Rastreamos los últimos pasos de Carlos de Inglaterra tras dar positivo en coronavirus

"No se puede asegurar dónde cogió el virus el príncipe, dado el gran número de personas con las que ha coincidido debido a su rol en las últimas semanas". Así intentaba Clarence House acabar con las posibles especulaciones surgidas tras conocerse que el príncipe Carlos ha dado positivo en los test que se le han practicado para saber si tiene coronavirus, después de presentar algunos síntomas. Y es que los medios de comunicación británicos no han tardado en fijarse en la reina Isabel, ya que preocupa especialmente por su edad.

Lo cierto es que, aunque el periodo normal de incubación del virus hasta que se presentan los síntomas es de una media de cinco días, se puede alargar mucho más, dependiendo del portador en cuestión. Por eso, a día de hoy es imposible saber cuándo se contagió Carlos y si la monarca puede estar también infectada, ya que madre e hijo tuvieron una cita en Buckingham el pasado 12 de marzo. Aunque el propio potavoz de palacio ha salido al paso con un comunicado afirmando que la reina se encuentra bien y sin síntomas, en Vanitatis hemos querido hacer un repaso a los últimos compromisos del príncipe, en los que estaría la fuente de contagio.

Nos vamos al 10 de marzo, una fecha clave, dado que mantuvo una reunión en Londres con Alberto de Mónaco sobre el cambio climático y el agua potable. Aunque no se estrecharon manos, siguiendo las recomendaciones, lo cierto es que la distancia entre los participantes de la cumbre no superaba el metro indicado por las autoridades sanitarias. Nueve días después, el portavoz oficial informaba que el príncipe Alberto había sido examinado y había dado positivo en coronavirus. Los test se le habían practicado a principios de esa semana, cuando había presentado síntomas, es decir, hacia el 16 de marzo, por lo que estamos dentro del periodo medio de incubación y cabe la posibilidad de que se contagiara en la cumbre compartida con el príncipe de Gales.

Ahora bien, en caso de que esa cumbre fuera la fuente de contagio, los compromisos que ha tenido después el príncipe Carlos no han sido pocos. El miércoles, 11 de marzo, presidía la gala de los premios Prince´s Trust, en la que se repetían las medidas, optando por las inclinaciones de cabeza en lugar de apretones de manos para saludar. Pero, una vez más, las distancias no eran las aconsejadas. Y aquí viene el objeto de preocupación de los medios británicos. El día 12, el heredero británico participaba en Buckingham en la imposición de honores y medallas y aprovechaba para mantener un encuentro con la reina Isabel, tal y como ha confirmado el portavoz de palacio. Y esa misma noche, también estaba presente en un evento solidario para recaudar fondos para los damnificados de los incendios que, semanas atrás, habían asolado Australia.

Era el 16 de marzo cuando se anunciaba que los miembros de la familia real que se encontraban en los grupos de riesgo -el propio Carlos, la reina Isabel, el duque de Edimburgo y la duquesa de Cornualles- llevarían a cabo el aislamiento recomendado, a pesar de que en ese momento no era obligatorio en Reino Unido. Por tanto, el hecho de que Buckingham informara este miércoles de que la monarca está, por el momento, bien de salud y sin síntomas es bastante tranquilizador, a pesar de que aún no ha pasado el tiempo estipulado como para considerarla fuera de peligro y se sabe que estuvo en contacto con personal de Buckingham que estaba contagiado.

Sea como sea, lo cierto es que el contagio del príncipe Carlos le imposibilita participar en cualquier trámite relacionado con la Casa Real y el funcionamiento del país para el que se requiera su presencia física. Así que, aunque rocambolesca, no hay que descartar la teoría lanzada por algunos periodistas expertos en el funcionamiento de la monarquía, que apuntaba a una posible vuelta temporal del príncipe Harry o la inclusión de Beatriz de York como consejera de Estado.