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La relación de Juan Roig y su familia con las Fallas: tradición, solidaridad y rodeados de la alta sociedad
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TRADICIÓN FAMILIAR

La relación de Juan Roig y su familia con las Fallas: tradición, solidaridad y rodeados de la alta sociedad

El sentimiento fallero es algo que se hereda, los Roig son un reflejo de ello, ya que el matrimonio y sus cuatro hijas pertenecen a la misma comisión, donde se codean con otros empresarios valencianos

Foto: Juan Roig y Hortensia Herrero saludan desde la grada durante la corrida de la Feria de Fallas. (EFE / Ana Escobar)
Juan Roig y Hortensia Herrero saludan desde la grada durante la corrida de la Feria de Fallas. (EFE / Ana Escobar)

En Valencia, el espíritu fallero se hereda y va pasando de generación en generación. Una tradición que une a las familias, como sabe la de Juan Roig de primera mano. El presidente de Mercadona ha convertido su apellido en sinónimo de éxito empresarial, y también ha hecho de las Fallas una parte inseparable de su vida. Como cada año, han participado en la Ofrenda, esta edición especialmente significativa por el recuerdo a las víctimas de la DANA.

Los Roig pertenecen a la Falla Convento Jerusalén-Matemático Marzal, una de las más prestigiosas y con mayor peso en la alta sociedad valenciana. Su equitativo en términos deportivos, otra de las grandes aficiones del empresario, sería el palco del Bernabéu. Por sus miembros y por los acuerdos que salen de su casal.

Este 2025, la entrega de los ramos a la Mare de Déu dels Desamparats en la Plaza de la Virgen ha sido especialmente emotiva. Juan Roig y Hortensia Herrero han desfilado, tal y como hacen año tras año, en un acto que esta vez ha estado marcado por las consecuencias de la riada del 29 de octubre, que dejó cicatrices en Valencia y sus fiestas.

Algunas comisiones lo hacen por familias, es decir, que se pueden juntar varias personas que tengan lazos, ya sean de sangre o de amistad, y salir todos con un máximo de integrantes por fila. En el caso de los Roig, por un lado iban sus hijas y su mujer, y él apareció en el grupo de hombres que cierra la ofrenda antes de la fallera mayor.

placeholder Hortensia Herrero y sus hijas en la Ofrenda de Valencia. (Retransmisión A Punt)
Hortensia Herrero y sus hijas en la Ofrenda de Valencia. (Retransmisión A Punt)

La influencia de Convento Jerusalén es importante dado sus miembros y hay un gesto solidario de este año que lo ha dejado patente. La falla asumió el reto de construir un monumento en Paiporta, que había decidido no plantar falla debido a los destrozos causados por la tormenta.

O lo que es lo mismo, además de pagar sus ninots, encargaron a su artista fallero, David Sánchez Llongo, que realizara otra en el tiempo récord de 6 semanas. Un detalle simbólico que refuerza la idea de que las Fallas son mucho más que un espectáculo, también son sinónimo de hermandad.

Además de la devoción y solidaridad que siente la familia, también hay parte de poder. Y es que la suya no es una falla cualquiera. Es un referente dentro de la Sección Especial, la categoría más alta, y este año ha hecho historia al conseguir un cuádruple de premios: mejor falla infantil, premio de ingenio y gracia, mejor falla mayor y ninot indultat mayor. Un éxito que, como en tantas ocasiones, ha venido acompañado de un despliegue de recursos y talento que pocas comisiones pueden permitirse.

La relación de los Roig con las Fallas comenzó mucho antes de su llegada a Convento Jerusalén. Durante años, la familia perteneció a La Bicicleta, otra comisión con solera. Fue allí donde Carolina Roig fue nombrada fallera mayor en 1994, lo que marcó la transición de la familia a su actual comisión. Desde entonces, todas las hijas del empresario han pasado por el cargo de fallera mayor o infantil en algún momento.

El matrimonio formado por Hortensia Herrero y Juan Roig tiene 4 hijas y 11 nietos. Las mayores son las mellizas Hortensia y Carolina. La primera está licenciada en Derecho y trabajó para la empresa de su padre hasta 2006, aunque sigue siendo miembro del Consejo de Administración de la empresa. En 2007, se casó en la iglesia de San Juan del Hospital de la ciudad con Jesús Ferrer Pastor, empresario de gestión de centros deportivos y padre de sus tres hijos.

Por otro lado, está Carolina, que dio el 'sí quiero' en 2001 y es la secretaría del consejo, entre otros cargos. Después viene Juana, que le ha dado un gran empujón a Mercadona al liderar la transformación de la compra por internet y ahora es la directora general de Mercadona Online. Por último, está Amparo, arquitecta y casada con Antonio Cabedo, hijo de la condesa de Salvatierra de Álava.

Uno de los momentos más significativos en la familia fue en 2019, cuando Juana Roig, la menor de las cuatro hijas, fue nombrada fallera mayor de su actual comisión. Su historia es el reflejo perfecto de cómo las Fallas pueden marcar la vida de una persona. Desde su primer paseíllo con apenas dos meses, hasta su regreso a Valencia tras años residiendo en Barcelona para asumir su papel como máxima representante de Convento. Un ciclo que se cierra y se renueva con cada generación.

Pero la vinculación de los Roig con las Fallas va más allá de los títulos y las tradiciones familiares. La ayuda económica también ha estado presente en este 2025.

Su mujer, Hortensia Herrero, a través de su fundación, ha donado 60.000 euros para que cuatro talleres de indumentaria valenciana afectados por la DANA pudieran reabrir. Món Faller, Artesanía Valenciana Elena, Andrea Indumentaria y Alan Indumentaria Valenciana han podido recuperar su actividad gracias a esta inyección económica. Un gesto relevante en un sector donde la tradición y la artesanía son clave.

placeholder El matrimonio en una foto de archivo. (EFE / Ana Escobar).
El matrimonio en una foto de archivo. (EFE / Ana Escobar).

Más allá de la familia nuclear, la tradición fallera también ha alcanzado a otros miembros del clan. En febrero, su sobrina Trinuca Larraz fue exaltada como fallera mayor de Pizarro-Cirilo Amorós, lo que demuestra que la saga sigue vinculada a la fiesta. Y si algo ha dejado claro es que su amor por las Fallas no es una simple afición, sino una parte fundamental de su red de relaciones y su influencia en Valencia.

El empresario también ha sido anfitrión en varias ocasiones de personalidades políticas y económicas en su falla. En 2023, recibió al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en un recorrido nocturno que culminó en Convento Jerusalén. Porque además de pólvora y tradición, las fiestas son un buen escenario donde se tejen relaciones de poder.

El compromiso de la familia con las Fallas también se ha visto reflejado en el papel de Hortensia Roig Herrero, la mayor de las hijas del empresario. En 2024, rompió su habitual discreción para convertirse en una de las mantenedoras de la fallera mayor de Valencia, un cargo honorífico reservado para alguien cercano a la familia o personalidades muy importantes. Su mayor papel es hacer un discurso que elogia a las falleras mayores de la ciudad y su misión es velar por la fallera durante su año.

placeholder José Luis Martínez-Almeida y Juan Roig, durante su visita a la falla Convento Jerusalén en 2022. (EFE / Biel Aliño)
José Luis Martínez-Almeida y Juan Roig, durante su visita a la falla Convento Jerusalén en 2022. (EFE / Biel Aliño)

La trayectoria fallera de Hortensia Roig es notable. Fue fallera mayor infantil de La Bicicleta en 1986 y en 1993 formó parte de la corte de honor de la fallera mayor de Valencia. En 2005, ya en Convento Jerusalén, fue su máxima representante.

Su dedicación a la fiesta ha sido reconocida con el Bunyol d’Or i Brillants, una distinción que solo se otorga a quienes han sido falleros durante al menos 30 años. Un reconocimiento que, además de premiar la fidelidad a la fiesta, también refuerza la imagen de la familia en el entorno fallero.

Las Fallas son fuego y fiesta, pero también son tradición, cultura y un reflejo de las dinámicas sociales de Valencia. En el caso de los Roig, esta pasión se ha trasladado de generación en generación y se ha mezclado con su influencia en la ciudad del Turia. Pero nadie puede negar la devoción de la familia que, como tantos otros sin nombre, se emociona cada vez que gira la esquina para entregarle a la Geperudeta su ramo de flores.

En Valencia, el espíritu fallero se hereda y va pasando de generación en generación. Una tradición que une a las familias, como sabe la de Juan Roig de primera mano. El presidente de Mercadona ha convertido su apellido en sinónimo de éxito empresarial, y también ha hecho de las Fallas una parte inseparable de su vida. Como cada año, han participado en la Ofrenda, esta edición especialmente significativa por el recuerdo a las víctimas de la DANA.

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