Quién es Desiré Cordero, la modelo sevillana que ha enamorado a Mario Casas

Este miércoles, las revistas del kiosco sorprendían con el que sin duda será uno de los grandes romances del verano. El corazón de Mario Casas, uno de nuestros solteros de oro más solicitados, está de nuevo ocupado y su propietaria tiene nombre, apellido y un rostro que posiblemente les resulte familiar.

Hablamos de la modelo Desiré Cordero, de 28 años, natural de la localidad de Mairena de Aljarafe, pueblo muy próximo a Sevilla donde creció y empezó en el mundo de la moda con 17 años. En el año 2014 saltó a la fama tras conseguir el título de Miss España y después el octavo lugar en Miss Universo. Dos títulos que catapultapultaron su carrera sin provenir de una familia dedicada a esta industria. Sus padres tienen una empresa de aluminio y cristalería y aunque son muy conocidos en la zona, estos certámenes fueron determinantes para triunfar en el competitivo ecosistema de la moda.

Parejas conocidas y muy independiente

Mide un metro ochenta, tiene los ojos verdes, una gran simpatía y es muy independiente: en los últimos años ha vivido sola y fuera de Sevilla para cumplir sus sueños.

Desde muy jovencita ha tenido parejas estables, por lo que este nuevo romance con el actor, podría ir tan en serio como parece. Cuando ganó Miss España era novia del hijo de Fernando Hierro, Álvaro Ruiz, una relación muy formal con sólo 21 años. Llegó a convivir con él y sus padres en Madrid.

Su sueño por aquel entonces era convertirse en un ángel de Victoria’s Secret e irse a vivir a Nueva York con Álvaro. La pareja rompió al año siguiente y desde entonces a Desiré siempre se le ha visto acompañada de futbolistas muy conocidos.

Fue novia de Enzo Renella, se la relacionó con Cristiano Ronaldo el verano del 2016 y hasta el pasado mes de enero salió con el jugador argentino Joaquín ‘El Tucu’ Correa, al que conoció cuando jugaba en el Sevilla F.C.

El hecho de que hasta ahora todas sus parejas hayan sido futbolistas y deportistas dicen que es porque ella lo es también, lleva una vida muy sana y se cuida mucho. “Es normal que salgas con personas que pertenecen a tu círculo habitual, además es una chica que jamás pasa desapercibida, eso es evidente” nos responden desde su círculo más cercano.

No obstante, Desiré suele ser muy discreta con su vida privada y ha procurado en la medida de lo posible mantenerse al margen de comentarios y rumores. Es una mujer de relaciones largas, muy romántica y deportista aunque también asegura que no vive obsesionada con su físico.

“De vez en cuando me doy caprichos, me gusta tratarme la piel y a veces algún masaje relajante pero tampoco soy fanática de estos tratamientos. Para mi día a día me gusta ir con un estilo desenfadado. Cuando salgo de noche me gusta siempre el tacón, ser elegante y sexy a la vez” confesó a este medio hace unos años tras un desfile en la pasarela SIMOF.

Una vida entre Madrid y Barcelona

Aunque su familia vive en Sevilla, ella se trasladó por motivos de trabajo a Madrid siendo muy jovencita y ya entonces decía que le gustaría trabajar en televisión. “No me cierro a nada y me atrevería a probar de todo, porque me atraen muchas cosas a nivel profesional” declaraba entonces.

Desiré ha vivido entre Madrid y Barcelona desde entonces, ciudades en las que trabaja muchísimo como modelo publicitaria, aunque siempre vuelve a su pueblo y a su barrio de Lepanto, donde la describen como “una chica muy cariñosa y familiar”. Procura no perderse ningún año la Feria de Abril y ha desfilado en la Pasarela Internacional SIMOF, creada por Raquel Revuelta, con la que comenzó en la moda.

Sus compañeras en la pasarela hablan de ella como una persona tranquila y a veces callada: “No era la típica que siempre está de broma, es más reservada pero se apuntaba a todos los planes, ella es más tranquila. Guapísima y con un cuerpazo, sus piernas son su punto fuerte y ha trabajado mucho en lencería”.

Además de ser muy viajera y apasionada del mar entre sus sueños está el de tener su propia familia. Dicen sus amigos “para las relaciones es muy tradicional, en un futuro se ve formando una familia como la suya y con hijos, es muy familiar y además cuando se enamora apuesta al cien por cien por el amor”.

El mar es su otra gran pasión, hasta el punto que le hubiera gustado estudiar Oceanología. Los animales también son su debilidad y además, el mundo del cine y la interpretación, por lo que seguramente antes de conocer a Mario Casas ya lo admiraba. De hecho, el actor ha estado rodando en Sevilla varias de sus películas. La última fue ‘Adiós’ en 2019 bajo la dirección de Paco Cabezas. Antes había trabajado en ‘Grupo 7’, esta vez a las órdenes de Alberto Rodríguez y la ciudad, según nos cuentan, dejó en él muy buen sabor de boca.

¿Se conocerían durante uno de esos rodajes?