Cuatro consejos a la hora de ir a restaurantes con niños y que se porten bien
Los pequeños a veces no entienden las normas sociales por las que se rigen los adultos y pueden llegar a llamar la atención
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Ir a un restaurante en familia puede ser una experiencia maravillosa, pero también puede convertirse en un desafío cuando hay niños pequeños. La clave para disfrutar de una salida familiar sin estrés radica en tener estrategias que permitan que los más pequeños se comporten bien y todos puedan pasar un buen rato. Aquí te compartimos cuatro consejos prácticos para lograrlo:
Antes de salir, es fundamental seleccionar un lugar que se adapte bien a la presencia de niños. Los restaurantes familiares suelen tener áreas de juegos, menús infantiles y un ambiente más relajado, donde los niños pueden sentirse más cómodos y disfrutar la experiencia. Opta por restaurantes donde los tiempos de espera no sean muy largos y el ambiente no sea demasiado formal. Algunos lugares incluso ofrecen actividades como dibujos o juegos de mesa, que pueden mantener entretenidos a los niños mientras llega la comida.
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Explicar a los niños las normas básicas del restaurante puede hacer una gran diferencia. Hablar con ellos de antemano sobre el comportamiento esperado (como no gritar, permanecer sentados y ser respetuosos con otros comensales) les da un marco claro de lo que se espera.
En lugar de simplemente dar órdenes, puedes transformar esto en un juego: "¿A ver quién puede quedarse en su asiento durante toda la comida?". Hacerlo de manera divertida y positiva puede ayudarles a entender la importancia de portarse bien sin sentirlo como una imposición.
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Los niños suelen ser impacientes, y los tiempos de espera pueden ser difíciles de manejar para ellos. Para evitar el aburrimiento, lleva contigo juegos pequeños, como rompecabezas, libros para colorear o incluso una libreta y lápices de colores. Esto les permitirá tener algo que hacer mientras esperan la comida y reducirá las posibilidades de que se sientan inquietos. Algunas familias también optan por el uso de dispositivos electrónicos; si eliges esta opción, asegúrate de llevar audífonos y de establecer un límite de tiempo.
Permitir que los niños elijan lo que desean comer (dentro de las opciones disponibles) les da una sensación de autonomía que puede ayudarlos a sentirse parte de la experiencia y a comportarse mejor. Explícales el menú de una forma sencilla y deja que escojan algún plato que les atraiga. Esta pequeña independencia les ayuda a mantenerse interesados en el proceso de la comida, a esperar con entusiasmo y, en muchos casos, a probar nuevos alimentos.
Ir a un restaurante en familia puede ser una experiencia maravillosa, pero también puede convertirse en un desafío cuando hay niños pequeños. La clave para disfrutar de una salida familiar sin estrés radica en tener estrategias que permitan que los más pequeños se comporten bien y todos puedan pasar un buen rato. Aquí te compartimos cuatro consejos prácticos para lograrlo: