Emilio Sánchez Vicario, en las antípodas de su hermana: rico y enamorado

Emilio Sánchez Vicario ha vuelto a tomar protagonismo indirecto por el divorcio de su hermana Arantxa. La extenista y sus dos hijos (Arantxa, 9 años, y el pequeño Leo, de 6) han encontrado desde el primer minuto refugio en la casa de Emilio y su esposa, Simona Bronzetti, como adelantó en exclusiva este medio, las pasadas Navidades. Emilio, que nunca mostró simpatía hacia Josep Santacana, ha tenido desde que dejó Barcelona una vida completamente distinta a la de su hermana pequeña, a la que siempre ha protegido.

Para él su exilio americano ha ido cargado de alegrías en lo profesional y en lo personal. Emilio lleva una armoniosa vida en la ciudad de Naples. Reside en la casa típica estadounidense en la que vive la familia Sánchez Bronzetti, suele pasar temporadas Marisa Vicario, muy sola desde la muerte de su marido, hace dos años, y muy tocada desde la gran bronca que vivió con su hija pequeña. En 2013 nació ya en Miami su cuarto hijo, Simón. Ya tiene a Victoria de 17 años, a Emilio de 15 y a Valeria de 12, unos niños que en los últimos años poco han podido disfrutar de su tía Arantxa y que ahora están recuperando el tiempo perdido, aunque las circunstancias no sean las más apropiadas.

El que fuera capitán del equipo de la Copa Davis, con el que consiguió la tercera ensaladera para España, y comentarista deportivo puso tierra por medio en Estados Unidos, donde ha logrado tener cierta fama con su escuela de tenis Academia Sanchez-Casal Florida y cosechar más éxitos económicos que los que que tuvo con su centro en España. Incluso su mujer Simona es también socia en sus negocios, en los que participan activamente. Esta colaboración y conexión se extiende también a las empresas españolas de Emilio.

Más de 6 millones en activos

En España, Emilio mantiene dos empresas activas en Barcelona y en El Prat de Llobregat. La primera, situada en la calle Roger de Llúria, posee un activo de 3,8 millones de euros y sus cuentas en 2016 fueron en negativo. La segunda, Tennis and Friends SL, tiene como administrador único a la propia Simona y él es socio. Esta empresa con la que gestionan sus actividades deportivas en España cuenta con activos por valor de 2,8 millones y en 2016 sus ventas superaron los 6 millones de euros. Todo alegrías. En 2016 esta empresa ha cambiado su domicilio fiscal a la ciudad de Wilmington, condado de New Castle, del estado de Delaware, el principal paraíso fiscal de Estados Unidos.

Está claro que el apellido Sánchez Vicario sigue vendiendo y son un modelo deportivo a seguir. Emilio está volcado en el entrenamiento de futuras promesas de la raqueta a los que cuida como si fueran sus propios hijos. Arantxa encuentra en este distendido ambiente el mejor refugio

Emilio representa la estabilidad para Arantxa, ya que él y solo él ha sido el nexo con sus otros dos hermanos y su madre. La que fue niña prodigio del tenis, que reinó en la tierra batida de París con sus rotundos saques, juega hoy sobre un terreno embarrado por el desamor y las amenazantes deudas con el Banco de Luxemburgo. En febrero 2012 publicó su autobiografía 'Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha', una vida y una mujer, donde acusó públicamente a sus padres de controlar en exceso su vida y dinero. Seis años después vuelve a no estar sola. Su familia, y sobre todo su hermano Emilio, sigue con ella a pie de pista.

De carácter muy afable y cordial, Emilio representa el lado más amable de la familia, otro de los motivos por los que Arantxa le pidió ayuda. Lo recuerdan los amigos que dejó en Barcelona, quienes salen en defensa del extenista. "Se acuerda incluso de los chicos con los que hizo la mili, es un tío fácil y muy cercano", dice a Vanitatis alguien que lo conoce bien.

Siempre encajó bien los triunfos de su hermana, que le eclipsó del mapa internacional. "Emilio era el mejor de España en aquel momento pero llegó Arantxa y lo borró", dice la misma fuente. Tras su carrera deportiva, Emilio fue comentarista en Eurosport un tiempo y después montó con Casal la citada escuela.

"Andy Murray pasó por la escuela y parte de su formación fue allí", señala su círculo, "pero había demasiada competencia. El padre de Bruguera montó una escuela, había la de Gimeno y no hay que olvidar el tenis Barcelona. Lo lógico era triunfar donde lo ha hecho y no aquí".

Una de las escuelas competidoras con la de Emilio era el Real Club de Tenis Barcelona, donde los cuatro hermanos se formaron, un lugar al que la familia Sánchez Vicario tiene especial cariño. Es aquí donde ya se prepara el trofeo Conde de Godó y una de las conversaciones que sin duda llenará las reuniones del club será, precisamente, el destino del clan tenístico. A su pesar.