El torero Juan Ortega reaparece (y triunfa) vestido de luces en México

Seguramente le hubiera gustado mucho más protagonizar otro tipo de titulares, pero la actualidad se centró en que había decidido cancelar su boda solo unas horas antes de ese esperado 'sí, quiero' que al final no fue. Ahora, el torero Juan Ortega ha reaparecido, y triunfado, vestido de luces en México, en una tarde para el recuerdo y que reflejan todos los medios especializados.

Así, objetivo conseguido. El propio Ortega ha intentado huir de la polémica que se generó tras esa decisión que, muy a su pesar, saltó a los medios de comunicación nacionales y fue carne de debate en muchas tertulias televisivas. Desde ese refugio que encontró junto a los suyos, lo único que quiso que se supiera es que se iba a centrar en su profesión y en la nueva temporada. Dicho y hecho.

Hace unos días lo veíamos en el aeropuerto rumbo a México, donde iniciaba la temporada este fin de semana. Prefirió no hacer declaraciones, puesto que ya había aclarado todo lo que consideró oportuno en los micrófonos del programa de radio conducido por Carlos Herrera. Un entorno amigo que le permitió, sin presión, contar lo que quiso y como quiso de esa 'no boda'.

Uno de los titulares más llamativos de esa entrevista fue el siguiente: "Al final es algo que tienes en la cabeza, no fue fruto de un arrebato o un calentón, soy una persona que le gusta pensar las cosas. Estaba solo en mi habitación, y la primera persona a la que llamé fue a Carmen, luego a mis padres y luego al cura que nos iba a casar". Y añadía: "Lo gestioné mal, porque son muchas circunstancias, y siempre encontraba un motivo para seguir luchando por la relación".

Pero hubo unas palabras que este fin de semana, tras su reaparición en los ruedos e inicio de temporada, cobraban especial relevancia: "Cuesta más lidiar un toro cuando hay un problema que te ocupa, y que no solo te afecta a ti. Cuando tienes problemas o arrastras problemas, lo notas en la plaza", confesaba ante Carlos Herrera.

Y no queremos relacionar directamente esa cancelación de la boda con su actuación en la plaza de toros La Luz, pero lo cierto es que parecía que nada ni nadie ocupaba sus pensamientos, más allá del toro al que se enfrentaba. De hecho, en los medios especializados podemos leer que, aunque no era el más conocido para la afición, dejó muy buen sabor de boca. Incluso algunos califican su faena como la mejor de la tarde y de las mejores de la temporada.

"Una faena de aire excepcional, con muletazos de gran dimensión, temple y buen gusto", leemos en el portal 'Desde el callejón'. "Todo lo que hizo tuvo empaque y estética", vemos en 'Cultoro'. O "La mejor versión de Ortega ante un toro de gran clase y mucha calidad que le permitió bordar el toreo", dice 'Mundotoro'.

Las orejas no vinieron porque falló con la espada y no acertó a la hora de matar al animal, el sexto de una tarde que quedará para el recuerdo. No solo porque ha sido la reaparición de Juan Ortega vestido de luces tras la cancelación de su boda y toda la polémica que vino después, sino porque ha sido su consagración al otro lado del Atlántico.