El príncipe Harry sigue atacando a su familia (ahora por los problemas de salud mental)
En un capítulo extra de su programa con Oprah Winfrey, el duque de Sussex ha abordado esta delicada cuestión
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El príncipe Harry sigue tirando de la manta, si se nos permite esta expresión coloquial. Lo ha vuelto a hacer en un episodio de su programa de Apple+, donde manifestó que sabe que sus familiares se avergüenzan cuando les hablan de problemas de salud mental y subrayó que "son increíblemente buenos para ocultarlos".
El duque de Sussex también desveló que llevaba preparando este proyecto con Oprah Winfrey desde hace dos años, lo que hace que la prensa británica subraye el hecho de que, de alguna manera, ya estaba preparándose para dejar su vida con la familia real inglesa, pues, como se recordará, emigraron en enero de 2020.
Son muchas las revelaciones que está haciendo el príncipe Harry en la serie, en la que también comentó lo duro que fue para él lidiar con la muerte de su madre, la princesa Diana, en una conversación con el hijo de Robin Williams.
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El príncipe Harry manifestó que lo mejor que se le puede decir a una persona que pueda tener intenciones suicidas es que "no están solas" y que son escuchadas, basándose en sus experiencia con Meghan Markle, quien le había confesado que había tenido este tipo de sentimientos cuando estaba en su sexto mes de gestación de su hijo Archie.
Harry le confesó a Oprah que ahora se siente mucho más preparado para hablar de los problemas de salud mental después de haber rodado esta serie, que, según algunos, podría haber abierto una brecha entre él y su abuela, la reina Isabel II.
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En episodios anteriores, el príncipe había subrayado que esperaba reconciliarse con su familia, pese al terremoto que causó su entrevista con Oprah Winfrey, en la que, entre otras cuestiones, pesaron especialmente sus acusaciones de racismo.
El duque de Sussex ha desvelado en los episodios previos que necesitó recurrir a terapia para superar la rabia que le produjo la muerte de su madre, la recordada Lady Di, que falleció en un accidente de tráfico en París el 31 de agosto de 1997.
El príncipe Harry sigue tirando de la manta, si se nos permite esta expresión coloquial. Lo ha vuelto a hacer en un episodio de su programa de Apple+, donde manifestó que sabe que sus familiares se avergüenzan cuando les hablan de problemas de salud mental y subrayó que "son increíblemente buenos para ocultarlos".