Cómo elegir la mesa de centro perfecta para tu salón
Escogiendo la mesa de centro adecuada podremos lograr un salón equilibrado y confortable en el que todas las piezas cumplan su función. Un toque único para la estancia
Uno de los elementos que se nos hace indispensable en el salón es la mesa de centro, ese elemento que en ocasiones pasa desapercibido hasta que lo tenemos y entonces comenzamos a preguntarnos cómo era posible que viviéramos cómodamente sin él. Tanto si nuestra estancia es amplia como si disponemos de un salón pequeño, existe una mesa de centro perfecta para él, solo hay que tener claro qué tenemos que tener en cuenta a la hora de escogerla.
Lo primero que queremos aclarar es que, a pesar de las pautas que vamos a dar a continuación para encontrar una mesa adecuada, que se vea equilibrada y con la que podamos conseguir el efecto que queremos en nuestro cuarto de estar, la mesa perfecta siempre será aquella que más nos guste y consiga enamorarnos. No podemos olvidar que nuestra casa es nuestro refugio y es a nosotras a quien tiene que encantar.
Habitualmente las mesas de centro suelen ser rectangulares, esto es así porque tradicionalmente los salones tienen ese tipo de distribución, la mesa se coloca frente al sofá que también es rectangular por lo que todos los muebles encajan. ¿Quiere esto decir que no tenemos más opciones? No, de hecho si tu salón es pequeño una mesa cuadrada puede ser una gran idea y, si es grande, las mesas redondas quedarán de lujo, además, si son varias nos permitirán crear diferentes composiciones.
Evidentemente, antes de comprar una mesa de centro, debemos tener claro el espacio del que disponemos. Lo ideal es que sea de un tamaño que permita el paso cómodamente a su alrededor, sin tener que apartarla constantemente y evitando chocarnos con ella si tenemos prisa. Dejar una distancia de unos 40 centímetros entre la mesa y cualquier otro mueble será suficiente para asegurarnos de que resulta cómoda.
Escoger el tamaño adecuado es importante porque una mala elección puede hacer que nuestro salón no sea un lugar confortable, tanto por exceso como por defecto. Si la mesa de centro es demasiado grande sucederá lo que hemos señalado antes, que el paso será incómodo y la habitación se verá abarrotada, pero si es demasiado pequeña se verá perdida entre el resto de elementos de la estancia.
El material puede ayudarnos también a lograr el efecto que buscamos, por ejemplo, si elegimos una mesa de cristal o metacrilato se verá más ligera, logrando ocupar un menor espacio visual aunque sea más grande. Un efecto parecido podemos lograr si escogemos una de patas alargadas o metálicas, estas últimas son ideales sobre todo para tableros de mármol, porque le dan un aspecto moderno sin recargar el espacio; la mezcla de madera y cristal logrará un ambiente clásico y nunca pasa de moda.
La altura también puede ser clave a la hora de ayudarnos a tomar una decisión, será mejor que no sea muy alta, porque resta visibilidad y hace que la estancia se vea más pequeña, la referencia la tendremos con el sofá y sillones de su alrededor, es mejor que esté todo a la misma altura o que la mesa sea ligeramente más baja. Si la queremos usar para comer podemos optar por las que tienen un tablero elevable.
Hay muchos criterios que podemos tener en cuenta a la hora de elegir nuestra mesa de centro, la forma, el tamaño o el material o si buscamos algo tradicional o de tendencia, como las mesas nido que tanto se llevan actualmente. Sin duda lo más importante es que nos guste, nos resulte cómoda y se vea bonita en nuestra casa.
Uno de los elementos que se nos hace indispensable en el salón es la mesa de centro, ese elemento que en ocasiones pasa desapercibido hasta que lo tenemos y entonces comenzamos a preguntarnos cómo era posible que viviéramos cómodamente sin él. Tanto si nuestra estancia es amplia como si disponemos de un salón pequeño, existe una mesa de centro perfecta para él, solo hay que tener claro qué tenemos que tener en cuenta a la hora de escogerla.