Alicia Koplowitz y Alfonso Diez, invitados vip en la boda del futuro duque de Alba

Faltan pocos días para la boda del otoño, que así se ha definido el enlace de Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo. Sera el sábado 6 de octubre a las doce de la mañana en el Palacio de Liria, oficiada por el sacerdote Ignacio Sánchez Dalp. Se sabe que la novia irá vestida con un diseño de su tía, Teresa Palazuelo, y que seguramente se decidirá por la diadema que utilizó su suegra, Matilde Solís, cuando se casó en la catedral de Sevilla con el actual duque de Alba.

[LEER MÁS: En las tripas del Palacio de Liria, el Downton Abbey español]

También se ha podido saber que el cóctel lo servirá Ciboulette y que habrá más de cuatrocientos invitados: “La mayoría son amigos de los novios porque han querido que fuera su boda, no la de sus padres”, apuntan fuentes cercanas a Vanitatis. No faltarán todos los tíos paternos, incluido Jacobo, conde de Siruela, que estrenará traje, y los tíos maternos. Tampoco los cuatro hijos de Carmen Tello y su padre, Miguel de Solís, actual marqués de la Motilla. Enrique será también testigo de su primo. Todos ellos forman parte del grupo familiar, que es largo y extenso.

Como invitados especiales estarán Alicia Koplowitz y Alfonso Diez, convocados por el propio duque de Alba, padre del novio y dueño y presidente de la Fundación del Palacio de Liria. La empresaria es una de las grandes amigas de Carlos Fitz-James Stuart, con el que suele cenar y almorzar a menudo, unas veces en Liria y otras en cualquier restaurante que no forme parte del circuito de los famosos.

Carlos y Alicia, el reencuentro

Mantuvieron una relación muy estrecha hace diez años e incluso se llegó a rumorear que el noviazgo acabaría en boda. Ya separados los dos, volvieron a encontrarse. Al principio se trataba de reuniones en grupo, cenas con amigos comunes, jornadas de caza en la finca de ella, en la de su hermana, Esther, o reuniones en el domicilio de la marquesa de la Vega de Anzo, quizá una de las mejores amigas de Koplowitz.

El otro personaje destacado será Alfonso Diez. El viudo de Cayetana ha mantenido un perfil mediático muy bajo después de la muerte de la duquesa. Recibió su herencia y el sueldo vitalicio que la aristócrata dispuso fuera del testamento y que Carlos Fitz-James hizo efectivo cumpliendo la voluntad de su madre. Alfonso Diez tiene su jubilación, un piso en el barrio de Chamberí de doscientos metros que adquirió hace un año y mantiene la casa de Sanlúcar más su antiguo piso de soltero, que tiene alquilado.

[LEER MÁS: El segundo gran regalo que reciben los Alba Palazuelo antes de su boda]

Ha vuelto a su vida anterior, viaja a Sevilla, invitado por las amistades de Cayetana que ahora son las suyas, y lleva una vida acomodada de la que disfruta. La relación con los hijos de su mujer resultó muy complicada al principio y fue evolucionando de una manera positiva hasta ahora. Aunque ninguno de ellos mantiene intimidad con el duque viudo, se llevan bien. De ahí la invitación a la boda.