Guillermo y Kate, tras los pasos de Meghan y Harry: se unen a la lista de royals televisivos

¿Se imaginan al rey Felipe y a la reina Letizia realizando un programa de cocina junto a Pepe Rodríguez o Jordi Cruz? Pues es lo que han hecho -salvando las distancias de rango y papel institucional- el príncipe Guillermo y Kate Middleton en Reino Unido. La pareja ha participado en la grabación de 'A Berry Royal Christmas', un programa especial en el que se pondrán los delantales para hacer postres navideños junto a Mary Berry, jueza del talent culinario británico 'Great Bake Off'. Este espacio se estrenará en la BBC el lunes, 16 de diciembre, y en él los duques de Cambridge mostrarán parte del trabajo que realizan con las diferentes organizaciones de las que son patronos, además de dar una imagen nunca vista hasta ahora, entre fogones y pringados de harina.

Pero, claro, lo de aparecer en programas de televisión siendo royals no es exclusivo de Guillermo y Kate en la familia Windsor. De hecho, ha habido dos casos muy sonados, que han resultado tener tintes mucho más dramáticos y con intenciones mucho menos altruistas que la de los duques de Cambridge. Por un lado, la entrevista que ofrecía hace unas semanas el príncipe Andrés, también a la BBC, para explicar su amistad con Jeffrey Epstein y su presunta implicación en la trama de tráfico sexual de menores. Una aparición televisiva que ha sido calificada como "desastrosa" y que ha tenido como consecuencia directa la dimisión del duque de York. Y por otro lado, el documental sobre el viaje a Sudáfrica de los duques de Sussex, en el que Meghan y Harry aprovecharon para quejarse de su situación y el acoso de la prensa.

Mucho más amable fue la entrevista que la reina Matilde y el rey Felipe de Bélgica ofrecieron a la televisión pública francófona hace solo unos días, con motivo de su 20 aniversario de boda, en un reportaje íntimo y en el que desvelaban algunos secretos de su vida familiar para acercarse así al pueblo, desde su día a día junto a sus hijos hasta alguna anécdota de su compromiso, como el escondite que eligió la reina para que nadie la localizara antes del anuncio oficial.

Precisamente, Matilde fue protagonista de una serie de reportajes sobre las actuales consortes europeas que emitió a finales de verano la televisión alemana ZDF. Y una de las entregas estuvo dedicada a la reina Letizia y a su trabajo tanto en los actos oficiales de nuestro país como en el extranjero. El equipo, encabezado por la periodista Julia Melchior, viajó con la Reina durante un año para ofrecer una visión detallada de su labor, en un reportaje que no tuvo tanto éxito de audiencia como el de sus colegas europeas, la ya mencionada Matilde y Máxima de Holanda.

Y precisamente la reina Máxima ha sido la más activa, televisivamente hablando. Además de este documental de la ZDF alemana, protagonizó un programa en la NTR holandesa, centrado en su trabajo como asesora especial de la ONU, pero en el que también se mostraban momentos muy íntimos de la argentina, dado que el equipo de televisión tuvo pleno acceso a sus movimientos y viajes, a diferencia del equipo que siguió los pasos de Letizia para el documental alemán, al que se le permitía el mismo trabajo que al resto de medios acreditados a sus actos. A Máxima, en cambio, la vimos riñendo a una de sus hijas, haciéndose un selfie con su ayudante o enfadada por cómo estaban saliendo las cosas.

Pero un año antes que todos ellos, Sofía de Suecia ya se sentó ante las cámaras de televisión como parte de una campaña contra el bullying. Una entrevista en la que desnudó su corazón y admitió lo difíciles que habían sido los comienzos de su relación con Carlos Felipe por las feroces críticas que recibía constantemente por su pasado: "Cuando se hizo pública mi relación con el príncipe, me encontré en medio de una tormenta de odio. Todo el mundo tenía malas opiniones de mí como persona, sobre mi relación o sobre cualquier cosa".

Eso sí, si tenemos que nombrar a un pionero dentro de la realeza actual a la hora de participar en un programa de televisión, ese es, sin duda, el rey Felipe. Entre 1994 y 1998, siendo Príncipe de Asturias, ejerció de presentador de 'La España salvaje', un espacio de TVE dedicado a mostrar las condiciones de vida de la fauna salvaje española, con la intención de darla a conocer a los más jóvenes y alertar, ya entonces, sobre el cambio climático. El programa mostró una imagen de don Felipe casi impensable hoy, bebiendo vino en bota, vareando árboles o montando en tractor.