Desvelamos las quince curiosidades que no viste en las bodas de este fin de semana

Hoy lunes, en plena resaca de las cuatro bodas que han tenido lugar este fin de semana, contamos unas cuantas curiosidades sobre ellas.

Comenzando por aquella de la que menos detalles han trascendido, la que unió a Mónica Aznar Oriol con Fadrique Balmaseda. El extremado recelo de la familia Aznar Oriol con la prensa ha motivado que apenas existan fotos del enlace, salvo las obtenidas a pie de calle por las agencias de noticias. Este medio ha podido saber que la familia pidió a sus invitados que no hicieran fotos ni durante el enlace ni durante la celebración para evitar filtraciones.

Pero como para este digital no hay nada imposible, hemos conseguido en exclusiva detalles sobre la celebración. El catering estuvo servido por Samantha de España, capitaneado por la conocida chef Samantha Vallejo-Nágera. Cabe destacar que Samantha está casada con Pedro Aznar Escudero, primo de Alejandro Aznar, padre de la novia. Pedro es director comercial de las bodegas Marqués de Riscal, mientras que Alejandro es el presidente. Ya sabemos, por lo tanto, con qué vino brindaron en la celebración.

El menú estuvo compuesto de un cóctel con variedad de aperitivos y un plato en el que cada invitado podía elegir entre solomillo o lubina. En contra de lo que se esperaba, la celebración no tuvo lugar en los jardines de la finca La Montana, propiedad del matrimonio Aznar Oriol, sino en una espectacular carpa situada en el campo de polo de la finca. La construcción de este campo de polo supuso un quebradero de cabeza para la familia, pues recibieron toda clase de quejas de varios colectivos por estar construido en un Parque Natural. Un total de seiscientos invitados acudió a la finca La Montana. Para evitar contagios la familia pidió que previamente se realizaran un test de antígenos.

La boda entre Felipe Cortina y Amelia Millán contó con una invitada de excepción, Tamara Falcó. Tras el enlace, celebrado en la iglesia de San Bartolomé Apostol, en Retuerta de Bullaque, varios de los lugareños que se acercaron a ver el ambiente le pidieron que se hiciera un selfie con ellos. Fue, sin duda, la anécdota del día, pues la joven no dudó en aceptar tales peticiones y posaba sonriente con todo aquel que se lo pedía.

Otra de las anécdotas tiene que ver también con ella. Tamara llevaba un look exquisito y una mascarilla publicitaria. No es que la hija de Isabel Preysler se olvidara la mascarilla en casa y tuviera que ponerse la primera que encontró. Todo tiene una explicación. 'Raiz culinaria', las palabras que aparecían en su mascarilla, son el nombre de un proyecto para impulsar la gastronomía de la región, y ella es una de las colaboradoras. Entre otros, están su amigo Pepe Rodríguez e Iván Carreño, el chef toledano que sirvió la cena en la boda de Felipe y Amelia. Un menú cuyo primer plato ha consistido en una crema de guisantes con mozzarella y fresas.

Dos primas de Felipe Cortina con las que está muy unido son también protagonistas de sendas curiosidades. Carla Goyanes, cuyos hijos pequeños ejercieron de pajes de la novia, estaba muy emocionada con esta boda. Diez años antes, cuando ella se casó con Jorge Benguría, ya les había dado su ramo a su primo Felipe y a su entonces novia Amalia. Almudena Lapique, por su parte, narró a través de redes sociales varios momentos de la boda. Por medio de la joven modelo hemos podido saber que el día antes, los primos pasaron la tarde disfrutando de la piscina de la finca Villagarcía, propiedad de Myriam Lapique y sus hijos. También que tanto el jardín como la piscina están decorados con esculturas modernas y que la casa cuenta con una sala de proyecciones.

Almudena fue una de las invitadas que mejor lo pasó en la fiesta y de las que más bailó. Al día siguiente, Myriam, Felipe y Carlos ofrecían un suculento desayuno primorosamente preparado para los invitados que se quedaron a dormir en Villagarcía.

Teresa de la Cierva, la madre de Ymelda Bilbao de la Cierva, que contrajo matrimonio en Sanlúcar de Barrameda, es la madre más orgullosa de su hija. La periodista, horas antes del enlace, colgaba en sus redes sociales una foto de Ymelda de niña con un icono de novia.

Tras la boda, la familia Bilbao de la Cierva al completo posaba en redes radiante de felicidad. Teresa de la Cierva llevaba una espectacular falda elaborada por Duyos con un mantón suyo antiguo. Inés Bilbao iba vestida de Bag by Blanca Astolfi y la novia espectacular de Navascués. Todos los hombres de la familia vestían zapatos y chalecos de Clocking, la marca de ropa masculina propiedad de los novios y de Inés Bilbao.

Las mesas de la celebración de la boda de Ymelda y Borja estaban decoradas en tonos beis y azules con platos de La Cartuja de Sevilla. El catering fue Miguel Ángel, un valor seguro en el sur de España. Pero si por algo destacó esta boda es por la diversión. Los novios celebraron una preboda muy animada el dia antes, en las bodegas La Gitana Hidalgo (Sanlúcar de Barrameda), que motivó que más de un invitado llegara tarde a la ceremonia del día siguiente.

Respecto a la boda de Inés Perez-Pla y Alberto Pablos, levantó mucha espectación por la asistencia de los duques de Osorno. Aunque no hay fotos oficiales de la pareja, Belén Corsini no quiso perderse la boda de una de sus mejores amigas. Acudió a Comillas vestida elegantemente por Matelier, la firma de su amiga Andrea Mateache y una de sus favoritas en bodas y eventos. En esta ocasión se decantó por un conjunto de dos piezas en gasa estampada con motivos en fucsias y rojos. Consta de una blusa cruzada de volantes en el escote y lazada doble mientras que la falda es de tiro alto y corte midi. Lo combinó con unas sandalias altas doradas.

Una de las amigas de Inés Pérez-Pla, que recibió un ramo por parte de la novia, fue Blanca Barrera (Lady Aguacatte), quien es la mejor amiga de Sofía Palazuelo y por ello madrina de Rosario, la sobrina de Belén Corsini, hijas de los duques de Huéscar.

Aunque sin duda la invitada que más expectación levantó fue Daniela Figo, que asistió con su novio Beltrán Lozano, modelo y primo de Felipe VI, una pareja que se afianza con el tiempo.