Exclusiva: Hablamos con Bárbara Rey tras requerirse su comparecencia en el Senado

La Mesa del Senado ha aceptado esta mañana la solicitud por parte de Carles Mulet, del partido Compromís, para que Bárbara Rey acuda y explique si recibió dinero público de los fondos reservados y otras prebendas y concesiones. Este dinero lo habría recibido por intervención del CESID tras la ruptura de su relación con don Juan Carlos cuando era jefe del Estado. La actriz estaría obligada a responder a las preguntas que se le hagan.

Esta historia de las cantidades que se entregaban a la vedete nunca se ha demostrado a pesar de formar parte de las insinuaciones en programas de televisión y medios escritos. Estas supuestas entregas, que superarían los tres millones de euros, han sido el foco de interés que acompañó a las actuaciones de la agencia de inteligencia española en los años ochenta.

Bárbara Rey nunca ha hecho declaraciones con respecto a su supuesta relación afectiva y menos aún confirmado las informaciones que se han publicado en libros como el de José García Abad, 'La soledad del Rey’, o en los de Jesús Cacho, Pepe Oneto, Joaquín Bardavío y otros periodistas que manejaban determinados datos. Mientras que Corinna Larsen se declaró “amiga entrañable del Rey emérito”, Rey se ha mantenido al margen y nunca ha querido confirmar lo que se daba por bueno.

Y quiere seguir de la misma manera, como ha confirmado a Vanitatis en lo que son sus declaraciones exclusivas: “Estoy fuera de España y ajena a estas historias. Mi abogado, que lleva mis asuntos, está al tanto de lo que pueda suceder. No tengo nada que decir salvo que hay demasiados parásitos y que viven de sueldos vitalicios de todos los españoles y no hacen nada. Son unos inútiles. Los que tenemos muchos años sabemos muy bien que jamás hemos estado tan mal como estamos ahora. En vez de preocuparse de arreglar la situación en la que estamos viviendo se dedican a estupideces”. Insiste en que no va a hacer declaraciones y se reitera en que “es mentira. Es todo muy fuerte. Han sido otros los que han hablado y cuando me han preguntado siempre he dicho lo mismo: decir el nombre de esa persona porque yo no lo voy a hacer”.

De esta manera se cubría las espaldas y eran los colaboradores televisivos los que debían arriesgarse a una demanda por derecho al honor. Bárbara Rey formaba parte de un supuesto listado de amantes de don Juan Carlos. Una historia que se aderezaba con conspiraciones por parte de poderes económicos para que el emérito interviniera ante algunas fusiones bancarias o evitar ingresos en la cárcel de ciertas amistades peligrosas que rodeaban al monarca.

Bárbara Rey llegó a sufrir amenazas y robo en su chalet de Boadilla del Monte de cintas de vídeo y material sensible sobre su privacidad y la de don Juan Carlos. Fotografías y vídeos de los que siempre se ha hablado, pero que nadie ha confirmado públicamente haberlos visto. La actriz sí quiso, en un momento dado, compartir determinados datos con periodistas como Antonio Herrero por si le pasaba algo. En una ocasión, al salir de su casa, los frenos de su coche no respondieron. Al llevar el vehículo al taller le dijeron que se habían manipulado.

La actriz sí confirmó estas cuestiones, pero nunca las relacionó públicamente con las actividades del CESID y menos por su relación con don Juan Carlos. Puede ser que parte de esas leyendas y secretos, que algunos de los protagonistas más importantes como el general Sabino Fernández Campo se llevaron a la tumba, vuelven a estar de actualidad.