El 'encontronazo' de Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo en los Premios Telva Solidaridad

La noche del lunes se vistió de solidaridad y de 'encontronazos'. La entrega de los Premios Telva Solidaridad reunió en el elegante Casino de Madrid a un sinfín de rostros conocidos. Allí se dieron cita Judith Mascó, Pasión Vega, Caritina Goyanes, la ministra Ana Mato, Patricia Rato, Marián Camino y Mari Ángeles Sanz o Carolina Adriana Herrera. Pero también estaba Mar Flores, sentada entre el público y con la mirada puesta en un escenario en el que estaba una persona a la que probablemente no quería ver: Cayetano Martínez de Irujo.

El hijo de la Duquesa de Alba estaba sentado en el escenario entre muchas otras caras conocidas como parte del jurado que ha elegido estos premios solidarios. La curiosidad era inevitable. Inevitable ver si Mar Flores observaba, como sí lo hacía, al hombre con el que tuvo una de las relaciones más comentadas y polémicas de su vida. Cayetano, sentado entre la cantante Pasión Vega y Ana Mato, prefirió observar a los premiados y no dedicó una sola mirada a la mujer con la que tuvo una relación sentimental en 1999.

Aquella relación que finalizó por culpa de unas comprometedoras fotos de Mar Flores con Alessandro Lecquio en la habitación de un hotel que aparecieron publicadas en una revista. Ese fue el fin del amor y el principio de la polémica. En la gala de Telva, cuando ya han pasado trece años de aquello, los dos se evitaron pese a estar a menos de un metro de distancia. Cuando él bajó del escenario y ella se acercó a saludar a Judith Mascó y a algunos de los medios congregados, ambos evitaron toda posibilidad de encontrarse. 

La relación de Cayetano y Mar fue tan comentada que quizá por eso la Duquesa de Alba aseguró en noviembre del año pasado que el romance supuso la mayor locura cometida por su hijo. Quizá por eso ahora, pasados los años, se comportan como dos auténticos desconocidos.

Miradas aparte, la gala demostró una mayor presencia mediática de Inma del Moral, que ejerció de presentadora y apareció con un tono de pelo más oscuro que su rubio habitual. Algunos miembros del jurado, como Carolina Adriana Herrera, salieron a decir unas palabras para hablar de solidaridad, la gran palabra de la noche. Se premió la labor humanitaria de la Fundación Valora, la Fundación Recover, de la que habló Alejandra Vallejo Nájera, o la ONG Rescate Internacional.

Pero no hubo solidaridad entre Mar Flores y Cayetano Martínez de Irujo. Ni siquiera esa palabra llena de buenas intenciones fue capaz de hacer que se saludasen y mostrasen algo más que una calculada indiferencia.