Las sombras de ojos de la infanta Sofía, el truco de maquillaje GenZ para iluminar la mirada
La presencia de la infanta Sofía en el desfile del 12 de octubre, con un vestido 'polka dot' de Carolina Herrera no solo fue un éxito por su look, también lo fue por su maquillaje
La reina Leonor y la infanta Sofía durante el desfile del 12 de octubre. (Limited Pictures)
Dentro del protocolo y el plano discreto en el que se mantienen todas sus apariciones, la infanta Sofía siempre se ha caracterizado por tener un look muy personal y definido.
No ha cortado su cabello en mucho tiempo, es de las pocas royal que luce un auténtico melenón que sobrepasa la altura del pecho y sus peinados suelen incluir elementos como semimoños o baby braids (trenzas finas).
Detalle del maquillaje de la infanta Sofía en el 12 de octubre. (Limited Pictures)
Entre los básicos de belleza de la familia real hay elementos inalterables como los labiales hidratantes de tono natural y brillo gloss, el bronceador, la máscara de pestañas o el trabajo de las cejas, para que siempre estén perfectas, aunque parezcan ir al natural.
En la última aparición de la infanta Sofía, algunos de estos tips royal desaparecían, en pro de una nueva tendencia de maquillaje a la orden del día, el look monocolor: Replicar el mismo tono en labios, ojos y mejillas. En el caso de Sofía, su look no era 100% monocromático, aunque sí se lograba el efecto, algo que se debía al color de su sombra de ojos.
Detalle del maquillaje de la infanta Sofía en el 12 de octubre. (Limited Pictures)
La Infanta lucía una luminosa sombra de ojos en color rosa palo, ligeramente satinada por todo el párpado móvil. Este atrevido gesto lograba abrir sus ojos y le aportaba mucha luminosidad a la mirada, pudiendo prescindir de otros colores más oscuros. El tono pastel se fundía a la perfección con su piel, de ahí que resultara prácticamente imperceptible a simple vista.
Para que el ojo resaltara, y no quedara invisible ante el tono pastel de la sombra, no faltaba la máscara de pestañas que se trabajaba de raíz a puntas, haciendo especial hincapié en las pestañas del final para lograr la sensación de un ojo más rasgado y así prescindir del delineado. Parecía que había eyeliner, pero no.
Para continuar con el efecto de un ojo definido, puede llegar a apreciarse a ras de las pestañas inferiores, un toque de sombra de ojos marrón, simplemente para darle un toque más dramático. El mismo gesto se replicaba en el párpado superior, de modo, logrando un efecto ahumado. Y para aumentar el contraste, también puede intuirse lápiz de ojos claro en la línea de agua, abriendo aún más el ojo.
Detalle del maquillaje de la infanta Sofía en el 12 de octubre. (Gtres)
La sensación de un maquillaje monocolor se conseguía gracias al combo del rubor de las mejillas, entre un tono rosa y melocotón, y el del labial coral. El colorete estaba tan difuminado que se perdía con la piel de la infanta Sofía. Al aplicarlo desde el centro del pómulo hacia la zona más externa, la sensación era la de unas mejillas realzadas y, prácticamente, del mismo tono que los ojos.
Detalle del maquillaje de la infanta Sofía en el 12 de octubre. (Gtres)
Habitual del lip combo de lip oil y perfilador, en esta ocasión Sofía optó por menos brillo y más color. Si bien es cierto que la definición del labio nos lleva más a pensar en el uso de un lápiz para perfilar la boca, el contraste con el resto del labio es casi imperceptible, prueba de que se buscaba un toque más natural. Tampoco había brillo.
El efecto era más el del propio color del labio intensificado con un labial de larga duración de un tono nude anaranjado, más próximo al coral. De este modo, el rostro de la Infanta se movía todo el rato en la misma paleta de colores. Una forma muy inteligente de sublimar sus rasgos sin caer en un maquillaje recargado.
Dentro del protocolo y el plano discreto en el que se mantienen todas sus apariciones, la infanta Sofía siempre se ha caracterizado por tener un look muy personal y definido.