La nueva vida de Soraya Sáenz de Santamaría: amiga de Alejandro Sanz y anónima de nuevo

Soraya Sáenz de Santamaría fue una de las grandes sorpresas en el cumpleaños de Alejandro Sanz. Tal y como anunciamos en estas páginas en primicia, el cantante ofreció una fiesta por todo lo alto en el Teatro Barceló, transformando la mítica discoteca para la ocasión en el auténtico Moulin Rouge el pasado martes. Celebraba sus 55 años y no quiso dejarse nada en el tintero con una celebración a la que los cientos de invitados acudieron disfrazados.

Una noche para el recuerdo que nos regaló una instantánea de la que fuera vicepresidenta del Gobierno con Mariano Rajoy posando con su marido. Un documento con gran valor por dos motivos: no es habitual ver públicamente a la expolítica vallisoletana y mucho menos en compañía de su marido, Iván Rosa Vallejo.

Tras su salida del foco público hace ahora cinco años, el perfil de Soraya Sáenz de Santamaría pasó de la omnipresencia al ostracismo más absoluto. Una cura del protagonismo permanente en el que vivía por exigencias de su cargo que los que la conocen aseguran que “le ha venido mejor que bien”.

Según relatan en conversación con Vanitatis, “Soraya está tranquila y satisfecha con su nueva vida. Es feliz pasando tiempo con su hijo y su marido, cocinando y viajando siempre que puede. Siendo de alguna forma anónima de nuevo”.

Podemos contar con los dedos de una mano sus apariciones en los últimos años. Dos de ellas, con apenas unas semanas de diferencia desde la vuelta del verano de este 2023. Una durante la inauguración de la Galería de las Colecciones Reales, en la que la vimos charlando animadamente con la también exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y la segunda, este martes, disfrazada de los locos años 20.

Con una pluma en la cabeza, sonriente y perfectamente caracterizada, posó en lo alto de las escaleras del mítico local de Pedro Trapote del brazo de su marido, de elegante esmoquin. “Durante estos años lo ha pasado muy mal en algunas ocasiones, pero ahora está viviendo un gran momento”, apuntan otras fuentes del entorno de la expolítica.

Trabajadora y amable

La que fuera uno de los mayores exponentes femeninos de la política española, tras su renuncia, dejó del todo el servicio público para dedicarse en cuerpo y alma al sector privado. Un año después de entregar su carta de despedida a Pablo Casado, fichó en marzo de 2019 como socia del área de Gobierno corporativo y compliance en Cuatrecasas.

“Siempre ha sido muy discreta. Aunque podría haber presidido el Partido Popular, nunca mostró ínfulas de nada en el despacho. Siempre ha tenido un carácter cercano y una palabra amable con su equipo y es muy trabajadora”, aseguran quienes la han tratado de cerca en los últimos años.

En este prestigioso despacho de abogados, ubicado en la calle Almagro de Madrid, ejerce desde entonces “como especialista en la implantación de sistemas eficaces de gobierno corporativo, prevención de riesgos legales, control de cumplimiento normativo y gestión de crisis”.

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Sobre todo durante el último lustro, Sáenz de Santamaría se ha especializado como “experta en el asesoramiento a compañías en relación con el nuevo régimen de inversiones exteriores en sectores estratégicos, aprobado en marzo del 2020 en España como consecuencia de la crisis del covid-19. El régimen incluye infraestructuras y tecnologías críticas, energía y otros sectores de actividad esenciales”.

Un trabajo, cuando menos, exigente que compagina con sus labores como miembro desde 2018 del Consejo de Estado. Es abogada del Estado desde 1998 y en esta carrera, ahora aparcada de momento, ha ejercido como abogada del Estado jefe de León y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. No obstante, según aseguran desde su entorno, está muy cómoda en su trabajo actual, por lo que no parece que su futuro inmediato pase por volver a la función pública.

Calidad de vida volcada en su familia

Como decíamos, Soraya Sáenz de Santamaría está felizmente casada desde hace casi 20 años con el también abogado del Estado Iván Rosa Vallejo. En 2011, año en el que ocupó los cargos de vicepresidenta y ministra de la Presidencia durante la segunda legislatura de Mariano Rajoy, fue madre de su primer y único hijo.

Para ella, la maternidad y la conciliación siempre han supuesto una de sus prioridades, por lo que cuando negoció sus condiciones en Cuatrecasas, estos dos factores siempre estuvieron sobre la mesa.

“Ha ganado en calidad de vida”, aseguran desde su entorno. “Disfruta mucho junto a su hijo, que el mes pasado cumplió 12 años, y de su marido, con quien mantiene las mismas rutinas de ocio que siempre”. También de sus amigos. Ejemplo de ello es su presencia a la fiesta de cumpleaños de Alejandro Sanz de esta semana, de quien confesó en la puerta en los medios que esperaban a los invitados que “son buenos amigos desde hace años”.