Lorenzo Caprile habla alto y claro tras analizar un vestido de Shein: "En España costaría 600 euros"
El diseñador habla sobre la hipocresía de los discursos sostenibles y la compra en este tipo de empresas
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En los últimos años, la creciente alza en el costo de vida en España ha generado un cambio significativo en los hábitos de consumo, especialmente entre los jóvenes. Con salarios que apenas alcanzan para cubrir los gastos básicos, la búsqueda de alternativas más económicas se ha convertido en una necesidad. Este fenómeno ha dado lugar al auge de plataformas de comercio electrónico como Shein y Aliexpress, que ofrecen ropa y accesorios a precios considerablemente más bajos que las cadenas textiles tradicionales.
Shein, en particular, se ha convertido en un fenómeno global al permitir a los consumidores adquirir productos a una fracción del precio de las tiendas locales. Desde vestidos de gala hasta accesorios cotidianos, su catálogo abarca una inmensa variedad de opciones. Sin embargo, este modelo de negocio, aunque atractivo para los bolsillos, ha suscitado preocupaciones tanto en términos de calidad como de sostenibilidad.
El programa 'Equipo de Investigación' de LaSexta ha analizado este fenómeno, profundizando en cómo estas plataformas logran ofrecer precios tan competitivos. En uno de sus últimos episodios, el reconocido diseñador Lorenzo Caprile examinó una prenda emblemática del Shein: un vestido de gala azul con pedrería, valorado en 70 euros. Aunque Caprile reconoció que la relación calidad-precio no era del todo mala, destacó importantes deficiencias en los materiales y la confección. Además, según el diseñador, detrás de estos precios bajos se esconden condiciones laborales que no cumplen con estándares éticos básicos.
Al analizar el vestido, Caprile detalló que sus materiales, principalmente plásticos, y los acabados, dejaban mucho que desear. “No podemos esperar alta calidad por este precio”, afirmó. Además, una clienta que probó la prenda describió una experiencia incómoda debido a la baja calidad de las telas. El modista enfatizó que un vestido de características similares producido en España costaría alrededor de 500 o 600 euros, unas diez veces más caro. Esto llevó al diseñador a reflexionar sobre el verdadero costo humano detrás de estas prendas. “Hay mucha mano de obra explotada”, lamentó Caprile, señalando la contradicción entre los ideales de consumo sostenible y la práctica de comprar en plataformas que perpetúan condiciones laborales precarias.
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La facilidad de acceder a ropa asequible y variada es innegable, pero también plantea preguntas éticas y sostenibles. La contradicción es evidente: al igual que se defiende el comercio de proximidad y el consumo responsable, muchas veces se cede ante la tentación de ofertas irresistibles.
El auge de plataformas como Shein refleja una tendencia global hacia el consumo rápido y masivo, que prioriza la cantidad sobre la calidad. Si bien es comprensible que muchos consumidores busquen alternativas económicas en tiempos de crisis, esta práctica puede tener consecuencias devastadoras a largo plazo para la sostenibilidad de la industria y la ética del consumo. Lorenzo Caprile lo resume con una reflexión contundente: “Estas son las preguntas que deberíamos hacernos cuando nos enfrentamos al insomnio y al afán consumista”.
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En los últimos años, la creciente alza en el costo de vida en España ha generado un cambio significativo en los hábitos de consumo, especialmente entre los jóvenes. Con salarios que apenas alcanzan para cubrir los gastos básicos, la búsqueda de alternativas más económicas se ha convertido en una necesidad. Este fenómeno ha dado lugar al auge de plataformas de comercio electrónico como Shein y Aliexpress, que ofrecen ropa y accesorios a precios considerablemente más bajos que las cadenas textiles tradicionales.