Carolina de Mónaco luce un polémico broche catalogado de racista en un acto con su hija Alexandra y su yerno
Para la inauguración de una exposición de Marcel Duchamp, la princesa Carolina lució un broche blackamoor junto a un vestido de Chanel y unos peep-toes de Louboutin
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La agenda de Carolina de Mónaco está siempre llena. A pesar de no ser la 'primera dama' del principado, durante décadas ella ejerció como tal y aunque ahora está Charlène, la hija de Grace Kelly sigue acompañando a su hermano, Alberto, en numerosas ocasiones. Así sucedió el pasado viernes, cuando ambos, junto a Alexandra de Hannover y su novio, Ben Sylvester Strautmann, asistieron a la inauguración de una exhibición. Una cita para la que Carolina optó por un broche lleno de polémica.
Se trata de un broche conocido como blackamoor. En sus orígenes representaba al Otelo de Shakespeare, conocido como "el moro de Venecia". Fue muy popular durante los siglos XVI y XIX, y hay distintas versiones, todas con el busto de una persona de color, ataviado con simbología esclavista o colonial, dependiendo del contexto. Esto la convierte en una pieza controvertida.
A su historia hay que añadirle la polémica producida por el broche en un almuerzo de la familia Windsor. Corría 2017 cuando Isabel II celebró una comida con toda su familia con motivo de la Navidad. Era la primera vez que acudía Meghan Markle, y a la princesa Michael de Kent no se le ocurrió otra cosa que colocarse un blackamoor en su abrigo. Pronto los titulares de los medios británicos la tacharon de racista y la princesa tuvo que pedir públicamente perdón.
Según contó, era una joya que tenía desde hacía tiempo y nunca se había planteado las connotaciones racistas que tenía, de ahí que lo llevara sin problema en un almuerzo. Y es que este tipo de broche es muy común en los joyeros de las damas reales. De hecho, la reina Paola de Bélgica, Ingrid Bergman, Elizabeth Taylor o la infanta Elena los han lucido en alguna ocasión.
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También Grace Kelly encargó uno al joyero Giulio Nardi, quien volvió a poner de moda los blackamoor a principios del siglo XX, por lo que muy posiblemente este que luce ahora Carolina fue propiedad de su madre. La princesa lo llevó junto a un vestido negro de Chanel, realizado en tweed negro, con manga corta y botones decorativos. Lo combinó con bolso negro y peep-toes de charol de Louboutin.
Como decíamos, a la inauguración en la sala Blanche del Casino de Montecarlo de la exposición del artista Marcel Duchamp también acudió Alexandra con su novio. La princesa optó por un vestido rojo de Sandy Liang. Un diseño de largo midi, con tirantes, escote recto y falda plisada que combinó con unos zapatos planos de estilo bailarina, con punta cuadrada.
Aunque para muchos pueda tratarse simplemente de una pieza vintage con historia, el blackamoor que Carolina de Mónaco decidió lucir no es un broche cualquiera. En pleno 2025, donde la moda y la conciencia social caminan de la mano, su elección no pasa inadvertida
La agenda de Carolina de Mónaco está siempre llena. A pesar de no ser la 'primera dama' del principado, durante décadas ella ejerció como tal y aunque ahora está Charlène, la hija de Grace Kelly sigue acompañando a su hermano, Alberto, en numerosas ocasiones. Así sucedió el pasado viernes, cuando ambos, junto a Alexandra de Hannover y su novio, Ben Sylvester Strautmann, asistieron a la inauguración de una exhibición. Una cita para la que Carolina optó por un broche lleno de polémica.