Marta Ortega presidirá Inditex: una forma propia de asumir el legado familiar
La hija pequeña de Amancio, de 85 años, será la nueva presidenta de la compañía a partir del próximo mes de abril
Pocas veces una aparición en prensa provoca tantas reacciones como las que provocó Marta Ortega en la 'WSJ Magazine', la revista mensual del 'Wall Street Journal', considerado la biblia del capitalismo. No solo porque Ortega Pérez nunca había concedido una entrevista de estas características, también porque la hija pequeña de Amancio Ortega, fruto de su segundo matrimonio con Flora Pérez, hablaba de su visión de negocio, de lo que hace cada día y del futuro de la empresa que creó su padre de la nada. Cuando se planteaba abiertamente el espinoso asunto de la sucesión de Amancio Ortega, de 85 años, ella respondió: "Siempre estaré donde la compañía me necesite más". Esa necesidad tiene nombre este 30 de noviembre, ya que será ella la que presida Inditex a partir de abril de 2022. Según ha anunciado la compañía en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el hasta ahora presidente, Pablo Isla, abandonará sus filas ese mismo año.
Hasta ahora, cuando los periodistas preguntábamos cuál era el cargo de Ortega Pérez en Inditex, la respuesta oficial era algo indefinida: "Desempeña su labor en el área comercial de Zara". Marta se incorporó a Inditex en 2007, tras graduarse en International Business por la European Business School de la Regent's University de Londres. Nada más terminar, aterrizó como asociada de ventas en la tienda de King's Road. "La primera semana, pensé que no iba a sobrevivir", reconocía en la entrevista.
En los primeros años tras su incorporación a la compañía llevó a cabo un intenso periodo formativo en diferentes destinos internacionales y áreas de negocio del grupo Inditex. Lo que hacía en la actualidad estaba más en la nebulosa: "Su responsabilidad profesional está vinculada al diseño y desarrollo de producto en Zara Woman", decían, sin entrar en detalles.
El alma de la compañía
Gracias a esa entrevista supimos que lo primero que hace Ortega cuando llega cada mañana a la sede de Arteixo es reunirse con el director financiero (CFO), Miguel Díaz, y otros altos ejecutivos de la firma para analizar el ranking de ventas global de productos. Que desempeña funciones clave para Inditex que a partir del año que viene se multiplicarán por su presidencia. Por ejemplo, la supervisión del diseño y las mercancías de ropa de mujer de Zara, además de la imagen de marca. Como reflexionaba un artículo de El Confidencial hace meses, Marta Ortega "no tiene ahora mismo un cargo definido en Inditex, no es miembro del consejo, ni vicepresidenta del grupo, ni presidenta ejecutiva de alguna filial, ni directora general de ningún departamento", pero parece ser una de las almas de la compañía. Y su papel no hará más que crecer en el futuro, como demuestra el paso al frente que dio con la entrevista.
Mientras, en algún lugar del mundo, probablemente Oleiros, Sandra Ortega, la hija mayor de Amancio, sería la menos sorprendida con las declaraciones de su hermana. Que se sepa, no mantienen relación, pero el marido de Ortega Mera, Pablo Gómez Avilés, es un alto directivo de la compañía y conoce lo que ocurre ahí dentro. La postura de la primogénita respecto a Inditex es la misma que tenía su madre, la añorada Rosalía Mera, y que se resume en obtener los dividendos derivados de su participación pero permanecer alejada de la gestión.
A lo largo de los años ha protagonizado alguna confusión en este sentido, como cuando en 2018 Sandra apareció en las obras de una macrotienda que Inditex iba a abrir en el centro de León. La prensa local detectó su presencia y publicó que la más discreta de los Ortega había estado supervisando la obra y también había tenido reuniones con el personal del nuevo Zara para ultimar detalles. La cosa tenía su miga teniendo en cuenta que apenas existen cuatro fotografías de Sandra, que jamás se ha querido involucrar en el día a día de la empresa que la ha hecho rica, y que la noticia disparó los rumores sobre si había decidido dar un paso por delante de Marta, su hermana, en el asunto de la sucesión de Amancio.
Fuentes cercanas a los Ortega desmontaron rápidamente las elucubraciones. Sandra se encontraba en León acompañando a su marido Pablo en un viaje de trabajo. La hija mayor de Amancio y de su primera mujer encontró su camino profesional en la Fundación Paideia Galiza, una organización sin ánimo de lucro que fundó Rosalía Mera.
Sandra solo tiene trato con Inditex a nivel accionarial, pero la anécdota sirve para ilustrar la avidez por conocer algo más sobre la mujer más rica de España (según la lista Forbes, la hija mayor de Amancio Ortega goza de una fortuna personal de 5.600 millones de euros). Fuentes cercanas cuentan que cultiva más el trato con su padre de lo que trasciende públicamente (de hecho, sus tres hijos mantienen una relación entrañable con su abuelo), aunque no tiene la misma sintonía con su hermana Marta. La familia reside en una bonita casa en Oleiros con vistas al mar y no se le conocen grandes lujos más allá de cuidar de su huerto y llevar una vida sencilla.
Parte de la fortuna de Sandra Ortega está al servicio de la sociedad a través de las distintas líneas de actividad de Paideia. La fundación trabaja activamente en el campo de la discapacidad y el empleo, en el de la juventud y la movilidad, el emprendimiento, el desarrollo territorial y la formación. La labor de esta institución ha sido reconocida con varios premios, y no para ni en agosto. La semana pasada firmaron un acuerdo para renovar la colaboración iniciada en 2018 para mejorar el material forestal de reproducción de Galicia, sobre todo el roble y el abedul. Todo ello, "para asegurar la generación de recursos que puedan ser utilizados por la industria".
Laboratorios e inmobiliaria
Ortega también tiene intereses en empresas como PharmaMar, dedicada a la investigación oncológica, o la cadena de hoteles Room Mate, de la que ahora quiere deshacerse. Como su padre, el grueso de los dividendos de Inditex suele ir a parar al mercado inmobiliario. En Estados Unidos gestiona hoteles, oficinas y otras propiedades a través de distintas filiales. Allí ha tenido que reorganizar el negocio, dado que parte de estas entidades cerraron el año pasado en pérdidas.
Si Marta Ortega dejó entreabierta una ventana a su intimidad, permitiendo a los medios asomarse a su boda con Carlos Torretta o con el jinete Sergio Álvarez Moya, los portazos de Sandra a la prensa han sido sonoros y numerosos. Se pueden contar con los dedos de una mano las veces que Sandra Ortega ha salido del ostracismo público en el que vive. Uno de ellos, cuando en plena pandemia decidió donar una partida de 1,1 millones de mascarillas, 50.000 pantallas protectoras y 5.000 monos médicos de protección. Sandra se sumaba así a los esfuerzos de Marta y Amancio, que pusieron la infraestructura logística de Inditex a disposición del Gobierno desde el primer minuto.
A través de estos gestos, Sandra Ortega deja entrever parte de su personalidad. La primogénita estudió en un colegio público, está casada con su novio del instituto y, como Marta, nunca ha sido exhibicionista con su fortuna. Disfruta de una existencia tranquila, entre las oficinas de Paideia en el centro de A Coruña y su casa de Oleiros. Allí, dicen, los vecinos la protegen de la curiosidad ajena.
Quizá alguna vez se cruza con su hermana pequeña, que viaja mucho pero tiene su sede también en A Coruña, donde vive en un dúplex con su marido Carlos y sus dos hijos. Allí, explica en la entrevista del 'WSJ Magazine', camina tranquila por la calle y los fotógrafos no la persiguen. “Creo que [quedarme en Coruña] ha sido parte del éxito de la empresa, ya que puede que nos dé una perspectiva diferente, en vez de estar en el núcleo en otra parte”, declara Ortega Pérez.
Pocas veces una aparición en prensa provoca tantas reacciones como las que provocó Marta Ortega en la 'WSJ Magazine', la revista mensual del 'Wall Street Journal', considerado la biblia del capitalismo. No solo porque Ortega Pérez nunca había concedido una entrevista de estas características, también porque la hija pequeña de Amancio Ortega, fruto de su segundo matrimonio con Flora Pérez, hablaba de su visión de negocio, de lo que hace cada día y del futuro de la empresa que creó su padre de la nada. Cuando se planteaba abiertamente el espinoso asunto de la sucesión de Amancio Ortega, de 85 años, ella respondió: "Siempre estaré donde la compañía me necesite más". Esa necesidad tiene nombre este 30 de noviembre, ya que será ella la que presida Inditex a partir de abril de 2022. Según ha anunciado la compañía en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el hasta ahora presidente, Pablo Isla, abandonará sus filas ese mismo año.