Fabiola Martínez, Bertín Osborne y su tarde solidaria que reunió al famoseo patrio

El evento podría recordar ‘Un día en las carreras’, la película de los hermanos Marx que se desarrolla en un hipódromo y que cuenta cómo el futuro de un hospital de descanso depende de que su propietaria consiga pronto la financiación que impida su embargo. Para ello, los hermanos Marx tienen que convencer a una millonaria de que su mejor inversión es salvar el centro médico. Algo parecido, con caballos de fondo y recaudaciones para la causa, ocurrió el sábado por la tarde en el Hipódromo de la Zarzuela, donde Fabiola Martínez quiso reunir a patrocinadores y caras conocidas para dar apoyo a su proyecto de la Fundación Bertín Osborne y la aplicación +Family, una plataforma que reúne a profesionales de diferentes ámbitos –legal, psicológico, educación, médicos o de inclusión laboral– para dar soporte a familiares de personas discapacitadas.

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Alejandra González

Como en la película de los hermanos Marx, la velada fue todo un éxito, aunque se produjera alguna situación surrealista, como que la organización no hubiera previsto un acceso para gente en silla de ruedas o que Bertín no quisiera atendernos argumentando –tan en serio que parecía broma– que ya había pasado por el photocall y había contestado las preguntas pertinentes. La que no escatimó en tiempo y dedicación fue su expareja, Fabiola Martínez, que nos atendió a todos con afán. La causa, sin duda, lo merecía. “Cuando estás al cargo de una persona discapacitada tienes que tomar decisiones y muchas veces no sabes cómo hacer las gestiones. La mayoría de la gente consulta en Google, a mí me ha pasado, y es un error. Por eso decidimos aglutinar toda esa información y garantizar su calidad”. Así nació +Family.

Dos años y medio después de su separación, la venezolana ha recolocado su vida: trabajaba en una inmobiliaria, colabora con el programa de televisión ‘Y ahora Sonsoles’ y el poco tiempo libre se lo dedica a sus amigas. Lo que es innegable es que su ruptura ha sido un ejemplo de armonía y comprensión, y así lo han vivido todos en la familia. “Creo que ellos lo han llevado fenomenal y eso ha ayudado a que lo llevemos bien el resto”, nos contaba Eugenia Osborne, la mediana de las tres hijas del presentador con su primera mujer, Sandra Domecq, fallecida de cáncer en 2004 a los 51 años. “He hablado mucho con Fabiola y como a menudo con ella y los niños en su casa. Con mi padre es más difícil porque a él no le gusta hablar de sí mismo. Con nadie”. Tampoco con un psicólogo: “Mi padre no va al psicólogo. Nunca ha ido. Y por ahora le funciona. Cada uno tiene que buscar sus maneras”.

La joven influencer también recordó cómo vivió el momento en el que nació su hermano Kike, de 16 años, y cómo cambió su visión sobre Fabiola. “Fue un cambio radical. Cómo ella y mi padre procesaron el problema y encajaron ese golpe de realidad me hizo verla con otros ojos”. Eugenia no vivía ajena a este tipo de problemas y me cuenta que su tío Rodrigo, hermano de su madre, tiene la misma discapacidad que Kike: “He convivido con él toda la vida. He visto a mis abuelos, a mis tíos y a nosotros mismos tratarlo como uno más, sin problemas”.

Como la tarde iba de tomar conciencia, no podía faltar Raquel Perera, resplandeciente –literal, su cara centelleaba gracias a unos polvos de maquillaje mágicos– y encantada con el inesperado éxito de su libro ‘Para que no te olvides, cómo afrontar la vida con valores y autoestima”, que ya va por la segunda edición. “Yo pensé que solo lo iban a leer mis hijos, mis padres y mis amigos. Y mira…”, reconoce tan sorprendida como satisfecha. El libro está dedicado a sus hijos y su educación emocional: “Nos enfocamos mucho en que tengan modales o saquen buenas notas, pero la educación emocional se nos olvida. Les enseño a que eso que duele ahí –se toca el pecho– es su conciencia, que va creciendo. El libro es para para que mis hijos no olviden qué es lo importante y que sepan levantarse cuando la vida los tire al suelo”.

Ella misma sufrió la embestida de la vida hace unos años, cuando Alejandro Sanz la dejó por la artista cubana Rachel Valdés, de la que anunció recientemente su ruptura: “No tengo ni idea de lo que ha pasado, pero solo espero que esté bien y que sepan manejar la ruptura. Mi experiencia durante 14 años junto a él ha sido increíble. Luego la ruptura fue la que fue, podría haber sido de otra manera, pero ahora mismo solo siento gratitud y un aprendizaje increíble. Me llevo muy bien con él y espero que esté bien, con o sin pareja, porque es el padre de mis hijos y ellos están bien si nosotros también lo estamos”.

Caballos, carreras y canapés

Además de los ya citados, otras personalidades como María Zurita, Esther Doña o Carmen Morales también quisieron arrimar el hombro en este evento solidario.

La hija de la infanta Margarita de Borbón ya está impaciente con las vacaciones que le esperan en Marbella, donde acude cada año y donde irá a descansar con su hijo Carlos, que termina el colegio la semana que viene – “tiene cinco años y dice que ya es mayor”–; también recordó que no vive ajena a lo que significa tener un familiar con problemas en casa: “Mi madre es ciega y está discapacitada físicamente”.

Carmen Morales acudió con su “todavía marido” –según sus propias palabras–, Luis Guerra, dueño de la cadena de gimnasios Holiday Gym y uno de los patrocinadores del proyecto +Family. La hija de Rocío Dúrcal y Antonio Morales conoce a Bertín “de toda la vida”, sobre todo a través de sus padres, y esa noche iba por fin a conocer a Fabiola. “Tenemos amigas en común, pero nunca hemos coincidido”, decía. Histórica conocida del presentador, no podía faltar en su programa, ‘Mi casa es la tuya’: “Estuvo en casa de mi hermana Sheila y yo hice una conexión desde los Alpes, donde estaba esquiando con Luis. Fue muy divertido, aunque algo estresante porque no encontrábamos cobertura”.

Quienes no pueden quejarse de cobertura son Fabiola y Bertín. Su convocatoria resultó entrañable y divertida, y el trocito de Hipódromo gestionado por el club Panthera, donde se celebró el evento, se llenó de gente guapa e interesante, como la penalista Bárbara Royo y su marido, el periodista, criminólogo y estrella de la televisión Nacho Abad. Ella ha sido la abogada defensora de José Luis Bretón y el asesino de Pioz, entre otros, aunque lo más increíble no son los casos que elige, sino la edad que tiene frente a la que aparenta: “Este año cumplo 50”. El revuelo que se montó fue importante: “¡Pero si pareces una cría!”.

También el hijo pequeño de Fabiola, Carlos, de 14 años, y su primo Juan, de diez, lo pasaron en grande. “Se llevan fenomenal”, nos contaba Eugenia, tía y madre de los chicos. ¿Qué más se puede pedir? Larga vida a +Family.