Federico de Dinamarca protagoniza un nuevo escándalo: "Es un hipócrita"

Federico de Dinamarca es objeto de una nueva polémica en su país. Desde antes de ascender al trono los escándalos persiguen al primogénito de Margarita II. Primero fueron las fotografías del entonces heredero paseando por las calles de Madrid junto a Genoveva Casanova; después, y tras convertirse en rey, llegó la escasa agenda, un hecho que provocó numerosas críticas; y ahora, ocho meses después de su proclamación, Federico ha sido bautizado por los medios daneses como un "hipócrita".

En concreto le llaman "hipócrita climático". "Cuando da discursos, pone la cara en las muecas adecuadas y habla de la importancia de cuidar el clima. Pero cuando el rey Federico baja del podio después del discurso, hay un largo camino entre las palabras y los hechos. Y es que el rey no vive según los principios que predica", aseguran en la revista 'Se og Hor'.

El medio ha llevado a cabo un análisis sobre el gasto de CO2 de Federico, centrándose sobre todo en el yate real, el Dannebrog, protagonista la pasada semana, pues fue el que llevó a los reyes en su crucero de verano. "Además de su flota de coches, sus numerosos vuelos en aviones privados y la calefacción de los grandes castillos, el barco real es uno de los mayores culpables de la contabilidad climática de la realeza", explican.

El Dannebrog liberó a la atmósfera 3.579 toneladas de CO2 en los últimos cuatro años. Una cantidad altísima si tenemos en cuenta que un ciudadano medio emite 7,5 toneladas de CO2 al año.

Cabe recordar, además, que en muchas ocasiones el yate sirve solo como hotel.Así lo hicieron, por ejemplo, en su visita de Estado a Suecia en mayo de este mismo año. Los reyes llegaron a Estocolmo en un vuelo y el Dannebrog ya se encontraba allí y abandonaron el país también en avión, por lo que el Dannebrog hizo el trayecto de ida y de vuelta sin miembros de la realeza.

En un libro que se publicó tras su proclamación, Federico aseguraba que "como pareja real, nos preocupa poder contribuir a que el planeta pase a la siguiente generación en buenas condiciones, lo que exige que impulsemos la transición verde. Por lo tanto, apoyaremos en la mayor medida posible los esfuerzos para la conservación de la naturaleza, la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático".

"Además de emitir mucho CO2, el barco real es un asunto caro para los contribuyentes daneses, que son responsables de todo el funcionamiento, mantenimiento y gastos de los numerosos litros de combustible. En los últimos cuatro años, sólo el coste del combustible ha ascendido a poco menos de 7,5 millones de coronas danesas (casi un millón de euros). Al mismo tiempo, el mantenimiento del viejo barco de 1932 cuesta enormes sumas de dinero. Desde 2005, ha costado más de 100 millones de coronas danesas (13 millones de euros)", explican en la revista.

Los royals que defienden el medio ambiente han sido catalogados en muchas ocasiones de hipócritas. Les ha sucedido también al príncipe Guillermo y al príncipe Harry. Y es que parece que ser de la realeza y eco friendly no está muy en consonancia.