El nuevo encuentro entre Paloma del Río y Gervasio Deferr deja este emotivo momento

Cuando sus medallas olímpicas y el resto de títulos conseguidos a base de entrenamiento y esfuerzo parecen lejanos en el tiempo, Gervasio Deferr ha vuelto a estar de actualidad por su cara B: los años en los que estuvo a punto de perderlo todo a causa del alcohol y las drogas. El legendario gimnasta narra su dura experiencia tras retirarse del deporte en su libro 'El gran salto' y a ella se refirió también en el programa 'Lo de Évole'.

"El mismo día de la final de suelo, que fallo, salgo de la zona de competición y me pido una jarra de cerveza grande. En aquel momento, a mí todo lo demás me daba igual. No tenía resaca. Los nervios, la adrenalina, el lugar, la presión de la competición... estábamos muy entrenados. Yo me fui de Atenas con una medalla de oro y pensando que había fracasado", aseguraba durante la entrevista.

Jordi Évole contó durante el programa con alguien que conoce muy bien a Gervi, la periodista Paloma del Río, que le calificaba entonces como el "Maradona de la gimnasia". "En tres meses se ponía y parecía que llevara nueve meses preparándose", contaba a Jordi Évole esta pionera en el periodismo deportivo femenino. "Al principio, Gervasio era un gimnasta ilusionado y contento, triunfador y se creía que estaba un poquito por encima del bien y del mal. Digería mal eso", añadía.

Del Río contó también con crudeza que "en su segunda etapa, cuando le volví a ver me quedé chocada. Me tuve que hacer una foto con él y la tuve que ver muchas veces, no le reconocía". Poco después de la emisión del programa, por el que Deferr ha recibido multitud de halagos que ha agradecido en sus redes, los dos aparecían en 'Cafè d'idees', el espacio que presenta Gemma Nierga en La 2. Allí la comentarista le hacía esta confesión al exdeportista.

"Yo soy hija de alcohólico", reconocía sin tapujos Paloma del Río, antes de explicar que tanto ella como sus hermanas habían tenido que sufrir mucho por culpar de esta situación. Después añadía que "durante mucho tiempo me he echado la culpa de muchas cosas con respecto a mi padre, pero ahora estamos en paz. Cuando he conseguido perdonarle he encontrado la tranquilidad".

Fue entonces cuando le ofreció a Gervi su consejo, asegurándole que "tienes que perdonarte, ser más benévolo contigo". El de Premiá de Mar aceptó con cariño sus palabras diciendo: "Te quiero mucho, Paloma, todo lo que me dices lo tomo como oro y me lo quedo en el corazón para siempre".

Agradecido por apoyos como el de su buena amiga y disfrutando de la buena acogida de su libro, la vida de Gervasio Deferr ha tomado otro rumbo tras vencer a sus demonios y ahora se dedica a entrenar a niños sin recursos en el barrio de La Mina en Barcelona.