorrido por los distintos elementos que presenta la retrospectiva.

Veinte años después de jurarse amor eterno, Máxima y Guillermo siguen siendo una de las parejas más enamoradas y compenetradas de la realeza, así como una de las más consolidadas. Junto a sus tres hijas forman una familia muy unida que estos días vive momentos complejos y que, a juzgar por estas nuevas imágenes, intenta retomar la cotidianidad. “Es posible que ya lo hayáis escuchado, pero Amalia ahora no puede vivir en Ámsterdam. Eso tiene enormes consecuencias para su vida porque eso significa que no puede llevar una vida de estudiante como los demás y que en realidad no puede salir”, aseguraba Máxima en 'De Telegraaf' hace unos días. “Estoy muy orgullosa de cómo lo está gestionando”, explicaba sobre la forma en que su hija Amalia está afrontando la complicada situación, pero "no es agradable ver a tu hija infeliz". Hoy han vuelto a dar una nueva muestra de fortaleza y unidad ante la adversidad.