A ras de cutícula: la manicura italiana y su superpoder para hacer la uña más larga
Fácil de hacer y con un resultado que hace parecer la uña mucho más larga, la manicura italiana puede ser tu aliada si huyes del acrílico o los postizos
La convivencia pacífica entre los diferentes tipos de manicuras a nuestro alcance nos permite lucir resultados más o menos elaborados, duraderos, efímeros y una larga lista de opciones que siempre se amolden a nuestros gustos. Pero entre todas las técnicas, parece que hay una búsqueda común, conseguir una uña más amplia y estilizada.
Aunque no te gusten las uñas largas cuyo borde libre sobresale varios milímetros del dedo, conseguir una lámina ungueal despejada en la que el esmalte se vea en toda su plenitud agrada tanto a quienes llevan las uñas cortas como a quienes defienden las uñas garra.
Se explica, por tanto, el ruido que la manicura italiana ha comenzado a hacer en las redes sociales. Con la promesa de crear una uña más larga pero sin necesidad de utilizar demasiados accesorios para la tarea, este tipo de esmaltado se adapta a todas las técnicas de manicura. Igual que hace unos meses descubríamos el bob italiano, una melena a la altura de la barbilla, con las puntas siempre peinadas hacia dentro y siempre en busca de un peinado muy pulido y homogéneo, la manicura italiana no es que tenga su origen en Italia, sino que es allí donde su demanda se ha extendido a mayor velocidad.
Y si para explicar el italian bob recurríamos a uno de los últimos cortes de pelo de Monica Bellucci, para entender la manicura italiana, desde su simplicidad hasta su llegada a las redes sociales, nada como contar con la gran Sophia Loren, cuyas uñas siempre impolutas son un claro ejemplo de lámina amplia al estilo manicura italiana.
En la actualidad, las modas en manicura suelen retirar las cutículas casi al completo, bien sea con removedores, con alicates o con tornos, prueba de ello es el éxito de la manicura en seco o la manicura rusa. Con la finalidad de conseguir una uña de aspecto más amplio, se retira esta piel que une la uña con el dedo, pero mientras muchos defienden estas prácticas, recomendadas especialmente para uñas en las que la cutícula es muy gruesa, también hay quienes se muestran contrarios y optan por empalagarlas o sencillamente hidratarlas y aceptarlas.
La manicura italiana las respeta, pero en vez de dejar el milímetro y medio de cortesía entre piel o cutícula y la uña a la hora de esmaltar, el estilo que triunfa en el país transalpino es apurar al máximo la aplicación de la laca de uñas. De este modo, no se ve un espacio vacío, sino que se pasa de la piel a la uña, luciendo una lámina de aspecto más largo y homogéneo. La puntualización obvia y común al resto de técnicas de esmaltado es no pintar la cutícula, un gesto que no solo estropea la piel, también hace que se creen bolsas de aire y la manicura se levante antes.
El paso a paso de la manicura italiana
Con la idea de conseguir el efecto de una uña más larga sin tener que utilizar postizas ni acrílicos, la manicura italiana lima y da forma a la uña, normalmente en diseños rectangulares y cuadrados, para conseguir parte de ese alargamiento, pero es en el paso del esmalte donde de verdad se aprecian los cambios.
@thehotblendofficial Italian Nail Paiting Technique 🇮🇹🫶#buildergel #biab #gelnails #nailtech ♬ Sky Aesthetic - Tollan Kim
A diferencia de otras técnicas, la italiana no busca esmaltar de forma perfecta toda la uña, sino que se concentra en la parte central, dejando los laterales sin pintar. Esto no significa que los bordes queden muy llamativos y con una línea sin esmalte muy marcada, la idea es que la dirección del pincel sea firme y recta, prolongando esa longitud. Lo ideal es dejar alrededor de 1 milímetro de margen a cada lado de la uña. Es más, en las manicuras italianas que vemos en las redes sociales, apenas se nota que los laterales no están cubiertos al completo. El resultado es siempre el de una uña más fina y alargada, al estilo de los kilométricos dedos de @overglowedit.
Pero, sin embargo, el gesto más distintivo de este tipo de manicura es desde dónde se comienza a pintar la uña. La distancia entre cutícula y uña se reduce al máximo hasta que sea imperceptible. Estarás pensando: ¿y si no soy manicurista profesional no puedo hacerlo? Claro que sí. Es más, el truco más repetido en Instagram o TikTok a la hora de hacer una manicura italiana es pasar un pincel de nail art, humedecido con un poco de quitaesmalte, por los laterales y el nacimiento de la uña, retirando el exceso de esmalte y rectificando el diseño.
Como se puede observar, las uñas más angulosas se ven especialmente beneficiadas de esta técnica de esmaltado, es por ello que el previo paso de limadura es fundamental en muchos de los tutoriales de manicura italiana. Además de limar la parte superior para conseguir un diseño más homogéneo, también se recomienda limar los laterales en ese gesto de crear una uña más alargada y limar la superficie para eliminar rugosidades o uñas estriadas.
Sobre el tipo de esmalte a elegir, la elección es libre, la manicura italiana se puede aplicar tanto con lacas de uñas tradicionales, tipo gel, semipermanente o en manicuras acrílicas.
La convivencia pacífica entre los diferentes tipos de manicuras a nuestro alcance nos permite lucir resultados más o menos elaborados, duraderos, efímeros y una larga lista de opciones que siempre se amolden a nuestros gustos. Pero entre todas las técnicas, parece que hay una búsqueda común, conseguir una uña más amplia y estilizada.
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