Estos son los mejores restaurantes de Baleares para una escapada a las islas más sabrosas

Baleares es uno de los destinos más visitados de España, segundo el año pasado tras Cataluña, y este año espera ponerse en cabeza con Mallorca liderando el ranking de sus islas. El verano de 2023 será, definitivamente, el de la normalidad absoluta postcovid y se espera alcanzar cifras prepandemia, según datos del Ejecutivo. Estos números nos sirven para avisarte: si vas a escaparte al archipiélago más deseado, de España y probablemente del Mediterráneo, reserva con todo el tiempo que puedas no solo el hotel -ya deberías tenerlo-, también los restaurantes del momento o esos impepinables, en la liga de las estrellas Michelin, que aún tienes pendientes.

El ascenso gastronómico de las Pitiusas, de Mallorca y de Menorca es imparable. El merecido posicionamiento de su producto local de costa y de interior, mariscos, carnes como el ‘porc negre’, vinos o aceite de oliva, las aleja por suerte cada vez más del concepto de sol y playa y las sitúa como destino ‘foodie’. Por eso, en este pequeño recorrido vamos a llevarte por algunas de las direcciones que nos han conquistado últimamente y en las que podrás paladear todo ello a la manera tradicional o revestido de influencias del mundo porque si hay unas ínsulas cosmopolitas, esas también son las Baleares.

Voro, Mallorca

El único dos estrellas Michelin allí, concretamente en Mallorca, es el restaurante de Álvaro Salazar en Cap Vermell Grand Hotel, un retiro de lujo que emula un pueblito típico de interior en ladera con vistas al Mediterráneo de fondo. En una de las coquetas edificaciones de este complejo de 5 estrellas, rodeadas de un precioso paisaje que invita a la desconexión total, se encuentra Voro y ha sido una de nuestras últimas grandes sorpresas.

Salazar es andaluz, pero lleva Mallorca tatuada por su amplia trayectoria allí. Los guiños a su tierra no se le olvidan en una cocina que él promulga libre y sin ataduras, pero que es un canto al entorno y a las raíces. Equilibrio, en una palabra, define a una prolongada degustación de una veintena de pases que, sin embargo, resulta liviana y deliciosa con la asesoría líquida idónea de Carles Roselló. Más allá de excelentes vinos, incluso propone un sake para un plato inamovible desde 2015, como la ensalada de mariscos al palo cortado. Delicadeza casi asiática se percibe hasta en los sobresalientes postres como las gachas de la tita Luisa.

The View, Ibiza

Cenamos muy bien en el restaurante más gastronómico de 7 Pines Resort. Elevado sobre el acantilado de Cala Codolar, y frente al imponente islote de Es Vedrà, el atardecer es mágico desde la terraza de este reciente Sol Repsol capitaneado por Andrés Fernández. No es esencialmente local, sino que tira más a elaboraciones clásicas de corte internacional con un punto nórdico y buen toque personal que anticipa evolución.

Ventresca de atún con caviar, aguacate y dashi; sepia con navajas, berberechos y kombucha; cigala con tuétano, plancton y tupinambo… Echamos de menos más vinos cercanos, pero el maridaje es un buen y resumido paseo por etiquetas especiales de la península, lejos de las típicas, saltando después a Europa e, incluso, al Nuevo Mundo.

Godai, Menorca

Para internacional, algo inesperado en Menorca. El hotel Suites del Lago, ubicado en un completo resort pero guardando alma menorquina y un ambiente solo para adultos, ha tirado la casa por la ventana en cuanto a lo gastronómico y se nota. Desde aquí, nuestras felicitaciones a Julián Mármol que, desde su estrella Michelin Yugo en Madrid, ha implantado un fantástico japo-menorquín con una degustación sobresaliente que hay que probar aunque uno no esté alojado.

El nigiri de gamba roja de la isla al ajillo japonés es un gráfico ejemplo, igual que el de vieira con alcaparras locales o la gyoza de vaca vedella vermella menorquina que puede verse en su menú. Nos quitamos el sombrero también con otros reseñables conceptos como la flamante sede del mítico Thai Garden o el Kaypa de Omar Malpartida.

Es Còdol Fodarat, Formentera

Sin duda, nuestro restaurante favorito de Formentera. Uno de los mejores chiringuitos de la isla, en manos del genial Nandu Jubany, recupera platos típicos con excepcional producto y una cuidada y divertida atmósfera en una playa de ensueño como es Migjorn. “Dar de comer y disfrutar” es lo que busca, según él mismo nos cuenta, el cocinero catalán. Tradición con guiños actuales, en un ambiente totalmente desenfadado pero cuidado, visten local y platos.

Coca con sobrasada y miel, croquetas de gambitas de Formentera, una fantástica berenjena escalibada con sobrasada, miel, pipas y parmesano o unos mejillones con un curry tailandés como para no parar de mojar son entrantes sobresalientes. Preceden a su receta de mayor éxito: el frito de langosta o bogavante autóctono, con unas deliciosas patatas 'pebrera', en finas y crujientes láminas, y huevo frito. Hay que reservar varias veces para probar también sus arroces.

Es Fum, Mallorca

Volvamos a la mayor de las islas y al archiconocido hotel St. Regis Mardavall, donde también brilla frente al mar la estrella Michelin de Es Fum, restaurante dirigido por el chef Miguel Navarro. Desde 2011 revalida el astro este comedor que ahora, en palabras del propio chef, ha encontrado su línea definitiva. Esta es la de sus viajes por el mundo, desde Latinoamérica a Asia, con punto de encuentro en Mallorca.

Así, entre sus tres nuevos menús encontramos gamba roja de Sóller en espuma de Bloody Mary (un cóctel que se inventó en el St. Regis de Nueva York), un hamachi en salsa de ají amarillo con puré de aguacate braseado o un salmonete con quinoa rosa con un consomé de pescado de roca. Merece la pena dejarse llevar, en los vinos, por las sobresalientes propuestas de Julianna González. Para el día siguiente, si duermes allí, la propiedad estrena un superapetecible ‘sea club’, Mar, y navegar en su precioso llaüt eléctrico antes o después es un verdadero lujo.

Burdell de Foc, Menorca

¿Una última escapada a Menorca? Burdell de Foc estrena segunda temporada y es ya un ‘must’ en la isla, aunque no esté junto al mar. Los chefs Javier Goya (Grupo Triciclo), José Fuentes (Kulto) y el maître Fran Ramírez se han aliado en esta aventura al lado de Mahón en una idílica antigua masía a la luz de las velas, del atardecer, del sol de mediodía y del blanco de sus paredes.

En su propuesta gastronómica, magnífica para degustar especialmente en las noches en el exterior, destaca el producto de calidad sobre las brasas y los guiños a ingredientes y recetas menorquinas que se mezclan con la esencia de la cocina mediterránea y combinan con una excelente propuesta de vinos, muchos locales. El mejor tomate de la isla, con pesto de tomates secos, queso mahonés, rúcula y albahaca; el tartar de atún con jugo de pimientos asados y cebolletas; o el calamar de anzuelo con sobrasada son algunos de los imperdibles sobre unas mesas que hay que reservar sí o sí.