El valiente testimonio de la cantante Vega al hacer frente a las secuelas del coronavirus

Siempre cercana con sus seguidores, Vega ha querido compartir con ellos la complicada situación a la que se enfrenta desde que le diagnosticaron coronavirus, una enfermedad que consiguió superar, pero que le ha dejado secuelas que todavía arrastra, algunas visibles y otras no tanto.

Así, quien fuera concursante de la segunda edición de ‘Operación Triunfo’ ha querido dejar claro que tener una profesión que hace que seas conocida no te libra de tener que afrontar como el resto de las personas las muchas y variadas secuelas que este virus puede provocar.

La artista ha querido compartir un selfi con sus seguidores, un “ejercicio de vanidad” que ha acompañado de una profunda reflexión en la que también ha tenido tiempo para esta sincera confesión, que ha dejado a todo el mundo asombrado.

“Hace un mes me diagnosticaron una alopecia, secuela de la covid. La estoy tratando a ver si hay suerte”, explica a todo aquel que quiera leerla. La pérdida de cabello es una de las secuelas más llamativas entre quienes han padecido esta enfermedad, aunque no aparece en todo el mundo.

La artista teme acabar perdiendo completamente el cabello y, según explica, “de ahí la vanidad de una foto con pelo mientras dure. No me asusta, ya me vi rapada al cero por voluntad. Sea como fuere mi cabeza seguirá igual de redonda, igual de terca, igual de obstinada, igual de tierna, igual de fría, igual de llena, que a fin de cuentas es lo que más me importa”.

Aunque esta sea la parte más llamativa de su recuperación, no es la única y desde luego no es la más dolorosa. “Mi espalda está dolorida, todos los días, a partir de la media tarde me cuesta aguantar el tipo, a veces falta el aire y las migrañas se suceden danzando despreocupadas. Ellas nunca se confinaron”.

Vega, de 41 años, es madre de una niña, Noa, de unos cuatro años, fruto de su matrimonio con el empresario José María Rivera, con quien se dio el 'sí, quiero' en el año 2014.

Los comentarios de apoyo no se han hecho esperar, numerosas muestras de cariño que le mandaban mucho ánimo y fuerza para todo lo vivido y lo que queda por delante, como el caso de su compañero de reality Manuel Carrasco, que le escribía un cariñoso mensaje: “¡Tan de verdad tú! ¡Palante!”.

Sin embargo, las consecuencias físicas no son las únicas que ha querido señalar porque también hay otras, las psicológicas, a las que en ocasiones prestamos menos atención, pero que también la necesitan.

Tras unas duras palabras, en las que deja claro que gran parte de la culpa de todo lo que está pasando es por vivir en una “sociedad individualista, carente de todo y que solo atiende al interés propio”, también deja ver un poco de esperanza.

“Esa soy yo ahora. La que ya no sabe qué pensar y camina ausente. Ausente, pero decidida, porque encontraré la forma de volver a vivir. Tengo esa determinación a sobrevivir a todo lo que me planta cara. Cosas de reinas de carne y raspa”.