¿Qué ha pasado con el cabello y la piel de Meghan Markle en su última aparición? Conoce sus trucos de belleza para un look radiante

Así comenzaba la charla Ted del fotógrafo Misan Harriman, amigo personal de Harry y Meghan, los duques de Sussex, y la perfecta excusa para poder ver el rostro de Meghan Markle a apenas unas semanas de la coronación del rey Carlos III de Inglaterra. El revuelo sobre la presencia de Meghan hacía especialmente interesante la intervención de la exactriz. Sin embargo, el cariz de sus breves palabras no hacía mención alguna a su presencia en el acto. Lo importante era presentar al fotógrafo. Lo que ha trascendido, sin embargo, ha sido el favorecedor y natural cambio de look de Meghan Markle.

“Es algo diferente en su piel”, “está más morena”, “ha cambiado su maquillaje” o “tiene el pelo mucho más liso” son algunos de los comentarios más repetidos tanto en los hilos de Twitter como en la calle, y todos ellos parecen acertados. La deslumbrante nueva imagen de la duquesa no se sustenta en una sola modificación, ni podemos precisar que haya un retoque estético, como nos dejan claro los expertos en piel y cabello a los que hemos consultado.

La imagen que vemos ahora de Meghan Markle, mucho más serena, con un tono más saludable y radiante, además de una melena muy larga y pulida, es resultado de una larga trayectoria para mantener una piel y cabello saludables.

Los primeros cambios los notamos a los pocos meses de salir de Inglaterra, cuando recuperó su melena suelta y poco a poco esta fue adquiriendo un mayor volumen y brillo, incluso hubo momentos en los que recurrió a las extensiones de cabello. Lo mismo ocurrió con la piel. Cuando reapareció tras el denominado como Megxit, su piel estaba mucho más luminosa, pero su tono era muy claro. El cambio había comenzado. La combinación de una alimentación equilibrada y centrada en la hidratación y los antioxidantes, junto a la cosmética y tratamientos médico estéticos como láseres, devolvieron a Meghan un tono uniforme y luminoso.

Ahora, un segundo embarazo más tarde y con unos años de por medio, la duquesa de Sussex ha sublimado aún más su piel recuperando un tono bronceado muy natural, resultado todo esto de una exposición solar controlada y también maquillaje.

Tratamiento alisador del cabello

Pero el primer elemento en la imagen de Meghan que llama la atención es sin duda su cabello. Su melena, cada vez más larga, ha eliminado por completo la más mínima sensación de encrespamiento de antaño y también han desaparecido las ondas que comenzaban a dibujarse a mitad de la melena. Cuando la duquesa llevaba el cabello suelto, siempre lo moldeaba para crear unos bucles abiertos y deshechos.

Ahora, sin embargo, el liso es extremo. “Se ve claramente que se ha alisado el cabello, puede ser de dos formas: bien mediante un alisado orgánico y por eso la pérdida de color; o puede ser que simplemente se haya aclarado un poco el cabello y hayan puesto otro tono”, advierte la estilista María Roberts, fundadora del salón boutique Madart y experta en coloración.

Mientras el corte de pelo sigue la misma línea, manteniendo el largo y desfilándose en los mechones frontales para enmarcar el rostro, el tono del cabello tiende ahora hacia un castaño avellana, muy alejado del negro azabache natural de Meghan Markle. Otro de los cambios, además del tratamiento de alisado y la degradación del color, parece la textura del cabello. Ahora, además de no haber frizz, se ve mucho más ligero y con movimiento. “Se aprecia que han desfilado un poquito la parte frontal y sobre todo que han hecho mucha hidratación para que el cabello tenga esa textura como mucho más volátil”, detalla la experta en cabello.

Cambio de piel

La luminosidad, el tono uniforme y la textura de la piel indican un medido pero constante cuidado de la piel. Pedimos consejo a un experto para descubrir cómo se puede conseguir la piel con la que Meghan Markle sorprendía en su reaparición. El doctor Daniel Zarza, director médico de Harmos Clinic, apunta a la notable mejoría en la firmeza, coloración y calidad de la piel de la duquesa, que se podría conseguir con “plataformas de luz pulsada -que minimizan las discromías de la piel- y láseres de distintas tecnologías que mejoran la recolagenización de los tejidos faciales; sin olvidar las conocidas mesoterapia con vitaminas y ácido hialurónico no reticulado, que dan una gran hidratación y luminosidad a la piel”.

Continuando con el análisis de la evolución no solo en la piel de Meghan, sino también en otras partes de su rostro como los labios, el doctor detalla los cambios más notables, comenzando por la boca. “Su punto de partida son unos labios bonitos, pero no cabe duda que ahora se ven mucho más perfilados, con un arco de Cupido más pronunciado, con mínimo aumento del cuerpo del mismo, que le hace parecer más hidratado, acompañado de carillas dentales, luciendo una sonrisa perfecta”, señala el médico, que se remonta a la juventud de la duquesa, cuando sus dientes eran más irregulares y no estaban alineados.

Para conseguir un cambio tan notable, además del tercio inferior del rostro, el doctor encuentra también modificaciones en otras zonas. “Llama la atención el cambio de contorno de su cara, pómulos más altos, mentón más fino y proyectado, línea de la mandíbula rectilínea con ángulos de mandíbula retrasados”, enumera. Para lograr ese retoque completo, la duquesa habría recurrido a técnicas de infiltración con ácido hialurónico, aplicadas de forma estratégica en distintos puntos, FullFace. A estas infiltraciones de ácido hialurónico, como detalle el director médico de Harmos Clinic, se les añaden agentes colagenizadores como la hidroxiapatita cálcica para aportar más sustentación y tersura al tejido, lo que se denomina ‘técnica híbrida’.

Y llegamos al tercio superior, en donde, además del notable cambio en el maquillaje o el diseño de las cejas, los ojos del médico estético encuentran más retoques. “Su mirada ha sufrido una trasformación importante, ha refrescado la ojera, probablemente con rellenos específicos para esta zona. Así mismo la posición de la ceja ha variado, elevando la cola de la misma para dar luminosidad al ojo, bien por medios físicos como los hilos tensores de polidioxanona (PDO), o bien utilizando desanclaje farmacológico con toxina botulínica, así de paso eliminar las arrugas de expresión, que además sería un tratamiento preventivo magnífico”, concluye.

Un nuevo maquillaje

Además del minucioso cuidado para mantener una piel saludable y que rezume luminosidad, también hay que señalar la importancia del maquillaje. Uno de los básicos de Meghan Markle es el combo entre máscara de pestañas y rubor de mejillas. Tanto cuando era prometida como en su boda y la etapa en palacio, la estadounidense siempre mantuvo unos ojos oscuros pero no recargados y potenciaba el tono saludable de sus mejillas.

Más adelante, este look signature evolucionó a una mirada mucho más enmarcada, perfilando los ojos con lápiz negro o sombras café. Especialmente reseñable es su maquillaje para la entrevista de Oprah.

Pero tras aquella etapa de maquillaje de ojos dramáticos, Meghan ha optado ahora por un look mucho más sutil y personalizado. Para potenciar la sensación de piel radiante y bronceada, las sombras de ojos han pasado de los tonos oscuros a los cálidos o luminosos.

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Margarita Velasco

En la aparición por pantalla de la duquesa podemos apreciar una sombra satinada de tonos entre rosas, melocotones y cobres. Este tipo de colores permiten resaltar los matices de su piel, hacer que sus ojos incluso parezcan más claros e iluminar la mirada. Parece como si Meghan estuviera menos maquillada, cuando lo que ocurre es que ha cambiado la forma de hacerlo.

Ya no hay un ojo enmarcado, sino sombras para entornar la mirada e iluminarla con un resultado muy natural. También al prescindir del lápiz de ojos, lo que sí se ha hecho es oscurecer la línea de las pestañas, bien para aplicar pestañas postizas en la parte final del ojo y que no se noten, bien para dar forma rasgada al ojo sin que se aprecie un trazo muy marcado.

Si al tratamiento de los ojos le sumamos la forma de maquillar el rostro, potenciando la luminosidad a base de iluminador y rubores cremosos, además de los labios también satinados, el look no tiene nada que ver con el estilismo anterior de Meghan.