Informe Waringo: Enrique de Luxemburgo defiende a su mujer con un contundente comunicado

El informe Waringo está trayendo de cabeza a los luxemburgueses. Para aquellos que este nombre les suena a chino, se trata de un informe que el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, ha encargado a un antiguo asesor financiero del Gobierno para descubrir qué sucede realmente en la corte, después de las múltiples espantadas de los trabajadores de palacio, así como algunos gastos injustificados.

Era este fin de semana cuando Bettel recibía de manos de Jeannot Waringo ese demolador informe que, según los medios nacionales, no deja en demasiado buen lugar a la gran duquesa María Teresa. Durante estos días, las informaciones acerca de la mujer del gran duque no han dejado de aparecer en la prensa, descubriéndola como una mujer "tirana" y una "caprichosa".

Ante tal situación, y a espera de que esta misma semana Bettel le haga llegar a Enrique el tan polémico informe, el gran duque ha hecho público un comunicado defendiendo a su mujer a capa y espada. "Me dirijo a vosotros desde la unidad de cuidados intensivos donde se encuentra hospitalizado mi cuñado en Ginebra", arranca el jefe del Estado, refiriéndose a la situación que se encuentran viviendo, ya que el hermano de María Teresa, Luis Mestre, está muy enfermo.

"Movido por un espíritu de apertura, transparencia y modernidad, acepté que pudiera llevarse a cabo la misión que deseaba realizar el primer ministro. En el transcurso de toda esta misión, y a la espera del correspondiente informe, se han publicado artículos en los medios de comunicación, en los que se ha puesto injustamente en entredicho a mi esposa, madre de nuestros cinco hijos y abuela amantísima. Esto ha afectado a toda mi familia", continúa.

"¿Qué sentido tiene atacar a una mujer? ¿A una mujer que defiende a las demás mujeres? ¿A una mujer a quien ni siquiera le está permitido defenderse? Desde mi llegada al trono hemos querido contribuir juntos a la modernización de nuestra monarquía constitucional, y es nuestro deseo continuar por la misma senda. Las causas por las que se afana mi esposa, que siempre han merecido mi apoyo y a las que seguiremos dedicando nuestros esfuerzos, revisten una importancia fundamental: la lucha contra la dislexia, la lucha contra la violencia sexual, la situación de los menores encarcelados en África, el desarrollo de la microfinanciación y la educación de las jóvenes y las mujeres".

"Me llenan de orgullo el compromiso, la inteligencia y el denuedo con que mi esposa lleva a cabo todas sus actividades. Su entrega al servicio de nuestro país, a mi lado, desde hace 39 años es ejemplar y me resulta indispensable. Continuaremos a vuestro servicio, trabajando por vosotros y por Luxemburgo. Sobre todo en este momento crucial en que nuestros hijos inician una vida familiar, consideramos nuestro deber de padres el permitirles que disfruten de estos años tan preciados en su calidad de príncipes".