Pablo Urdangarin y su vida en Barcelona: buenas noticias para su carrera deportiva

Nuevos aires en el Barça, un viento que sopla a favor de Pablo Urdangarin. La llegada de Joan Laporta a la presidencia blaugrana podría servir para que el segundo hijo de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se acerque más a cumplir su sueño, el de jugar en el FC Barcelona de balonmano. Laporta y su mano derecha, Enric Massip, amigo de Iñaki y excompañero de equipo, han decidido darle un vuelco a la división de balonmano del club.

Ya sabemos que el año que viene el actual entrenador del primer equipo, Xavi Pascual, no seguirá pese a haber logrado ganar la liga Asobal este año. Su sustituto, si no surge un imprevisto de última hora, será Antonio Carlos Ortega, amigo de Massip y de Urdangarin.

Fuentes conocedoras del club desde dentro nos lanzan una pregunta: “¿Sabes quién fichó a Pablo en el Hannover, su primer equipo?”. La respuesta es la que se imaginan: Ortega. Nadie se atreve a decir que fue por la intermediación del padre, pero lo cierto es que el Hannover es un equipo de primer nivel y Pablo tuvo la suerte de poder debutar con ellos. Allí ha estado entrenando Ortega desde 2017.

Amigos todos

Un año más tarde fichaban a Pablo Urdangarin. La estancia del sobrino del rey Felipe VI en Alemania fue corta, porque el joven fichó por otro equipo de primer nivel, el Nantes, donde, casualmente, entrena Alberto Entrerríos, otro íntimo de Urdangarin.

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Jorge C. Parcero

Entrerríos fue segundo entrenador hasta que en 2018 pasó a ser el entrenador principal. Pablo Urdangarin pasó del Hannover al Nantes justo en 2019, unos meses después de que Entrerríos pasara a ser el primer entrenador. Sustituyó a Thierry Anti, consuegro de Valero Rivera, uno de los nombres más destacados del balonmano español, entrenador del mítico ‘dream team’ en el que Urdangarin logró todos sus grandes triunfos. Rivera es, además, uno de los mejores amigos del marido de la Infanta.

Aquel 'dream team'

Que en el balonmano europeo ‘todo queda en casa’ es algo que saben bien los ‘insiders’. No es extraño que los mejores equipos de Europa estén en manos de españoles, porque en las décadas de los 90 y los 2000 la selección de balonmano de España y el Barça en particular fueron líderes indiscutibles. De aquellos triunfos surgió la idea de colgar la camiseta de Iñaki Urdangarin en el Palau Blaugrana, donde sigue expuesta pese a las quejas que emitieron algunos socios cuando estalló el caso Nóos. Sus desmanes como empresario, argumentó entonces el club, no pueden ni deben empañar sus triunfos como deportista.

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Vanitatis

Lo cierto es que Iñaki era el mejor y su hijo, que tiene en su padre a un referente absoluto, quiere seguir sus pasos. “Para Pablo, Iñaki es su héroe, lo adora”, nos dicen quienes lo conocen. Zurdo como él, Pablo es muy alto aunque mucho más delgado que su padre. “Es bastante bueno”, nos comentan quienes lo han visto jugar y saben de la materia, “pero por ahora no tiene el nivel del padre, ojalá llegue a tenerlo”.

El sueño de Pablo es jugar en el Barça y es por este motivo que se mudó a Barcelona en agosto, para poder entrar en el club de sus amores. Pero llegó tarde y no ha tenido ficha. “No se sabe si no tiene ficha porque cuando llegó ya era tarde y estaba la plantilla cerrada -nos dicen las mismas fuentes-, o si no la tiene porque no está al nivel, lo que es raro es que no haya preferido irse a un club más pequeño, como el Esplugues, al que sabemos que tanteó, y así jugar, que es lo que necesita cualquier deportista, sobre todo si es tan joven como Pablo”. La cuestión, señalan, es que si no juegas no aprendes. Así que piensan que hay algún motivo que se les escapa. La llegada de Ortega es, sin duda, una muy buena noticia para el segundo hijo de la infanta Cristina.

Urdangarin de Borbón vive en Barcelona, donde después del pasado verano se convirtió en pasto para la prensa. Cada día había varios paparazzi de guardia a las puertas de su vivienda, en Pedralbes, y muchos incluso le hacían preguntas improvisadas mientras él iba camino al Barça o a la escuela de negocios Eureopean University, donde estudia Empresas. Han pasado los meses y ya nadie busca a Pablo, ha dejado de ser noticia.

Como su padre, a quien nadie retrata ya en Vitoria y ha logrado hacer una vida normal. Ese es el objetivo de la familia de la infanta Cristina: pasar desapercibidos. Algo que será difícil si finalmente Pablo logra fichar por el Barça B de balonmano y hasta se entrena algún día con el primer equipo. Un sueño, sí, que podría tornarse en pesadilla.