Dieta Okinawa, adelgaza con el secreto japonés de la longevidad

Cada vez que aprendemos que en algún lugar del mundo sus habitantes viven más tiempo, prestamos atención a los que podemos aprender de ellos. Eso es lo que sucede con la isla japonesa de Okinawa, donde su población, no solo tiene una tasa de longevidad mayor que la del resto del planeta, con un gran número de habitantes centenarios, sino que además, estos permanecen activos y saludables durante más tiempo.

La alimentación de esta zona, un tipo de dieta baja en calorías y grasas, se ha considerado en gran parte responsable de esto, por supuesto sumado a otros factores, como la genética, las costumbres, las condiciones climatológicas o sus hábitos de vida. A lo largo del tiempo esta dieta se ha ido occidentalizando, incluyendo otros alimentos menos saludables, pero la original tiene grandes beneficios para la salud.

Este estilo de alimentación está asociado con bajas tasas de obesidad, así como a un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Esto es así porque además de ser baja en grasas y calorías, es rica en flavonoides, que tienen efecto antioxidante y protegen nuestro cuerpo de los radicales libres y del estrés oxidativo. Esto podría llevar a aumentar la esperanza de vida, disminuyendo el efecto negativo del paso de los años.

La dieta Okinawa se basa en el consumo de alimentos vegetales, tofu y soja, así como derivados de las legumbres, reduciendo en gran parte el consumo de alimentos de origen animal. Igual que hemos aprendido a hacer nosotros para cuidar nuestra salud, ellos apostaban por una alimentación real, donde no tenían cabida los ultraprocesados, además de ser muy baja en sodio, azúcares añadidos y grasas saturadas, primando el consumo de grasas de calidad.

Las verduras, verdes y amarillas, suponen la mayor parte de la alimentación de esta dieta, así como las hortalizas. Se insta al consumo de granos enteros, sobre todo cereales como el arroz, el trigo y el mijo; se incluyen raíces vegetales como la batata morada y también distintos tipos de algas. Se reduce un poco el consumo de legumbres, porque las proteínas las obtienen gracias al tofu, el miso, la soja y derivados.

Apenas toman lácteos e incorporan un mínimo de carne diaria, sobre todo de cerdo, así como pescados y mariscos, que son más abundantes en su alimentación. Suelen prescindir de los postres, lo que reduce su consumo de azúcar, y priorizan las frutas con menos hidratos de carbono, como las frambuesas, los arándanos o los pomelos. Además, como era de esperar, consumen gran cantidad de té, sobre todo verde, lo que ayuda a incorporar más antioxidantes a su dieta.

Para alcanzar sus niveles de longevidad no es suficiente con adoptar su forma de alimentación, ellos también siguen otras pautas, como mantenerse en forma llevando siempre una vida muy activa. También intentan comer despacio, dejando de comer antes de sentirse saciados para evitar hacerlo en exceso, evitan el picoteo entre horas y tienen un horario de comidas estable, algunos factores que son ideales para mejorar nuestras costumbres a la hora de comer y que también nos propone en mindulf eating para adelgazar.

Esta dieta es solo una pequeña parte de lo que los habitantes de Okinawa hacen para ser los más longevos y saludables, por lo que si queremos emularles, hay muchas posibilidades de que los resultados no sean los mismos. Si queremos cambiar nuestra forma de alimentación en busca de mejoras para nuestra vida, un buen primer paso es ponernos en manos de profesionales que nos ayuden a conseguirlo.