Muere el periodista Antonio Burgos, su retrato más íntimo: de su mujer Isabel y su hijo Fernando a las amenazas de ETA

Este miércoles, 20 de diciembre, fallecía el periodista sevillano Antonio Burgos a los 80 años, tan solo 6 días antes de que la Junta de Andalucía le fuera a entregar el premio a la trayectoria profesional en la 38º edición de los Premios Andalucía de Periodismo. Este andaluz nació en Sevilla el día del patrón de su ciudad, el 30 de mayo de 1943, muy cerca de la plaza de toros de la Maestranza, donde le gustaba ir a ver torear a Curro Romero.

Escritor, poeta y periodista, sus padres fueron un sastre que regentaba su propio negocio y una zapatera exclusivamente infantil. Tenía dos hermanas, Pilar (como su madre) y Fina, que siguieron la estela familiar del calzado. No así Antonio, llamado igual que su padre, que estudió con los jesuitas y después Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, además de Filología Románica en Madrid y de graduarse en la Escuela Oficial de Periodismo en 1966.

Antonio Burgos estaba casado con Isabel Herce y era padre de un hijo, llamado Fernando. A su mujer le escribió en 2020 una columna en el diario ‘ABC’, donde comenzó como redactor en la filial de Sevilla en 1966, para acabar siendo redactor jefe once años después, siendo nombrado subdirector en 1984. Estuvo treinta años ligado a este diario en el que declaró su amor por su esposa.

Se hicieron novios, contaba, en el Mesón del Estudiante de los bajos de la Academia Aizpuru y, después de toda una vida juntos, aseguraba que su mujer era su “mejor capital” por su continuo apoyo “paciente, entregado, resignado, aguantándome manías y adversidades”. A ella la llamaba de broma “la jefa de mi casa civil” y aseguraba que “nada sería sin ella”.

Incluso afirmaba que “si digo que la quiero más que a Sevilla no le hago más que justicia”. A su lado estuvo cuando, en octubre de 2000, ETA quiso atentar contra él y tras las amenazas recibidas decidió trasladarse a vivir a Suiza durante un año. Isabel es enfermera y han pasado toda su vida juntos desde “el flechazo del amor de una noche”.

Hijo predilecto de Andalucía, su otra pasión además de su familia y escribir eran los gatos. Fallecía este 20 de diciembre por una enfermedad respiratoria crónica tras permanecer ingresado. Entre los premios durante su dilatada carrera cuenta con el Mariano de Cavia, el Mariano José de Larra, el Joaquín Romero Murube, el Luca de Tena y el González Ruano, entre otros.