Victoria Hohenlohe, duquesa de Medinaceli, asume su primer compromiso público en Sevilla

El próximo 13 de septiembre es un día importante en la vida de Victoria Hohenlohe-Langenburg, la actual duquesa de Medinaceli. Por primera vez, ha aceptado estar presente en los premios Escaparate que organiza Mario Niebla en Sevilla. Lo hará en calidad de Madrina de honor. La joven de 27 años recoge esa noche, en el transcurso de la fiesta que se celebrará en el Muelle de la Sal, ese reconocimiento a la casa Ducal que ella representa.

Su bisabuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, junto con la duquesa de Alba y la duquesa de Osuna, fueron las tres grandes figuras de la nobleza del siglo pasado que demostraron su amor por la capital de Andalucía. Mimi Medinaceli falleció en 2013 y el título lo recibió su nieto, Marco Hohenlohe, que se convirtió en Jefe de la Casa. Su madre Ana hubiera sido la heredera, pero también murió en 2012. En 2016, la jovencísima Victoria de 19 años se convertía, tras las sucesivas tragedias familiares, en duquesa de Medinaceli y dueña de cuarenta y tres títulos más, diez de ellos con grandeza incluida.

Victoria ha mantenido un perfil muy bajo en este tiempo. Ha preferido alejarse del mundo social en el que viven otras mujeres de la aristocracia. Nunca ha formado parte de los photocalls, ni de los reportajes de moda donde aparece la nueva generación de títulos. Hay muy pocas imágenes suyas y las que existen están relacionadas con su asistencia a las bodas de los nietos de la duquesa de Alba o asistiendo a alguna competición hípica. En la actualidad, trabaja en una consultora estadounidense con oficina en Madrid.

Los que la conocen la definen como una mujer muy preparada académicamente, discreta y con un gran sentido de la responsabilidad con respecto a los títulos que conlleva el ser la cabeza visible de la Casa Medinaceli. Para la joven, aceptar esta mención supone un honor y un compromiso con Sevilla, ciudad que ha estado, a través de los siglos, vinculada a su familia. “Con la muerte de su bisabuela Mimi, como se la conocía cariñosamente, se había perdido ese vínculo público que con tanto orgullo había ostentado la duquesa. Ahora, su bisnieta retoma ese nexo de unión y por eso aceptó la propuesta que le hicimos”, explica Mario Niebla, que la conoció a través de su primo Rafael Medina, duque de Feria. Ser madrina de honor sirve para retomar esa relación con Sevilla. Y reivindicar su posición como jefa de la Casa Ducal.

Su demanda en los tribunales

Victoria, junto con sus primos, todos ellos nietos y bisnietos de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, interpusieron una demanda contra su tío, Ignacio Medina Fernández de Córdoba, duque de Segorbe y contra la fundación que este preside. El motivo de dicha reclamación judicial comenzó a la muerte de la abuela y bisabuela Mimi en 2013. Los herederos debían recibir la parte de la legítima que les correspondía. Sin embargo, Segorbe defendía que el verdadero deseo de su madre era donar su patrimonio a la fundación que él preside y de la que echó al resto de sobrinos. Incluida Victoria, que ostenta el título que da nombre a la entidad.

En noviembre de 2021, una sentencia del juzgado número 12 de Sevilla comunicó a las partes la decisión judicial. En el escrito de resolución se reconocía el derecho a la legítima de los herederos de doña Victoria Eugenia Fernández de Córdoba. Condenaban a la fundación que preside el duque de Segorbe a pagar dichas cantidades. El siguiente paso fue el recurso de apelación de este último, que por ahora no tiene fecha de citación. “Según el Código Civil, cuando dejas hijos o descendientes directos, dos terceras partes de tus bienes van necesariamente a ellos. Es de obligado cumplimiento y cualquier otra cosa es vulnerar la ley. Desde el principio, no se cumplió este reparto de la legítima, que es lo que exigen los herederos”, confirmaban a Vanitatis expertos en estos asuntos hereditarios.

Como anécdota, señalar que su boda con Maxime Corneille en octubre pasado se celebró en Jerez en una finca de unos amigos, al no permitir su tío abuelo, el mencioado Ignacio Medina, que lo hiciera en Casa Pilatos, uno de los edificios emblemáticos de Sevilla perteneciente a la Casa de Medinaceli.