Cinco trucos para evitar el picoteo entre horas que te impide adelgazar
No siempre es fácil dejar de picar entre horas, por eso te damos unos sencillos trucos que puedes poner en práctica para conseguirlo
Uno de los problemas más habituales que nos surgen cuando intentamos perder peso es nuestra incapacidad de dejar de picar entre horas. Cedemos a la tentación sin apenas darnos cuenta y sin plantearnos el motivo que nos lleva a sentir la necesidad de comer en cualquier momento del día.
Porque cuando hablamos de picar entre horas no nos referimos a ese snack saludable que tomamos en el momento adecuado, sino a esas ocasiones en las que lo hacemos casi sin pensar y, normalmente, recurriendo a alimentos poco recomendables, ricos en sal, grasas o azúcares.
Para que esto no suceda y puedas tener éxito en la meta de cuidar tu alimentación y perder un poco de peso, hay algunos trucos que puedes poner en práctica desde ya. El primero de ellos es aprender a distinguir entre hambre y aburrimiento.
Seguro que más de una ocasión te has encontrado sin nada mejor que hacer que ir a la cocina, abrir la nevera y ver qué puedes llevarte a la boca. Es importante aprender a pararnos y pensar, esperar un tiempo y ver si el deseo por comer sigue ahí o ha sido un impulso momentáneo.
¿Te comes unas galletas porque tienes hambre? Plantéate si en su lugar te comerías una manzana, si no es así, lo que desas es darte un capricho.
Otra forma de solucionar esto es dejar de aburrirnos, algo que parece muy sencillo de decir, pero no tanto de hacer porque entonces, nunca nos aburriríamos. Busca una ocupación que te entretenga y ponla en práctica, pasear, leer, meditar… ocupa tu mente.
Una hidratación adecuada puede ayudarte a evitar picar entre horas. En ocasiones confundimos el hambre con la sed, cuando sientas un poco de hambre, bebe un vaso de agua. De esta manera te sentirás más saciada mientras te aseguras de que la necesidad de comer es real y te mantienes hidratada, algo muy importante para nuestra salud.
Una adecuada planificación de las comidas también puede servirte de ayuda, si haces cinco comidas diarias, hay menos posibilidades de que sientas hambre entre ellas y optes por comer algo que no le conviene a tu salud.
Si comes cada 3 o 4 horas evitarás sentir hambre y no dejes pasar más de cinco horas entre una comida y la siguiente. Come de forma ligera, pero asegúrate de que la comida y la cena sean completas y equilibradas, con alimentos ricos en fibra, proteínas e hidratos de carbono complejos, y no te saltes el desayuno.
Reduce el consumo de azúcar, tomar alimentos muy dulces, como la miel o el chocolate hace que en el momento nos sintamos saciados, pero es una sensación momentánea, pronto tendremos hambre de nuevo.
También conviene eliminar tentaciones y no tener en casa productos que no sean beneficiosos para nosotras, como bollería industrial, mejor tomar frutas, yogur o un huevo duro.
El último de los consejos que te damos es también uno de los más sencillos de poner en práctica: después de comer, lávate los dientes. El frescor y la limpieza que notarás hará que tengas menos ganas de volver a comer y así podrás esperar hasta la hora de la siguiente ingesta saludable que tienes planificada.
Como ves, con un poco de fuerza de voluntad, constancia y, sobre todo, planificación, puedes conseguir todo lo que te propongas.
Uno de los problemas más habituales que nos surgen cuando intentamos perder peso es nuestra incapacidad de dejar de picar entre horas. Cedemos a la tentación sin apenas darnos cuenta y sin plantearnos el motivo que nos lleva a sentir la necesidad de comer en cualquier momento del día.