La princesa Charlène cumple 46 en plena polémica por sus gastos desorbitados

Es más que probable que la princesa Charlène de Mónaco, la esposa del príncipe Alberto, celebre los 46 años que cumple hoy de forma discreta, a tenor de la reciente polémica en la que se ha visto envuelta por sus supuestos gastos desorbitados en los últimos años. Ya sabíamos que la sudafricana era la royal europea que más gastaba en ropa, pero las nuevas acusaciones de Claude Palmero aportan una nueva dimensión a su presunta vida de dispendios continuos.

Claude Palmero, de 67 años, estuvo a cargo de las finanzas del palacio durante más de dos décadas, pero fue cesado de su cargo el pasado mes de junio tras aparecer por un sitio web anticorrupción –'Les dossiers du Rocher'– y posteriormente fue denunciado penalmente por el príncipe Alberto.

Ahora, el antiguo gran confidente de Charlène es el que contraataca con la publicación en el diario francés 'Le Monde' de una serie de graves acusaciones en las que detalla cómo su antiguo jefe supuestamente gasta millones de euros cada año que salen de una cuenta bancaria secreta para pagar a sus antiguas amantes, que recibirían cada una asignaciones de 400.000 euros al año.

Pero la antigua nadadora tampoco sale bien parada en estas revelaciones, según se desprende de los cuadernos confidenciales de Palmero a los que ha tenido acceso el medio galo. En ellos la princesa Charlène aparece retratada como una moderna Imelda Marcos, que no duda en gastar millones de euros en sus asuntos personales.

En los últimos meses, la sudafricana ha vuelto a la primera línea de la actualidad real, mostrando una mejoría en su antaño frágil salud y mostrándose cómplice no solo con su marido, sino con el resto de su familia política. Atrás parecen quedar también los rumores constantes de crisis matrimonial. De hecho, en una reciente entrevista concedida a la revista 'Monaco Matin', la princesa asegura sentirse "serena y feliz".

Una fortuna en gastos

Una felicidad a la que desde luego no contribuirá leer cómo el antiguo contable asegura que en una ocasión Charlène gastó 965.000 euros para redecorar su villa de vacaciones en Córcega y un millón de euros en renovar su despacho en el palacio de Montecarlo.

Según afirma Palmero, también desembolsa cientos de miles de euros a familiares sudafricanos cada año. "Trescientos mil euros para pagar a Sean Wittstock [el hermano de Charlène] por su casa", se lee en una entrada fechada en diciembre de 2022.

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En otra anotación de 2019, un alarmado Palmero estimaba que Charlène había gastado personalmente "unos 15 millones de euros" desde que se casó con Alberto en 2011, casi el doble de su asignación anual de 1,5 millones de euros. "¡Es una locura!", asegura en declaraciones a 'Le Monde'. "No tengo ningún control sobre los gastos de la princesa".

El contable también alega que Charlène emplea a un considerable personal doméstico para llevar su día a día a pesar de que rara vez desempeña funciones reales y a menudo abandona Mónaco durante meses. En 2021, descartó de plano nuevas contrataciones de personal solicitadas por la royal, que ya tenía "ocho personas a su servicio, nunca ha habido tantas".

Palmero, miembro de la llamada 'banda de los cuatro', un grupo de poderosos asesores del príncipe que solían controlar gran parte del extraordinariamente caro mercado inmobiliario de Mónaco, llega más lejos incluso al asegurar que Charlène supuestamente empleaba a inmigrantes ilegales para cuidar de sus gemelos, los príncipes Jacques y Gabriella, y pagaba al personal tan solo unos 100 euros al día.

Desde que fuera cesado de sus funciones, el príncipe Alberto ha arremetido contra las acusaciones de Palmero, diciendo que "los ataques que hace contra mí y contra Mónaco y sus instituciones muestran su verdadera naturaleza y el poco respeto que tiene por la familia y el Principado".