Los familiares y amigos de Álvaro Prieto se despiden del joven futbolista en su funeral

Hace una semana que la vida de Álvaro Prieto y de su familia cambió abruptamente para siempre, con un trágico final para el joven futbolista de 18 años. Hoy, en medio de un silencio inquebrantable, los familiares y amigos de Álvaro le han dado el último adiós en el funeral que se ha celebrado esta mañana en la iglesia de la Trinidad de Córdoba.

A la llegada del cuerpo de Álvaro, sus amigos eran los encargados de portar el féretro, rodeado de coronas de flores. Silencio absoluto y mucho dolor, en unos difíciles momentos en los que solo se oían las campanas de la iglesia. Repleto de familiares y amigos que han querido estar en el último adiós al futbolista, el templo se llenaba de las personas que han formado parte de la vida de Álvaro en estos 18 años: compañeros de universidad, amigos de toda la vida o incluso jugadores del equipo juvenil Córdoba se despedían de él para siempre.

Las últimas horas en la vida de Álvaro Prieto

Mientras el país amanecía de fiesta por el Día de la Hispanidad, el paradero del deportista cordobés mantenía en vilo a todo el país. Tras salir de fiesta con un amigo que estudia y reside en Sevilla, Álvaro perdió el tren que debía coger para volver a su casa junto a su familia en Córdoba. Comenzaba una búsqueda que, finalmente, concluía con el hallazgo de su cuerpo entre dos vagones de un tren averiado en la estación de Santa Justa.

Un reportero de TVE que se encontraba en un directo de su programa encontraba un cuerpo que, por la ropa que portaba, parecía indicar que fuera el del joven cordobés. Tras confirmarse que la identidad del cuerpo hallado era la suya, la autopsia determinó que Álvaro Prieto murió electrocutado sobre las 10 de la mañana del día 12 de octubre con la catenaria de dicho tren averiado, al que había accedido trepando desde el suelo y no desde un puente, como en un principio se barajó desde la investigación policial.

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Un trágico y triste suceso que dejó roto al círculo del joven de 18 años y especialmente a sus padres, Rafael Prieto y Julia López. Destrozados por la muerte de su hijo, la familia decidió enviar un comunicado en el que rogaba respeto e intimidad para despedir a su hijo, al tiempo que agradecía a la Policía Nacional de Sevilla “su profesionalidad y calidad humana”.

También quiso despedirse públicamente de Álvaro el amigo que estuvo junto a él en su última noche con vida. Este escribió una emotiva carta en la que recordó algunas de sus aventuras y momentos juntos. “Mi hermano, ¿cómo andas por allí? Ya se te echa muchísimo de menos, yo sé que tú a nosotros también, como cuando me escribías y me llamabas para preguntarme qué tal me iba por Sevilla y comentarme las ganas que tenías de verme”, comenzaba el escrito del joven amigo de Prieto.

"Te quiero dar las gracias por estar todos los días, desde muy chicos pegado a mí, de mi mano. La de recuerdos que tengo contigo y que no se van a borrar de mi cabeza jamás (...). No sabes lo que te quiere la gente y la huella que dejas en el mundo. Es muy muy muy grande, de verdad. La gente te quiere mucho y eso es por algo. Sigue disfrutando, haciendo feliz a la gente por allí arriba y con esa lucha incansable que no hay una cosa que se te dé mejor”, expresaba con mucho dolor este amigo, ante la pérdida de Álvaro.