Mónica Naranjo: "Lo normal es que no te pregunten si estás con un chico o una chica"

Mónica Naranjo desprende un aura de estrella de otra época, en la que los artistas no se hacían en serie. Enfatiza cada una de sus frases con unas manos que tienen vida propia y que añaden un subtexto y una intención que es difícil de aprehender en palabras. Por eso, entrevistarla es como asistir a una 'performance', porque la Pantera de Figueras es una mujer intensa y extensa. Cercana y efusiva, no necesita medir las respuestas ni calcular sus consecuencias: su discurso, más que interiorizado, sigue siendo el mismo de la artista de melena bicolor que, mediada la década de los 90, vendió en apenas unas semanas un millón de copias (físicas, en aquel entonces no existía el streaming) con su segundo disco, 'Palabra de mujer'. Defensora a ultranza de la comunidad LGTBI desde siempre, leerá el pregón del Orgullo en Madrid el próximo 3 de julio.

"Todos los años me lo ofrecían y les decía que no, porque no era necesario que estuviera allí, porque ellos lo estaban haciendo fenomenal. Este año sí era necesario. Este año he sido la que he llamado yo, porque me da miedo ir para atrás, así que sigamos hacia delante... No considero que estemos en peligro, pero hay que estar ahí, por si acaso. Soy muy positiva y creo que al final con amor, comunicación y respeto llegamos donde queramos. Discutiendo no, nunca", asegura la intérprete de 'Sobreviviré'.

De camino a la sesión fotográfica nos recuerda a su adorada comadre Rocío Jurado ("Cantar con ella en su gala homenaje es una de las experiencias más importantes de mi carrera"), nos devela el el secreto para lucir un tipazo espectacular, a sus 45 años, edad que ella misma subraya ("No me extraña estar delgada, no paro, el tiempo se me queda corto") y confiesa su adoración por Agoney, exconcursante de 'Operación Triunfo' cuando ella era miembro del jurado, con quien va a cantar en el Isla Bonita Love Festival, un evento LGTBI en La Palma el próximo 20 de julio ("Tiene un talento excepcional, no solo como cantante, también como creador").

PREGUNTA: Este año estás muy involucrada también en la celebración del Orgullo Gay en Costa Rica, dondes se ha aprobado el matrimonio entre parejas del mismo sexo.

RESPUESTA: Lo que acaba de pasar allí ha sido brutal. Me he reunido con la embajadora de este país en España, antigua ministra y responsable de esta ley que entra en vigor el año que viene, pero responsable de muchas causas más. Empezaron con 400 personas y ahora son 200.000 -nos dice la artista, la víspera de su viaje a este país centroamericano, donde visitó una cárcel de mujeres y participó en la marcha del Orgullo, con récord histórico, ya que se alcanzó no la cifra de asistencia que manejaba la artista, por años anteriores, sino el medio millón de personas.

P.: Cuando te diste a conocer en España, después de triunfar en México, soltabas la palabra 'homosexual' cada dos o tres frases en todas tus entrevistas...

R.: Normal, porque me he criado dentro de la comunidad, es mi familia. Son mis hermanos. Atacan a uno de ellos y ¿qué haces? Peleas por él.

P.: Taylor Swift acaba de lanzar una canción, 'You need to calm down', para apoyar a la comunidad LGTBI y en la prensa francesa publicaban hace unos días un artículo en el que decían que es el público gay el que elige a sus iconos y a sus divas y no al revés.

R.: Estoy totalmente de acuerdo. El público gay es de toda la vida sabedor, culto y, sobre todo, muy exquisito. No le gusta todo. Es exclusivo. Cuando a un gay le gusta una artista, una actriz, un pintor, un escultor, gírate a mirarlo porque va a molar. Tienen esa sensibilidad y reconocen el talento, pero lo escogen ellos, no se lo puedes vender. Esto no funciona así. Es un público muy inteligente. Quien quiera 'colocarles' un producto no lo va a conseguir, no va a funcionar.

Su 'salida del armario'

P.: Ya habías dicho en algunas ocasiones que habías tenido relaciones con mujeres, pero no ha sido hasta hace muy poco, mientras promocionabas el programa de televisión 'Mónica y el sexo' (aún pendiente de estreno en Mediaset), cuando han dado credibilidad a tus declaraciones.

R.: Es una de las cosas que más me han llamado la atención este año. Ha sido algo tan orgánico y natural que no comprendo por qué se le ha dado tanta relevancia ahora. Tampoco sé dónde está la noticia, no lo entiendo.

P.: ¿Se habrá alcanzado la normalidad el día en el que este tipo de cuestiones dejen de ser noticiosas?

R.: Sí y, sobre todo, cuando no tengamos etiquetas. Lo normal es que no te pregunten con quién compartes tu vida, si estás con un chico o una chica. Que cuando te pregunten si estás enamorado solo tengas que decir: “Sí”. Será el momento en el que digamos que no hace tanta falta lucha, lo hemos conseguido, somos seres humanos.

P.: Acabas de vivir un cambio radical, dos en uno: has roto con tu segundo marido, Óscar Tarruella, que también era tu mánager. ¿Cómo te encuentras?

R.: Me encuentro muy bien. Los dos estamos viviendo el cambio fenomenal. Él está feliz y yo también. Era lo que tenía que ser. Para mí ha sido un gran maestro y espero que él piense lo mismo de mí. Normalmente cuando se acaban los matrimonios se hace algo muy feo, que es culpar, poner el dedo en el otro. Cuando el responsable eres tú. Porque al final nosotros creamos la situación con nuestros pensamientos. Siempre digo que en vez de cada riña que tenemos con nuestra pareja deberíamos cambiar la frase: “Esto no tiene solución, tenemos que dejarlo” por “Mi amor, vamos a hablar porque esto no es nada...”. Pero no lo estás haciendo y estás provocando la situación, por lo tanto el culpable eres tú.

P.: Una de las mejores cosas que te ha dejado este matrimonio es la experiencia de ser madre con Aitor, el hijo de Óscar.

R.: La experiencia de haber criado a Aitor y ver lo mayor que es es brutal, pero él ya tiene su vida. Los niños no son nuestros. Tú los pares, aunque no ha sido mi caso, pero los padres no somos dueños de ellos, se emancipan y se van. Es ley de vida.

P.: ¿En qué momento vital estás?

R.: ¡Estoy tan guay! Estoy tan guay...-asegura Mónica, a quien aún le queda energía, pese a llevar un día muy intenso y tiene que preparar las maletas para irse a Costa Rica a la mañana siguiente.

P.: Cuéntanos hasta donde puedas sobre tu nuevo trabajo discográfico, 'Mes Excentricités'...

R.: La idea que teníamos era sacar la obra completa en septiembre, pero decidimos estrenar la primera canción en Madrid, en el Orgullo, porque, como dije hace poco en un vídeo en las redes sociales: “Si te invitan a una casa, debes llevar un regalo”. Va a ser una manera muy bonita de celebrarlo. Es diferente, pero también es lo que tenía que ser. A mí me gusta investigar. Dios no me ha dado solo el talento de la interpretación, sino también de la creación. Soy de las que me gusta encerrarme, componer, trabajar con buenos programadores, arreglistas. Y así se va creando un mundo en el que me sumerjo y con el que me siento muy identificada en el momento que estoy viviendo.

P.: En otoño llega tu gira 'Renaissance'. ¿Qué nos vamos a encontrar?

R.: Es un paso maravilloso, porque vamos a vivir el pasado, el presente y el futuro. Es algo que no había hecho hasta ahora en un concierto, de una manera tan marcada, eligiendo los singles que han significado un antes y un después en la sociedad. Es un concierto dedicado al público. Esta vez no he pensado en lo que me gusta a mí, sino en lo que les gusta a ellos -nos dice la cantante, que incorporará algunas canciones de su disco 'Chicas malas', un trabajo del que se había distanciado durante años y que retoma porque "hay que apaciguar a los monstruos".

P.: Vienes de grabar para Cuatro 'La isla de las tentaciones' en República Dominicana. ¿Cómo ha sido la experiencia?

R.: Es un reality en toda regla. Nunca había presentado uno y me ha encantado. Hasta tal punto de irme por las noches a control para ver lo que estaba pasando en las casas. Hasta ese punto de 'voyeur', de curiosa... Las cinco parejas eran fascinantes. Conseguir que cinco parejas lleguen a una isla y a los dos días los separemos en diferentes villas de lujo, con diez solteros y solteras que eran un escándalo y a observar qué pasa... ¡Hasta yo estaba enganchada! Me quitaba horas de sueño para verlo en directo.