¿Qué es el strobing y por qué es capaz de realzar la iluminación de la cara?

¿Luz estroboscópica? Sí, has leído bien: luz estroboscópica para tu rostro. Esa es la traducción más literal del término inglés strobing, o lo que es lo mismo, “inmovilidad aparente por ilusión óptica”, según los ilustres académicos de la Real Academia Española de la Lengua. Para otro grupo profesional ilustre, los maquilladores, strobing es la técnica de maquillaje que realza y da luz a aquellas zonas del rostro que deseamos destacar. Claro está, para los hábitos de belleza del día a día mejor nos quedamos con esta segunda acepción.

La aplicación de un iluminador con el objetivo de ensalzar determinados puntos faciales no es una práctica de maquillaje nueva, forma parte del repertorio de trucos mágicos de los profesionales en la materia desde hace mucho tiempo. Lo que ocurre es que ha sido renombrada. Cosas que pasan cuando las influencers, it girls’y celebrities en general popularizan y difunden una técnica tan útil y sencilla como la del strobing. Sus resultados son además muy buenos: un acabado natural y luminoso que aporta tanta elegancia a tu rostro como cualquier prenda del más alto nivel del prêt-á-porter a tu cuerpo.

Efecto strobing

Ha sido Kendall Jenner Kardashian quien ha transformado en tendencia esta técnica de iluminación facial, como ya hiciera su archiconocida hermana mayor Kim Kardashian con el contouring (técnica de maquillaje para afinar las facciones a través del contraste de tonos claros y oscuros). Kendall ha demostrado que con el strobing es posible definir y aumentar áreas concretas del rostro, especialmente las zonas de los pómulos, la nariz, la barbilla, las cejas, los ojos y los labios, aplicando un iluminador especial después de haber extendido la base del maquillaje y el corrector de ojeras. Los principales efectos que logramos gracias al strobing son:

• Corregir el denominado efecto `ojos hundidos´.
• Aumentar la aparente distancia entre los ojos así como entre la nariz y los labios.
• Disminuir los rasgos faciales de un rostro excesivamente redondo.

Como señalábamos anteriormente, aunque el strobing es una técnica empleada por los profesionales, resulta sencilla de imitar. Sabiendo cómo y con qué no hace falta recurrir a los maquilladores de las estrellas para conseguir sus efectos deslumbrantes (y nunca mejor dicho).

Cómo poner en práctica la técnica del strobing

Lo primero de todo es elegir el iluminador más adecuado según la tonalidad de cada piel. Se puede recurrir a las marcas habituales o consultar a personal cualificado sobre cuál es el más apropiado dadas las características específicas de cada piel. Con el iluminador como herramienta indispensable ya se puede conseguir el mejor strobing:

• Aplicar la base de maquillaje de uso habitual. Procurando que sea ligera para favorecer el resultado de naturalidad que va a potenciar el efecto strobing.
• Es el momento del antiojeras. También con él se debe seguir la rutina normal de aplicación.
• Llegó la hora de estrenar iluminador. Aplicándolo en las zonas que se quiere ensalzar (parte alta de los pómulos, punta de la nariz y aletas, barbilla, huesos de las cejas, lagrimal y arco de Cupido, es decir, entre el nacimiento de la nariz y el labio superior) o en aquellas otras que se desea mitigar (pronunciación excesiva del hueso o rasgos muy redondeados).

Detalles a tener en cuenta con el strobing

Como se puede comprobar, resulta muy sencillo dar luz al rostro mediante esta técnica pero es importante atender a las siguientes cuestiones:

• Sus efectos mejoran en pieles de tonalidad clara. Para pieles grasas es recomendable una aplicación muy suave.
• Si en el mismo maquillaje se ha empleado la técnica de contouring conviene no excederse con una iluminación extra.