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La (nueva) era de las ceramidas, el cemento de la piel que necesitas en tu rutina
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La (nueva) era de las ceramidas, el cemento de la piel que necesitas en tu rutina

De un modo cíclico resuenan con fuerza en nuestras rutinas de cuidado con la misión de cuidar al máximo cada piel. Descubre todo lo que pueden hacer por ti estas grandes aliadas

Foto: Las ceramidas son aptas para todos los cutis. (Cottonbro Studio para Pexels)
Las ceramidas son aptas para todos los cutis. (Cottonbro Studio para Pexels)

Con las ceramidas se produce un particular efecto, muy similar al que sucede con el ácido hialurónico. Son componentes que puedes encontrar de un modo natural en la piel, por lo que cada cierto tiempo se convierten en una aplaudida tendencia como ingrediente cosmético gracias a su alta compatibilidad. Su popularidad (las puedes encontrar en infinidad de fórmulas hidratantes) se debe a que son elementos imprescindibles para un buen funcionamiento cutáneo.

Las firmas se centran en estudiar y fomentar su presencia como ingrediente, y es que, en palabras de la Dra. Marta García Legaz, dermatóloga en Instituto Médico Ricart, “las ceramidas son un componente natural de la piel. Son una molécula fundamental en la barrera cutánea porque forman parte de la bicapa lipídica (grasas) de las membranas de las células que permiten que las células se mantengan unidas”.

placeholder Las ceramidas son una molécula fundamental para la salud de la barrera cutánea. (Cottonbro Studio para Pexels)
Las ceramidas son una molécula fundamental para la salud de la barrera cutánea. (Cottonbro Studio para Pexels)

Los beneficios de las ceramidas

Marta García, fundadora y directora de Marta García Esteticistas, afirma que estas moléculas, debido a su alto peso molecular, no penetran hasta la dermis, pero se centran en aportar beneficios en el estrato córneo de la epidermis. Así, son la base para que la función barrera cutánea sea equilibrada, ayudan a restaurarla, ya que se comportan como el cemento intercelular que se encarga de proteger la piel y evitan la pérdida de agua transepidérmica (con el objetivo de mantener la humedad).

En resumen, y en palabras de la doctora, podríamos decir que su capacidad para “ayudar a aportar hidratación, restaurar la barrera cutánea y protegerla de las agresiones” las convierte en elementos aclamados de una rutina. Y es que no podemos olvidar que una función barrera adecuada es clave para que goce de buena salud, lo que se traduce en una tez fortalecida, sin irritaciones ni sensibilidades... Y más bonita.

placeholder Ayudan a hidratar, restaurar la barrera cutánea y protegerla de las agresiones. (Raul Guilherme para Unsplash)
Ayudan a hidratar, restaurar la barrera cutánea y protegerla de las agresiones. (Raul Guilherme para Unsplash)

Pero, además, cuando notas incomodidad en la piel, las ceramidas aplicadas a través de los tratamientos ayudan. “Son un buen componente en personas cuya barrera cutánea está alterada con xerosis cutánea (sequedad) y patologías como la dermatitis atópica o la psoriasis”, afirma la Dra. García.

Pero ¿por qué parece que estamos ante un nuevo boom de este ingrediente?

Aunque la razón sigue siendo un poco enigmática (todo apunta a la suma de factores genéticos, a un cambio en el estilo de vida, a la exposición a la contaminación…), en los últimos años hemos sido testigos de un aumento progresivo de los casos de pieles sensibles, atópicas, con eccemas… Además, ya sabes que, a medida que cumples años, tu organismo no es tan efectivo y la cantidad y calidad de tus ceramidas naturales merma. La suma de ambos factores provoca que componentes con resultados demostrados, como las propias ceramidas cosméticas, se establezcan como prioritarios. Eso ha supuesto que las firmas “hayan invertido en nuevas tecnologías que han mejorado mucho las formas de vehiculizarlas con el fin de mejorar la eficacia de las mismas, ya que antiguamente penetraban peor”, apunta la doctora.

placeholder Las ceramidas actuales suelen ser de origen natural (…), que son más seguras y más eficaces. (Anna Tarazevich para Pexels)
Las ceramidas actuales suelen ser de origen natural (…), que son más seguras y más eficaces. (Anna Tarazevich para Pexels)

Desde Marta García Esteticistas añaden que hace unos años lo más común era el uso cosméticos de ceramidas sintéticas porque resultaban más económicas. Las de origen natural son más eficaces, pero su poca estabilidad provocaba que el proceso para llevarlas a un envase de sérum o crema fuera más costoso. “Ahora ya casi todos los laboratorios cosméticos utilizan ceramidas de origen natural (…), con lo que son mucho más seguras y más eficaces, de aquí el boom que estamos viviendo”, afirma la experta.

Cómo localizarlas y combinarlas

Su versatilidad hace que sean unas excelentes compañeras para infinidad de activos cosméticos. En función del beneficio principal buscado, los profesionales recomiendan:

placeholder Selecciona la combinación a tu medida. (Valerie Elash para Unsplash)
Selecciona la combinación a tu medida. (Valerie Elash para Unsplash)
  • Restablecer los factores naturales de hidratación. La clave es buscar ceramidas tipo III y IV combinadas con ingredientes como urea, ácido láctico, ácido cítrico, allantiona y L-Prolina.
  • Hidratar. El ácido hialurónico, la glucosamina y la lecitina son sus grandes aliados.
  • Un extra de nutrición y protección. Lo ideal es unir las ceramidas con aceite de jojoba, de macadamia, de onagra, de semilla de albaricoque y sésamo, y con manteca de karité.
  • Activar la regeneración y revitalizar. Selecciona un combo de ceramidas con vitamina E natural (es un protector biológico), vitaminas A (estimula el crecimiento de nuevas células), C, B5, B3 y H.

El verano también es su momento

Si bien es cierto que la aplicación de tratamientos con ceramidas se relaciona mucho con el invierno, cuando estás más expuesta al frío, a los cambios de temperatura por culpa de las calefacciones, al viento…, no podemos olvidar que, en verano, “los agentes irritantes como las piscinas (cloro), la falta de humedad, un exceso de calor… también pueden alterar la barrera cutánea y empeorar patologías como la dermatitis atópica”, recuerda la Dra. García.

Algunas referencias repletas de ceramidas son:

Clarifying Serum de Byoma

placeholder Byoma.
Byoma.

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Centrado en equilibrar los cutis con tendencia a las manchas, Clarifying Serum, de Byoma, también incluye un triple complejo de triceramidas (generado por ceramidas, colesterol y ácidos grasos) para reforzar la barrera cutánea.

Crema Hidratante para Piel Seca o Muy Seca de Cerave

placeholder Cerave.
Cerave.

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Con tres ceramidas esenciales como protagonistas, se preocupa de optimizar la función barrera tanto del cutis como de la piel corporal. Crema Hidratante para Piel Seca o Muy Seca, de Cerave, se completa con ácido hialurónico y glicerina con el fin de ofrecer una hidratación más completa.

Advanced Ceramide Lift and Firm Night Cream de Elizabeth Arden

placeholder Elizabeth Arden.
Elizabeth Arden.

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Advanced Ceramide Lift and Firm Night Cream, de Elizabeth Arden, se ha reformulado para añadir hasta cinco veces más ceramidas en una textura rica pero de rápida absorción. Además, suma el extracto de edelweiss (esculpe y tonifica), tetrapéptidos que densifican y alga roja que mima a las ceramidas ya presentes en tu propia piel.

Ceramide Prebiotics Cica Face Cream de Two Poles

placeholder Two Poles.
Two Poles.

Con ácido hialurónico (hidratante), niacinamida (antiinflamatoria), prebióticos (centramos en el microbioma cutáneo), factores de crecimiento (ayudan a regenerar los tejidos) y, por supuesto, las protagonistas ceramidas (1%), Ceramide Prebiotics Cica Face Cream, de Two Poles, garantiza una hidratación supercompleta.

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Con las ceramidas se produce un particular efecto, muy similar al que sucede con el ácido hialurónico. Son componentes que puedes encontrar de un modo natural en la piel, por lo que cada cierto tiempo se convierten en una aplaudida tendencia como ingrediente cosmético gracias a su alta compatibilidad. Su popularidad (las puedes encontrar en infinidad de fórmulas hidratantes) se debe a que son elementos imprescindibles para un buen funcionamiento cutáneo.

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