El cambio de estrategia de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart por el lanzamiento de su marca juntos

La transformación y apertura de la Casa de Alba va un paso más allá, de nuevo, con Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart como representantes. Los duques de Huéscar sorprendían hace unos días protagonizando la portada de la revista ‘Vogue’, donde concedieron su primera entrevista a un medio de comunicación. El motivo no era otro que el lanzamiento de su marca de perfumería, FITZ-JAMES STUART, un proyecto empresarial y familiar que les ha llevado también a hacer un significativo cambio en su vida pública: la incursión en las redes sociales.

Este domingo 22 de junio se abría la cuenta @fitz_jamesstuart, que corresponde a la marca de perfumería de los duques de Huéscar, cuya primera colección ya está a la venta en su página web. Con las esfinges del palacio de Liria como símbolo -fueron las primeras que hubo en todo Madrid-, esta marca tiene como misión “desvelar los rincones más secretos y resguardados de su legado, acompañando a todo aquel que se adentra en la historia de la familia”, versa su página web.

Así, las redes sociales son las puertas virtuales de la Casa de Alba que también se abren al mundo para seguir expandiendo su legado. Una estrategia que ha puesto en marcha Carlos Fitz-James Stuart, padre de Fernando, en los últimos años, promoviendo exposiciones y abriendo al público edificios privados de la familia como Dueñas, Monterrey o el propio palacio de Liria.

Era también en esta cuenta de Instagram donde se escondía otra de las sorpresas por parte de los duques de Huéscar. Desde @fitz_jamesstuart solo siguen a otras dos: la de Alberto Morillas, maestro perfumista (está detrás de algunas tan icónicas como CK One de Calvin Klein, Acqua di Giò de Giorgio Armani o Flower by Kenzo) y amigo del matrimonio con el que trabajan para crear sus fragancias; y otra a nombre de Sofía Palazuelo.

Se sabía que la duquesa tenía una cuenta de Instagram privada a la que solo la gente de su máxima confianza tenía acceso. En cambio, al mismo tiempo que se abría una profesional, la de Sofía Palazuelo se hacía pública. Sorprende porque este usuario bajo su nombre no está todavía verificado y apenas cuenta con algo más de ocho mil seguidores.

Así, junto con la entrevista de ‘Vogue’, esta apertura del Instagram de Sofía Palazuelo parece ser un paso más de los duques de Huéscar en su incursión a la vida pública y mediática de la que tantas veces se había intentado mantener ajenos a pesar de la fama que les precedía.

Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart se conocieron cuando eran adolescentes. Él estudiaba con el hermano de ella, dos años mayor. No sería hasta tiempo después que comenzaron una relación sentimental. Un amor que pasearon por todo el mundo, como es el caso de cuando ambos se fueron a estudiar a Estados Unidos. “Estábamos en universidades y programas diferentes, pero salíamos juntos. Luego, Fernando volvió para empezar a trabajar en un banco y yo me quedé un año más viviendo entre Boston y Nueva York. Y la verdad es que nunca lo hemos dejado”, contaron ellos mismos en esta primera entrevista.

Se casaron en 2018 en el palacio de Liria. Él tenía 28 y ella 26. “Nos casamos más o menos jóvenes”, pero para entonces ya llevaban siete años de relación. En 2020 tuvieron a su primera hija, Rosario; en 2023, la segunda, Sofía; y ahora están esperando el tercero, que será un niño, y que nacerá el próximo mes de septiembre. “Los dos hemos querido siempre tener una familia grande. Y yo creo que, hoy en día, tres está muy bien. Ya se verá, pero, en principio, tres es un buen número”, reconocían, cerrando así en cinco el número de miembros de la familia que han formado.

Y son precisamente sus tres hijos la razón detrás del lanzamiento de esta marca de perfumes. “Esta nueva aventura empresarial nos daba la oportunidad de hacer algo romántico, un poco al margen de nuestras trayectorias profesionales. La idea es transmitírselo a nuestros hijos el día de mañana y contarles la maravillosa historia familiar que tienen desde una óptica muy sensorial”.